Gotas de lluvia /NoMin

[besos..]

Jeno se encontraba sobre su cama reposando mientras escribía, cuando escuchó un sonido detrás de su puerta. Se levantó a abrir encontrándose así con Jieun.
—¿Qué haces despierta tan noche?—Preguntó el chico un poco asustado.—Deberías estar durmiendo.

—Yo.. tuve un mal sueño.—Respondió totalmente desanimada.

—¿Estas bien? Vamos te llevaré de vuelta a tu habitación, necesitas recostarte un poco.—Tomó la mano de la chica tratando de llevarla de vuelta a la cama pero esta se resistió sin dudarlo.

—¡No!— gritó un poco asustada.—Q-quiero dormir contigo.

—¿Estas segura?

—Sí, creo que eso podría a ayudarme a dormir más tranquila.

Jeno terminó por seder sin darle mucha importancia. Juntos volvieron a la cama y se acostaron para quedar frente a frente.

—entonces dime, ¿Qué soñaste?

Al escuchar esa pregunta la chica quedó totalmente pálida, no era capaz de mencionar que no había podido consiliar un buen sueño desde que Jaemin apareció el día de la boda, desde que descubrió que Jeno gemía su nombre al dormir y el notar como ambos intercambiaban sonrisas y miradas que daban mucho de que hablar pero, ni siquiera tenía pruebas suficientes como para confirmar que estos estaban en una relación oculta.

—Y-yo soñé que tú me dejabas.

—¿Por qué soñaste eso?

—Bueno no sé, tal vez porque últimamente no quieres tocarme ni tampoco besarme. ¿No me amas?— su voz sonó bastante cansada, no sabía que más hacer y el miedo era el sentimiento que más predominaba.

—Claro que sí, sólo que aveces estoy muy ocupado y ya sabes no puedo hacer dos cosas al mismo tiempo.

—Bueno, pero ahora no estas ocupado..

—Pero tengo sueñ..

Sus ojos se abrieron al sentir como la chica había unido sus labios junto a los suyos. Sus labios eran suaves con el tacto, y ella, tenía un aroma a vainilla, pero nada de esto se comparaba con los lindos labios que Jaemin tenía y ese aroma a pan recién horneado.
¿Qué más podía hacer? No era su culpa estar en esa posición, jamás imaginó que podría enamorarse de un chico y que este mismo le arrebataría las ganas de volver a besar a una mujer.

—Jieun, deberíamos dormir, ya es muy tarde, descansa.—dicho eso apagó la vela que apenas iluminaba la habitación para después limpiar con el borde de su camisa sus labios.

—Descansa mi Jeno.—no podía describir la emoción que sentía el besar al chico simplemente así sin avisar, era algo que realmente la ponía nerviosa pero al mismo tiempo feliz. Tal vez estaba siendo paranoica, Jaemin sólo era su amigo solamente, eso quería pensar hasta que, en la oscuridad pudo a penas notar como Jeno se limpiaba el beso un poco disgustado.