༺𝓒𝓾𝓽𝓮 𝓑𝓸𝔂༻ 𝓪𝓭𝓪𝓹𝓽𝓪𝓬𝓲𝓸́𝓷 (PAUSADA)

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Capitulo subido anteriormente: jun, 29, 2020

CAPITULO 44

Advertencia: Capítulo con descripciones detalladas en el acto sexual. Evita hacer comentarios groseros o mencionar que te da asco. Si no estás preparado para leer estas cosas, retírate.

Lección 2: «El primer sabor en mi boca y nuevas sensaciones»

Al ya estar tranquilos, bañados y recién cambiados, ambos jóvenes se encontraban recostados sobre la cama. Joaquín sintiéndose sumamente feliz mientras abrazaba a su novio y mantenía la cabeza recostada contra su pecho, acariciándole lentamente su estómago con la palma de su mano en un acto inconsciente. Su mente no dejaba de repetir el acto íntimo que ocurrió entre ellos hace poco más de una hora. Por fin había sentido lo que es ser complacido por alguien que te gusta y quieres mucho. Sin duda será un momento que jamás olvidará ya que fue su primera vez de muchas.

En cuanto a Emilio, aún no caía en cuenta de lo que acababa de suceder. Sí, fue dulce, tierno y placentero cómo siempre lo imaginó, pero aún se sentía raro. Por primera vez había intimado con alguien que realmente le gusta y ama, alguien con quien desea pasar el resto de su vida, inclusive ya tenía una visión de su futuro junto a su hermoso castaño. Eso convertía a este momento en algo muy importante y el cual atesoraría en lo más profundo de su corazón ¿Cómo fue capaz de negarse por tanto tiempo? Si al final de cuentas también lo deseaba tanto.

De pronto, Emilio sintió unos suaves y lindos labios posarse sobre los suyos en un corto beso. Sus pupilas observaron la preciosa sonrisa que apareció en el rostro del castaño en medio de la oscuridad, la cual le robo el aliento.

—¿Te quedarás? —Preguntó Joaquín acercándose hasta quedar sentado junto a él con las piernas flexionadas hacia atrás. Su barbilla se posó contra su hombro mientras le repartía cortos besitos en la mejilla. Emilio sonrió ante el acto.

—Mi amor, sabes que no puedo ¿Recuerdas que es un secreto que vine?

—Pero quiero que te quedes —Sus labios formaron un puchero.

—Vendré en la noche, como hoy.

Joaquín lo observó por unos segundos y asintió.

—Esta bien... —Aceptó, acurrucándose una vez más contra su pecho— quiero que me enseñes más... —Susurró con su pequeña voz siendo lo más dulce posible.

Emilio juró escuchar sus palpitaciones en sus tímpanos y estaba seguro que Joaquín también lo hizo ya que su pequeña mano se había posado en el lado izquierdo de su corazón, tocándolo.

—¿Latió así por mí? —Cuestiono con inocencia y su cabeza se alzó para mirarlo. Emilio apretó sus labios y suspiró.

—Sí... Tú comentario lo hizo latir así.

—Porque no esperaba que lo sugirieras.

Ambos se quedaron en silencio por un momento.

—¿Y es malo que lo haya sugerido?

—No, pero... ¿No crees que deberíamos dejar pasar unos días?

—Noooooo —Pronunció alargando la «o» y su puchero apareció de nuevo— por favor, Mailo, quiero que me enseñes más, por favor ¿si? Se... —Se detuvo un momento y sus mejillas se calentaron por la vergüenza— Se si-siente bien cuando me... to-tocas...

Emilio no pudo evitar sorprenderse una vez más, ya que aún no se acostumbraba a las palabras tan directas de su novio hablando sobre la intimidad. Tendría que acostumbrarse a partir de ahora para no tomarlo desprevenido. Sonrió enternecido y apretó su nariz cariñosamente.