Donde los poetas muertos se verán envueltos en una rebelión contra la conformidad, o donde Neil Perry se enamora de Iris Millais. Rosas de Papel que caen en desfiladero desde el balcón de Julieta, y un otoño que amanece julio.
Iris se sentó en la última fila, para evitar encontrarse cara a cara con Neil, ¿cómo reaccionar ahora que habían estado a milímetros de besarse? No tenía ni idea de lo que pasaría aquella mañana. Ella quería haber ido a acompañar a John a pillarse un café antes de su clase, pues John se había pasado la noche escribiendo una carta a Aline, pero John insistió en que fuera a clase. Neil todavía no había aparecido aquel día y Charlie podía adivinar el nerviosismo de la morena, pero antes de poder molestarla con avioncitos de papel, el señor Keating estaba en clase con su café ardiendo en la mesa.
" Bonita mañana, ¿no muchachos? Una linda mañana para que el hombre de las sombras salga de su enjambre " John Keating miró a Todd, porque sabía lo complicado que era para Todd abandonar su caparazón. " Señor Anderson, sé lo mucho que este encargo le toca las narices, pero hoy quiero que salga de ese caparazón que lo mantiene calentito en todas las estaciones. Iris, ven a escribir esta frase en la pizarra" la chica se levantó y alisó su falda, y cogió el papel de la mesa de Keating donde estaba escrita la frase.
La muchacha escribió " Resuena mi bárbaro gañido sobre los techos del mundo.
" El señor Anderson cree que todo lo que lleva dentro es inútil y embarazoso, ¿verdad que sí, Todd? Ése es su peor temor, pues se equivoca. Yo creo que lleva algo dentro de usted de gran valor. Y pienso demostrarlo. Señor Anderson, póngase en la tarima" el chico dudó unos instantes, la inseguridad carcomiéndole como una termita. Iris lo miró con una sonrisa dulce y el chico obedeció a Keating. Neil entró en ese momento en la clase, pidió disculpas por el retraso a John y caminó hacia su sitio sin mirar a Iris.
" Iris, no te sientes, tú serás el baluarte de Todd, cuando se arrepienta, tú lo abrazarás como la torre de Babel abraza a Babilonia. Señor Anderson, cierre los ojos" El señor Keating le tapó los ojos al muchacho " piense en la foto del tío Walt ¿qué le sugiere? " el chico no tenía ni idea de por donde empezar.
" Imagínate a un loco de dientes sudorosos" propuso Iris.
" Excelente propuesta, querida. Bien ¿qué le sugiere ese loco de dientes sudorosos?" Keating se volvió hacia Todd.
" Veo a un loco, un loco chiflado, un loco de dientes sudorosos " Los compañeros empezaron a reír y Todd se sintió pequeño otra vez. Iris lo sujetó por los hombros y Keating le susurró " No los escuche, piense en el loco de dientes sudorosos"
"Cierro los ojos y su imagen flota junto a mí, un loco de dientes sudorosos con una mirada que martillea mi cerebro, sus manos se extienden y refunfuña todo el tiempo, dice la verdad, la verdad es como una manta que siempre te deja los pies fríos, la estiras, la extiendes, la sacudes, le das patadas, pero no llega a cubrirnos y desde que llegamos llorando hasta que acabamos muriendo solo nos cubre la cara" Iris no cabía en su asombro, Todd se había soltado y ella no había tenido que hacer nada. Ella abrazó a Todd y Neil se removió incómodo en su silla. Cuando acabó la clase Neil cogió sus cosas y salió con rapidez de la clase rozando ligeramente el hombro de Iris. Iris se quedó pensando, y John la sacó de sus pensamientos. " ¿Vamos a la cafetería que me dijiste? Quiero celebrar este acierto con Anderson" Iris sacó a Neil de sus pensamientos y se acercó a Todd invitándolo a ir con ellos.Keating, Iris y Todd volvieron sobre las siete de la tarde a Welton.
Iris acompañó a su amigo a su habitación, mientras que Keating se despedía para recluirse en su despacho. En la habitación estaban Neil y Charlie. Iris se giró hacia Todd " Todd creo que debo irme" Todd pudo notar la tensión existente entre su compañero de cuarto e Iris.
Charlie, por su parte al ver a la chica dirigirse a la puerta, dio un empujón a Neil.
" Iris ¿podemos hablar un segundo?" la chica asintió. Los dos jóvenes se alejaron del edificio de Welton para hablar más tranquilos.
El aire de la tarde empezaba a tirar las hojas del suelo. Ambos se quedaron en silencio hasta que ella rompió el hielo.
" ¿Qué nos está pasando Neil?" ¿por qué hoy ni me has mirado? Dijiste que no querías estar así conmigo"
" Y no quiero, te lo juro. Pero estoy harto de vivir con la incertidumbre de si sientes algo o nada por mí " el chico movía sus manos con nerviosismo así que ella las cogió con ternura y besó la palma de la mano de Neil.
" Siento algo por ti" dijo la muchacha " y estaba esperando que ayer me besaras"
" Puedo hacerlo ahora, si no es demasiado tarde".
" Nunca es tarde, Perry" el chico cogió sus mejillas y la besó con toda la ternura pero también con urgencia por si tenían que separarse por si alguien los veía. Siempre huyendo como presos.Los chicos se separaron con dificultad acostumbrándose al olor del otro, podrían estar así para siempre si el cuerpo no les pidiera aire.
" Tenemos que ir con cuidado, Keating. Si Nolan descubre que estoy saliendo contigo, soy hombre muerto". Neil a pesar de querer sonar serio no podía evitar mirarla con dulzura a la vez que se perdía en los ojos ónices de la chica.
" Iremos con cuidado, Neil. Seremos Romeo y Julieta, viéndonos cuando nadie ve" el chico no pudo aguantar más y la volvió a besar, hasta que oyeron unos pasos por lo que tuvieron que separarse.
Notes for you: Oh por dios, estoy demasiado enamorada de este capítulo, y el próximo que voy a subir en 0 coma, vamos , unos feels tengo al escribir esto, que creo que me estoy enamorando perdidamente de mi historia. Creo que no me voy a cansar de agradeceros, los 357 leídos que van ya. Muchísimas gracias, de verdad. Esta historia va viento en popa, y el plan que tengo con esta historia va a ser muy bonito. Veréis.
Au revoir.
Carpe Diem.
Dead poet's honour.
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