Iris ( Neil Perry)

Prelude

Ellos hicieron que la revolución tuviera un sabor a poesía, a ramales de abril y jazmines de primavera. Ellos hicieron rebelión con hojas de papel y por las noches se entregaban cartas llenas de iridiscencia. Ellos conocieron la libertad y un Edén de gloria, intentando escapar de jaulas. Un actor naciente y una pintora y poeta descubrirán que nacemos para encontrar a nuestra otra mitad en medio de las brumas. Miradas de miel y flores de papel. Aviones de papel en saltos suicidas por el balcón de Julieta con notas de Whitman, Keats, Shakespeare y Thoreau. Fue como un salto al vacío, como una perseida apoderándose del cielo de agosto. Como una estrella fugaz que no puede esperar al verano. Dos iris colisionadas como un meteorito en la arena, como una ola que engulle a la orilla. Pura poesía que hace teclear lágrimas a una máquina de escribir.

Que cuando un poeta se enamora de unos ojos ónice solo se oye poesía reventar contra las aceras. Que hay historias que son tan intensas como el mar y sus iris oceánicas. Que todo lo que nos haga soñar no deje de escribirse. Que todo lo que abarque un océano de ideas no deje de maquinarse. Que un hombre con ideas es más fuerte que un necio y su amargura. Que las ideas abren el horizonte. No dejen que se las apropien, abrácenlas con fuerza como si fuera un gato ónice colisionando contra sus brazos. Si no creen en la revolución  como van a empezar a escribir su propia historia. Si no creen en la iridiscencia ¡cómo sus iris van a ser rebelión!