Golden Boy [JJK]

~6~

– Te dije que era encantador – me dijo ella imitando mi acción.

– ¿Vienes aquí a menudo? – le pregunté mirándola.

Lo pensó un momento y después respondió.

– La verdad es que no. No salgo mucho de casa a no ser que tenga compañía. No me gusta salir sola.

– A mi tampoco – le dije y volví a voltear la mirada hacia adelante – Solo cuando voy a tomar fotografías me gusta salir solo. Me es mejor para concentrarme.

– Tienes talento. ¿Es a lo que te quieres dedicar? – me preguntó mirándome.

– Es más bien un pasatiempo. Me ayuda a despejar la mente y a relajarme – la miré – ¿Y tú? ¿Tienes alguno?

– Me gusta leer. Bueno, más bien amo leer. Los libros son lo que más me ayuda a despejar la mente.

– A mi también me gusta leer.

– ¿¡En serio!? – ella me miró sorprendida y yo me reí.

¿Por qué es tan difícil de creer que a un chico le guste leer? No entiendo. ¿Es que creen que la lectura es algo exclusivo para chicas?

– No entiendo por qué te sorprendes. ¿Que por ser un chico no puede gustarme leer?

Ella desvió la mirada algo avergonzada.

– Es que nunca había conocido a un chico que le guste leer. Ni a ninguna chica aparte de Junhee, mi mejor amiga. A todos les aburre la clase de literatura menos a ella y a mi.

– A mi tampoco me aburre. De hecho es una de las pocas clases que me gustan – abrió los ojos aun más y yo sonreí – ¿Y qué género te gusta leer?

– Misterio – ahora fui yo el que se sorprendió y ella me miró con una sonrisa – ¿Qué pasa? ¿Crees que por ser una chica solo leo libros románticos? Me gustan pero soy más de novelas policiacasa – sonreí derrotado y volví a mirar hacia adelante – ¿Y a ti cuál te gusta más?

– Yo prefiero la literatura clásica, ¿sabes? Y algunas novelas de aprendizaje – ella asintió y sonrió.

Haewon me estaba cayendo bien. Era simpática y sabía mantener un tema de conversación entretenido, lo cual me resultó extraño porque ayer parecía que no hablaba mucho.

Volví a hacerlo. La juzgué sin conocerla realmente. Tenía esa mala costumbre de sacar conclusiones antes de saber todos los hechos, de juzgar a las cosas o la gente antes de conocerlos. En serio necesitaba cambiar eso, si a mi mismo no me gustaba que me lo hicieran. No era una mala persona, o al menos no me consideraba. Pero si seguía juzgando así a la ligera sin conocer a la gente realmente me iba ir muy mal.

– Tenemos que volver a reunirnos para hacer la descripción. Me parece que es mejor hacer una los dos juntos que dos por separado – le dije mirándola y ella asintió.

– Tienes razón. ¿Cuándo?

– La semana que viene. El próximo sábado. ¿Te parece?

– Por mi bien. Aunque ya cancelé los planes que tenía para este. Junhee se va a molestar conmigo – me dijo medio riendo.

– Si quieres podemos hacerlo otro día, para que no quedes mal con tu amiga.

– No. No. El sábado está bien. Ya encontraré una forma de excusarme. Siempre lo hago.

– De acuerdo – miré mi reloj. Joder, mira que el tiempo pasa rápido cuando le pierdes la noción. Ya llevábamos aquí casi dos horas – Es tarde. Debemos irnos.

Fuimos hasta mi auto y yo conduje de regreso. No hablamos nada durante el trayecto hasta que frené en la entrada de su casa.

– Bueno. Nos vemos en la escuela, supongo – dijo ella desabrochándose el cinturón.

– Nos vemos – le dije y ella se bajó y cerró la puerta.

***

Cuando volví a mi casa estacioné el auto en el garage, me bajé y fui hasta la entrada. Cuando abrí la puerta, el olor de la cena que salía de la cocina me dio hambre.

– Ah. Estás en casa – me dijo mi madre con una sonrisa asomándose desde la cocina – Tu padre acaba de llegar. Está arriba dándose un baño. Te sugiero que hagas lo mismo. La cena está casi lista.

Asentí y subí a mi cuarto. Saqué mi teléfono del bolsillo. Lo había tenido en silencio todo el día y quería revisar si tenía alguna notificación. Le encendí y en la pantalla aprecieron dos llamadas perdidas de Yongseok. En cuanto termine de cenar lo llamaré. Puse el móvil a cargar y fui a darme un baño.

Abrí la llave de la ducha y dejé que el agua tibia bajara por mi cuerpo. Me gustaba el agua a esa temperatura, me ayudaba a relajarme. Lo había pasado bien hoy, sinceramente. Fui a un lugar increíble, y Haewon no era mala compañía. Me agradaba. Tal vez no me vaya tan mal aquí, después de todo. Tal vez si podía hacer amigos.

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