Jungkook suspiró mientras Jimin le lanzaba una mirada realmente molesta, el atractivo rubio se levantó enojado de la mesa y se alejó con rapidez. El menor podía ser bastante sensible con algunos temas.
Jimin no había bebido demasiado, sin embargo, no era una persona que tolerara muy bien el alcohol, y el licor que había ingerido estaba comenzado a hacer efecto.
El bar se encontraba bastante tranquilo para ser viernes, así que le fue fácil llegar a la salida, sin gente bailando que estorbara su camino, o borrachos a punto de caer por donde él pasaba. El fresco aire del exterior golpeó su rostro y le hizo cerrar los ojos, tomó una profunda respiración y se cepilló el cabello con los dedos, acomodándolo y metiendo un par de mechones detrás de su oreja.
Se cruzó de brazos antes de que, segundos más tarde, Jungkook lo alcanzara. Le rodeó por la cintura desde atrás y dejó un pequeño beso en su hombro.
—Lo siento, bebé, no quise decirlo de esa manera, pero es la verdad. Y lo sabes, el sistema es una mierda, ¿en serio piensas que nos será fácil adoptar?
Jimin ladeó la boca en un gesto que delataba su intento por contener las lágrimas.
—Vamos, cariño, lo siento, de verdad. Sabes qué quiero lo mismo, pero debemos ser consientes y prepararnos para lo peor, de cualquier manera tenemos que estar listos para cuando el momento llegue.— Jimin giró en el agarre de su novio y lo abrazó de vuelta, acurrucándose en su pecho.— no podemos tomar estas cosas a la ligera, Jiminnie.
El menor asintió y sollozó un poco, aún no estaba llorando, pero su garganta dolía por el esfuerzo de evadir el llanto.
—Lo sé, lo siento, Kookie. Lo siento.— levantó su bonito rostro y buscó los suaves labios de su amado, uniéndolos con los suyos en un dulce y corto beso cuando los halló.
Jungkook correspondió el tierno gesto y sonrió, finalizando con un sonoro beso en la frente de su pequeño bebé, lo amaba demasiado y quería hacerlo muy feliz, aunque dificultades se atravesaran en sus caminos. Él estaba dispuesto a todo por su chico.
—Volvamos para ayudar a pagar la cuenta y vayamos a casa.— Jimin sonrió mientras Jungkook lo tomaba por la manita y entrelazaba sus dedos.
Una vez de vuelta se encontraron sólo a Namjoon en la mesa y con la cuenta saldada, Jin había ido al tocador y Jimin se excusó diciendo que se uniría a él, dejando solo al par de amigos.
Kim Namjoon sonrió y negó con la cabeza mirando a Jungkook con cariño y aprecio.
—Realmente te tiene.
—¿Cómo dices?— preguntó Jungkook.
—Ese pequeño rubio realmente te tiene bien agarrado de las pelotas.— soltó una pequeña carcajada a la que Jungkook se unió después.
—Ah, cierra la maldita boca, estás igual o peor.
NamJoon volvió a reír y suspiró, vencido, sabiendo que su amigo hablaba con la verdad, tenía a un maravilloso novio por el que no se avergonzaba de decir que haría lo que fuera.
—Me alegra que te esté yendo tan bien, no sabía que fueras tan en serio con Jimin, pero después de cuatro años de relación, y saber que tienen planes a futuro me ha dejado con un buen sabor. Les deseo lo mejor.
Jungkook asintió, Namjoon era como su hermano mayor, siempre le daba buenos consejos, y mucho apoyo.
—Gracias, Nam.— se sinceró el menor de los presentes.
—No me agradezcas aún, he hablado con Jin acerca de lo que me pediste, y accedió a prestarles la casa de campo.
—¿Estás hablando en serio?— una gran sonrisa apareció en su rostro, el contrario asintió.— gracias, hermano.
—Un placer, disfruten la casa, pásate por el departamento en la semana para recoger las llaves.— Jungkook asintió.
Namjoon se puso de pie cuando vieron venir a sus parejas entre la escasa multitud, la vista de Jungkook rápidamente se clavó en Jimin. Tenía una gran sonrisa en esos labios que tanto amaba, Jin era especialista en hacer reír a su pequeño, realmente estaba muy agradecido con aquella pareja, habían sido más que amigos para ellos, especialmente para él, puesto que tenía más tiempo de conocerlos.
Eran grandiosas personas.
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• CAPTIVE • 「yoonminkook」
FanfictionEn una bonita casa lejos de la ciudad, Park Jimin y Jeon Jungkook pensaron que pasarían un agradable fin de semana disfrutando su intimidad. Ni en sus peores pesadillas imaginaron lo que ocurriría cuando por casualidad se encuentran con un peculiar...
