Jungkook preparaba algunos sándwiches mientras Jimin picaba un poco de fruta.
My my my! De Troye Sivan sonaba de fondo mientras Jimin meneaba las caderas distraídamente, absorto en su tarea.
—Oh my, my, my, I die every night with you. Oh my, my, my, living for your every move...— su dulce voz hizo que Jungkook dejara de hacer lo que hacía y le prestara total atención a su bebé.
El ritmo poco a poco se fue apoderando de Jimin, quien sintió los ojos del mayor sobre su ser y levantó la mirada, sus mejillas se sonrojaron y sonrió un poco avergonzado, más no dejó de cantar, de hecho, dejó el cuchillo a un lado y comenzó a bailar, moviendo las caderas y señalando a Jungkook mientras cantaba hacia el final de la canción.
Should be the last night ever. Should be the last night we're apart. Got my name on this treasure. On this treasure.
Caminó hacia el mayor y se abrió paso entre sus brazos, donde Jungkook lo tomó por la cintura, acarició su espalda y se inclinó para atrapar sus labios en un suave beso. La canción terminó, pero poco les importó.
—Te amo.— murmuró Jimin y sonrió contra la boca de su novio.
—Te amo.— correspondió.
Sus labios volvieron a juntarse antes de que regresaran a sus labores, entre miradas coquetas y sutiles caricias provocativas.
Sobre una manta a cuadros blancos y rojos se sentaron a comer lo que habían preparado, con el sol de medio día calentando sus cuerpos y la suave brisa corriendo a su alrededor.
Jimin arrojó una uva hacia la boca de Jungkook, quien la atrapó y la comió con una pequeña sonrisa. Jimin quiso intentarlo con un trozo de fresa, pero éste terminó perdido en algún lugar del césped.
—Es que no lo lanzaste bien.— había acusado Jimin cruzando sus brazos. Sin duda se trataba de un pequeño bebé.
Era su segundo día en aquella casa, el tiempo pasaba muy rápido, no querían que terminara. Al día siguiente era su aniversario, y también regresarían a su pequeño nidito, pero Jungkook tenía una pequeña sorpresa preparada para su gatito travieso y aquella noche sería dada.
Recogieron después de comer y estar jugando un rato, también descansaron tirados en la manta, mirando las nubes y buscándoles forma como la pareja boba y cursi que podían llegar a ser algunas veces.
Guardaron las cosas, y tomaron un baño juntos, perfumando el agua con esencia de vainilla y algunas velas iluminando el baño.
La tibia agua haciéndolos sentir cálidamente húmedos, Jungkook lavó el cabello de Jimin y Jimin el de Jungkook, también lavaron sus cuerpos entre ellos, esa clase de confianza tenían.
No les avergonzaba mostrarse de aquella manera, porque la verdadera desnudez entre ellos era la de el alma, y esa la habían desnudado hace tiempo. Jimin salió primero de la bañera, envuelto en una toalla por la cintura y secando su cabello con otra, buscó entre sus ropas un bonito conjunto que había comprado específicamente pensando en Jungkook.
Consistía en unas braguitas negras de encaje y para la parte de arriba eran correas de un material que imitaba cuero negro, las cintas se cruzaban entre ellas y se ajustaban jodidamente bien a las curvas de Jimin, quien se admiraba en el espejo de cuerpo completo, girando y mirándose de costado, de frente y lo más que podía desde atrás.
No pudo evitar el sonrojo que se apoderó hasta de su alma cuando Jungkook salió del baño, sus ojos se oscurecieron. Jimin creyó que pareció un depredador a punto de capturar a su presa. Sonrió ligeramente y relamió sus labios con descaro.
Entonces Jungkook se aproximó, tomando a Jimin desde atrás, sus manos apoderándose de las caderas ajenas con rapidez, Jimin arqueó la espalda, frotando su voluptuoso culo contra la entrepierna de Jungkook. Ambos jadearon, uno más ronco que el otro.
—Es hora de que mi gatito travieso reciba su castigo ¿No lo crees?— susurró Jungkook cerca del oído de Jimin, quien respondió con un gemido, sus ojos se cerraron y Jungkook aprovechó para besarle hombro, ascendió por su cuello dejando algunas lamidas y unas cuantas mordidas más.— mi sorpresa combina muy bien con esto.
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• CAPTIVE • 「yoonminkook」
FanfictionEn una bonita casa lejos de la ciudad, Park Jimin y Jeon Jungkook pensaron que pasarían un agradable fin de semana disfrutando su intimidad. Ni en sus peores pesadillas imaginaron lo que ocurriría cuando por casualidad se encuentran con un peculiar...
