—Mucha testosterona por aquí —suelto rodando los ojos.

El rubio frunce el ceño.

—Bien, bien —dice Coltón moviendo a su amigo —será mejor que vayas a buscar a alguien que si quiera verlos.

—Sí, sí —rezonga —los dejare solos, eso es lo único que quieres —se levanta de un salto y le da unas palmadas en la cabeza a su amigo —iré a ver si no hay alguna loca de hospital como esta por ahí.

Frunzo el ceño irritada, quiero usar mis dones contra él, quizás levantarlo o golpearlo contra la pared, sería una buena forma de desquitarme, sin embargo, no podría exponerme de esa manera, menos ante todo el comedor.

—Parece que siempre estás ida —la voz de Colton me saca de mi maléfico y entretenido pensamiento.

—¿Eh?

—Siempre estás mirando la nada, completamente ausente de este mundo, ¿en qué piensas tanto?

—En nada —respondo cortante.

—Y así dices que no estás loca.

—Pues no lo estoy.

—¿Entonces qué haces aquí? —se inclina y apoya sus codos en la mesa. —¿Por qué te encerraron en este lugar?

Levanto la vista hacia sus ojos curiosos.

—Es complicado.

—Eso es lo que decimos todos "es complicado" —intenta imitar mi tono de voz.

Guardo silencio, prefiero no contestar, ni mucho menos contarle mi trágica historia, la cual me trajo a este patético lugar.

Me levanto, no quiero seguir con este juego de miradas.

—¿Adónde vas? —frunce las cejas.

—A mi habitación —me está mirando curioso —¿Sabes lo que no entiendo? Que te sientes conmigo, tienes varios asientos vacíos en medio de todo este comedor y tu eliges sentarte justo aquí donde yo estoy —me cruzo de brazos —¿porque?

—Me llamas la atención —suelta —además eres guapa y es difícil encontrar un rostro lindo entre tantos dementes.

—¿Acaso te estas burlando?

—No me estoy burlando —responde serio —y si, me llamas la atención, tienes algo extraño —mis sentidos se alertan ante ese comentario —algo diferente, me es difícil explicarlo, pero es la sensación que me das.

—¿Y así me dices a mi loca?

—Supongo que ya somos dos.

—Como sea, será mejor que vuelva a mi habitación.

Camino hacia la salida, pero Colton se levanta rápidamente y me detiene de una mano.

—Si fuera tu, me sueltas —le advierto.

—Necesito decirte algo antes que te marches.

Alzo las cejas —entonces habla.

—Mañana no vendré al comedor, y me gustaría volver a verte.

Suelto mi mano atrapada por la suya. Miro de reojo por su hombro, Cassey nos mira desde lejos y los ojos del tal Jota están atentos a nosotros. ¿Por qué nos están mirando?

—¿Y? —pregunta inquieto.

—¿Y qué?

—Te acabo de decir que quiero verte.

—Ya me estás viendo.

—No me refiero a eso —hace una mueca —mañana.

—Acabas de decir que no vendrás —quito la mirada de los demás y los fijó en él. Proceso lo que me acaba de decir —Espera... ¿acabas de decir que quieres verme? —frunzo el ceño.

Mi Telequinesis © [En Edición]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن