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-Espera... t-tú, tú no, no puedes. No! No puedes ser él..? No eres Minie!

El de menor estatura estaba perplejo mirando al chico desnudo frente a él, sentado en su cama, como si nada estuviese pasando.

- Binie... tranquil- fue interrumpido por el grito del mayor.

- No te a-acerques! Y no me llames así- vociferando se alejó más del sujeto a su frente- dime quién jodidos demonios eres y qué has hecho con mi gato!-

Decir que estaba molesto era poco para lo que el peliazul sentía correr por sus venas.

-puedo explicarlo! Sólo relajate un poco, soy yo; minie.

Definitivamente el sujeto estaba loco, o al menos eso pensaba el contrario.

Ya averiguaría de qué hospital psiquiátrico había salido.

¿¡ Cómo mierda se atrevía a decir que era su gato!?

Y encima denotaba tanta tranquilidad que le asustaba.

-Ya pedazo de loco imbécil, dime dónde está mi gato, y de dónde diablos has salido tú?!- por más que lo intentase no lograría calmarse, al menos no por ahora.

- ChangBin... basta- se levantó acercándose al más bajo, aún ajeno a vergüenza alguna por su desnudez- me lastima escuchar tus palabras, nunca te había visto tan molesto- intentó acercarse más, sorprendiendose un poco porque el peliazul no retrocediera con brusquedad esta vez.

ChangBin se quedó sin palabras viendo como el esbelto chico, que aseguraba no pasaba de los 17 se acercó a él con cautela.

Miró a sus ojos, y sintió pavor, algo en aquellos peculiares pero cautivadores ojos verde ámbar  llamó su atención...

Joder...

Todo esto era tan raro


"𝙇𝙞𝙣𝙙𝙖𝙨 𝙋𝙞𝙚𝙧𝙣𝙖𝙨 𝙢𝙞𝙣𝙞𝙚"  ˢᵉᵘⁿᵍᴮⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora