MÅNED RUBIUSPLAY

DÍA 5: HANAHAKI.

Aquel hombre de ojos avellana y mellón dorado caminaba por las calles del pueblo de Karmaland buscando un par de cosas para su hogar, en busca de una nueva armadura que le pareciera interesante o que se viera bien al menos, pero nada había sido de su gusto. Entonces decidió que compraría un par de víveres para su casa y su familia, tener una cena agradable con el resto de los cerdos que vivían con él.

Ese era el plan hasta que vio cierta escena frente a sus ojos que lo hizo huir del pueblo, no quería que ese par le viera, mucho menos aquellos ojos pardos que hace tanto tiempo habían dejado de buscar o tratar de llamar su atención.

Otro motivo aparte del creciente desarrollo del pueblo y como este cada vez se acercaba más y más a aquel Bunker que alguna vez fue su hogar, no eran la completa razón de irse lo más lejos que pudo en medio de una estación que jamás cambiaba. Su otro motivo era aquel chico de cabello blanco y ojos pardos, que siempre usaba un tonto, pero adorable gorro de oso y no dejaba de decir la palabra vale, cada dos minutos. Rubius había sido su mayor motivo para mudarse.

Auron estaba enamorado de aquel chaval de descendencia nórdica, lo había estado hace tanto tiempo que un día simplemente se levantó y decidió que quería acercarse a él, más que solo las bromas y los juegos de gemidos. Quería algo serio con el menor.

Pero el karma en ese pueblo no estaba de su lado. Cuando él se mudo, el chico había explotado su casa, regresándose a vivir a esa, que muchas veces él mismo arruino en un intento de llamar su atención. Ahora no solo el pueblo le quedaba lejos, también el chico que le mantenía despierto por las noches. Aunque eso no detuvo a Auron de querer intentar algo con aquel chico, no importaba la distancia que para eso tenía un chocobo, para ir a verle si era necesario día a día.

Lo que le destrozo el corazón llego tiempo después, los nueve héroes se habían juntado un día para platicar, para pasar el tiempo juntos. La mayoría de las veces que se encontraban era simplemente por las misiones y a pesar de ser divertido, aún seguía siendo el trabajo de los nueves.

. - ¿Alguien tiene algo nuevo que contar? – Pregunto Luzu mientras serví un poco más de vino en su copa.

. – Que mi casa no ha sido petada por nadie. – Anuncio Auron con una sonrisa en su rostro, mientras se reía de las caras de sus compañeros.

. - Hombre, que es una fatiga total tener que ir hasta tu terreno por un pequeño TNT. – Recrimino Fargan. – Que no vale la pena. –

. – Otro punto a mi favor, por haberme mudado. – Y una vez más, Auron lo celebraba con un pequeño baile ante los ojos de sus amigos que no dudaron en aplaudirle o animarle a seguir entre carcajadas.

. - ¿Alguien más? – Pregunto Luzu tratando de que el resto de sus amigos participara.

. – Luzu, yo si tengo una noticia para todos ustedes. – Menciono Rubius mientras se ponía de pie para quedar frente a todos.

. – En realidad, es por parte de los dos. – Y Vegetta también se paró al lado de Rubius, mientras miraban a los otros siete chicos que seguían sentados sin entender que pasaba.

. - ¿Qué?, ¿Al fin van a casarse? – Pregunto Fargan como una pequeña broma, a la que el resto no tardo en unírsele para reír ante la idea.

. – En realidad si Fargan, Doblas y yo lo hablamos, y decidimos que vamos a casarnos. – Informo con una sonrisa el de ojos morados mientras tomaba la mano de Rubius.

. – Queríamos que fueran los primeros en saberlos chicos, ¿Qué opinan? – Pregunto Rubius ante el silencio que se había presentado entre sus amigos.

. - ¡Hombre, felicidades a ambos! – Felicito Alexby mientras se paraba de su asiento para abrazar a sus amigos.

. - ¡Otra boda que yo quiero tomar las fotos! – Menciono Mangel de igual forma levantándose a abrazar a su mejor amigo.