MÅNED RUBIUSPLAY

DÍA 2: INFANCIA.

Auron nació y vivió en un pueblo común hasta los seis años, vivía con su madre Sara, su padre Mathias y su hermana mayor por un año Mónica. En sus seis años de vida, a Auron jamás le intereso el nombre de su pueblo, por más que le pidieron que se lo aprendiera el pequeño niño de cabello negro se negaba a tal cosa, no le agradaba, pero jamás hayo una respuesta a su disgusto.

Su familia y él eran agricultores, lo que más le gustaba sembrar a Auron eran las patatas, eran sus favoritas cuando su madre las hacia al horno. Pero como todo en la vida las cosas cambiaban y para suerte de Auron, su padre estaba buscando un nuevo pueblo donde mudarse a vivir.

Mathias quería encontrar algo seguro para su par de hijos y su esposa que estaba embarazada, necesitaba un mejor lugar donde pudieran establecerse que no tuviera carencias y pudieran obtener una mejor vida de la que ya poseían, un colega suyo le había recomendado el pueblo de Karmaland. Decía que era su nuevo hogar, había guardias alrededor y dentro del pueblo para defender a los ciudadanos de los peligros que se presentaran de manera inesperada, y eso fue algo que lo cautivo del lugar. Quería un lugar seguro y el nombre hasta parecía misterioso, lindo. Ahora solo debía decírselo a su familia.

La hora de la cena era el momento perfecto o al menos eso creía el hombre.

. - ¿Karmaland? – Pregunto Sara a su esposo mientras lucia sorprendida de que aquella platica al fin iba a algún rumbo. - ¿Estás seguro Mathy? –

. – Más que seguro, aquí no hay nada cariño. – Expreso el hombre con cierta decepción. – Tu y los niños se merecen más y si puedo dárselos, lo hare. – Prometió mientras tomaba su mano para besarla a modo de promesa. - ¿Ustedes dos que opinas?, ¿No quieren cambiar de airea al fin? – Pregunto el hombre de cabello negro a los dos infantes en la mesa.

. – Cualquier lugar es mejor que este basurero. – Respondió Raúl mientras se llevaba una cucharada de su cena a la boca.

. - ¡Raúl! – Regaño Sara ante las palabras usadas por su hijo menor.

. – Estoy de acuerdo con Raúl, este lugar apesta. – Concordó Mónica mientras le sonreía a su hermanito. - ¿Cuándo podremos irnos? –

. -Aun no es seguro que sea Karmaland. – Respondió el padre de familia para que no se hicieran tantas ilusiones con el lugar. – Es el que mejor suena, pero no lo sabremos hasta que lo vayamos a visitar tengo un par de opciones más. – Informo mientras trataba de recordar los distintos nombres de los otros pueblos.

. – Me gusta Karmaland, el nombre tiene algo me gusta recordar. – Confeso el niño de cabello negro mientras lo repetía en su cabeza levemente, como si algo en ese pueblo lo llamara o tuviera su atención aun sin haberlo visitado aún.

. – También me gusta. – Concordó la niña de cabello largo. – Hasta podríamos hacer más amigos o yo tener amigas. –

. - ¿No te quieres seguir juntando con Conway y Jaume? – Pregunto el niño mientras ladeaba su cabeza levemente confundido y hasta ofendido con su hermana.

. – Si, pero Raúl no tengo ninguna amiga solo me junto contigo y tus amigos. – Murmuro Mónica mientras agachaba la cabeza poco a poco para observar solamente sus manos.

Raúl por su parte inflo las mejillas en un pequeño puchero antes de tomar las manos de su hermana. - ¡Prometo que te ayudare a hacer más amigas! –

La niña de larga cabellera sonrió con entusiasmo antes de jalar a su hermanito de su silla para abrazarlo, obviamente teniendo cuidado de que este no se cayera y tampoco ella. – Gracias Raúl. –

Entonces Mathias aprovecho dicho momento para mirar a su esposa a su lado. - ¿Lo ves?, a los niños les agrada la idea de mudarse. –

Sara a su lado suspiro mientras disfrutaba de la convivencia de sus pequeños. - ¿iremos los cuatro a revisar los pueblos? – Eso era lo que más la inquietaba, en su estado el cansancio y la fatiga serían tanto que no se sentía segura y tampoco cómoda de querer hacer un viaje tan largo.