63

3.4K 349 6
                                    

Capítulo 63

Escrito por: Alendra Mac
Wattpad: AleMacAmor

Cuando lo tengo enfrente intenta saludarme con un beso en los labios pero yo lo alejo colocando mi mano extendida sobre su rostro.

—Empezaba a preocuparme, ¿por qué no llegaste a la primera hora?— sin dar respuesta a su pregunta saco la prueba y se la doy, él la ve y sonríe.

—¿Por qué sonríes idiota?, dos líneas, ¿las ves?— señalo con el dedo índice —estoy embarazada, ¿qué no te das cuenta lo que eso significa?— lo cuestiono con un tono molesto, de su rostro no se borra la sonrisa y no deja de observar la prueba, es como si no reaccionara —Oye, ¿te encuentras bien?— lo cuestiono levantando su rostro me toma en brazos y me gira.

—¡VOY A SER PAPAAAAAAAAA!— grita a todo pulmón —¡Te amo, te amo, te amo!— me llena de besos, francamente no me esperaba esta reacción pero me hace sentir muy bien, yo también lo amo, mi temor se disipa de a poco.

—Serás tú quien se lo diga a papá— me pone en el piso y sonríe.

—Hoy mismo mi amor— continua abrazándome, no puedo creer que se encuentre tan feliz, tenemos cuatro meses de haber terminado y si nos acostamos hace un par de semanas atrás fue porque me encontraba vulnerable, bueno también porque lo extraño y lo sigo amando más que a mi misma.

—Estas loco, no perderé clases sólo para decirle a papá sobre mi embarazo— me escapo de sus brazos.

—Okay, se lo diré el fin de semana. ¡Te amo mi amor!— me abraza de nuevo y me da un ligero beso en los labios, escucho el timbre para la siguiente clase, lo empujo para que me suelte, con todo esto he pasado mi hambre por alto y camino al salón de clases.

—¿Qué no pretendes venir a clases?— sigue contemplando la prueba de embarazo —Por cierto lo tienes agarrado del lado donde he orinado— sonrío y él besa la prueba —¡Eres un cerdo!— digo con una sonrisa incrédula ante lo que acaba de hacer, me regreso a él y le arrebato la prueba, me atrapa por el vientre y se coloca de cuclillas para besarlo mientras habla.

—Te amo bebé y me haces el hombre más feliz del universo por estar creciendo allí dentro de la mujer que amo— besa nuevamente mi vientre y yo sonrío.

—No te escucha ignorante, ¿estás pasando de noche la carrera a caso?—sonrío pero me encanta que haga eso, sin duda será un extraordinario padre.

—No hagas caso mi amor, mamá aún no asimila la noticia pero te ama tanto como te amo yo— eso me enternece y me acaricio su rostro, cuando se coloca de pie frente a mí tomo su rostro con ambas manos y lo beso.

—Te amo Gabriel... los amo a los dos— me da un intenso beso.

—Te extrañe bonita— me estruja con fuerza —¿Nos vamos a clases?— me sonríe.

Durante el resto del día Gabriel no se despega de mi lado, me abraza y me besa a cada oportunidad que se nos presenta, trae una sonrisa que me hace sentir segura y amada, para él receso toda mi clase sabe sobre mi embarazo gracias a que Gabriel se la pasa acariciando mi vientre a menudo. Termina la clase y es hora del desayuno, yo muero de hambre.

—Muero de hambre— estiro mis extremidades en señal de cansancio y él se coloca de cuclillas frente a mí cuando aún me encuentro sentada.

—¿Qué quieren comer mis amores?— entrelaza sus dedos con los míos y su mano libre la mantiene sobre mi vientre —Es increíble que esté creciendo dentro de ti— suelta mi mano y rodea mi cintura acercando sus labios a mi vientre, lo besa una y otra vez, yo acaricio su cabello, cuando ve hacia mí me da un ligero beso —Gracias mi amor— sus hermosos ojos se posan en mí y noto la ternura con la que me ve, sonrío.

—Te amo— se coloca de pie y extiende su mano para ayudarme hacer lo mismo, me estruja.

—¿Ahora si aceptarás ser mi esposa?— me susurra al oído y yo sonrío.

—¿Ese era tu objetivo?— lo veo a los ojos.

—Vine a recuperarte pero salió mejor de lo planeado— sonríe y se acerca a mis labios para darme un beso.

Caminamos tomados de la mano hasta la cafetería, me siento tan completa a su lado que no me preocupa en lo absoluto estar embarazada, Isis nos agita la mano al vernos entrar para que nos sentemos con ellos.

—Un mes— expresa Lissandro en tanto me siento.

—No, dos semanas— veo hacia Gabriel.

—¿Les has dicho?— nos cuestionamos Gabriel y yo en unísono, él se sienta a mi lado con las piernas abiertas para dejarme en medio, me rodea con sus brazos.

—Son un par de tontos, no les tomes importancia— replica Isis.

—Por favor todos aquí pensamos lo mismo— comenta Damián pero continúo sin entender —Estamos apostando sobre cuánto durarán sin tener una discusión— Isis golpe el hombro de Damián de forma ligera y yo sonrío.

Gabriel se coloca de pie y después se sube a la mesa, le doy un tirón de la mano intuyendo lo que vendrá —¡AMIGOS...!—. Hace una pausa, llama la atención de más de uno de la cafetería —¡VOY A SER PAPÁ!— grita a todo pulmón y yo tapo mi rostro sonrojado.

Más de una persona aplaude dentro de la cafetería y Gabriel hace una señal de reverencia y agradecimiento aún trepado en la mesa, baja de un salto extendiendo los brazos, Fernanda es la primera en abrazarlo para felicitarlo mientras Damián viene a mí para abrazarme, me estruja y yo lanzo un pequeño gemido de dolor por el apretón.

—¡Hey, hey!— dice Gabriel dirigiéndose a Damián —¡Más cuidado, por favor!— lo señala con el dedo índice y yo sonrío.

******

Estamos en la casa de la playa de Gabriel, caminamos por todas partes para recorrer el lugar, aún no comprendo porque me ha traído aquí, entramos a una habitación vacía y espaciosa, me abraza desde la espalda recargando su barbilla en mi hombro.

—Podemos pintar las paredes de colores vivos para que le guste a nuestro bebé— sonrío, ahora comprendo, pretende que nos mudemos aquí, me giro hacia él.

—Perdóname por rechazar tantas veces tu propuesta de matrimonio— tomo su rostro con ambas manos, él se acerca para darme un ligero beso.

—Ya no importa, estamos juntos los tres ahora— besa mi frente y acaricia mi vientre.

—Hablaré con tus padres y los míos este fin de semana, después de ello espero que podamos mudarnos juntos.

—¿Qué haremos con la carrera?, no podré continuar con el siguiente semestre nuestro bebé nacerá en octubre y dejaría el semestre a medias.

—Lo suspenderemos por un año para después retomarlo juntos, cuando nuestro pequeño esté de varios meses para dejarlo con una niñera o con mi madre, le encantaría cuidar de él o ella. Podríamos adquirir una propiedad aquí y mamá mudarse a esta para cuidar de nuestro bebé— sonrío.

—¿Tienes todo planeado?— me cuelgo de su cuello y le doy un beso ligero.

Conversamos por horas planeando nuestro futuro que ya para nada será igual cuando nuestro pequeño esté con nosotros.

MI IMPERFECTA VIDA AMOROSA  Where stories live. Discover now