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Capítulo 24

Escrito por: Alendra Mac
Wattpad: AleMacAmor

Bajo de prisa al comedor, se me ha hecho tarde para ir al colegio, se supone que sería apoyo para repartir volantes para la clausura de la semana cultural.

—Artemisa, ¿no pretendes comer?— cuestiona mi madre desde el comedor, veo hacia ella y Gabriel se encuentra allí, hace dos días que no escribe y no me molesta en el colegio cuando nos encontramos en los pasillos, he tenido paz en estos días. Pero muero por verlo cada día aunque sea por un instante.

—Gracias mamá, comeré algo en el cole debería llegar antes que el resto de la comunidad estudiantil y voy tarde. Por cierto no vendré a comer me iré directo a la academia, Jhoa ha de estar furioso porque tengo una semana sin llegar.

—Ya veo que vas preparada para pasar fuera el día entero— ve hacia la maleta deportiva que sostengo, la acomodo en el piso para acercarme a ella y saludarla con un beso.

—Alana irá por mí hoy al colegio— tomo una manzana de la mesa para llevarla conmigo, veo nuevamente hacia Gabriel, es tan pero tan guapo, no puedo evitar dar un suspiro.

—Así que estarás en la academia, Armando, Jhoa y Alana, trío de desorientados tan perfectos— me acercó hasta mamá con una sonrisa.

—Los amas tanto como yo— le doy un beso en la cabeza.

—A Jhoa y Alana si, a Armando estoy muy lejos de ser aprecio por él— el comentario de mi madre hace que Gabriel no pueda evitar reírse y yo quiero calcinarlo con la mirada.

—¡Mierda! —digo al ver frente a ella, es el jefe de Alana, que carajos hace sentado a la mesa, estoy tan clavada con Gabriel que no he notado al buenísimo jefe de Alana, no hasta que lo tengo frente a mí.

—Eso es justo lo que trato de evitar cuando sales con esos tres— dice mi madre y yo aprieto los labios, sin apartar mi mirada congelada de... no tengo idea de cual sea su nombre. Él me sonríe.

—¡Hola... qué sorpresa!— me saluda con su sonrisa coqueta y atrae la mirada de Gabriel, me siento tan ridículamente expuesta, no tengo hacia dónde huir.

—Hola, si... pero yo estoy más sorprendida créeme— reacciono y tomo de golpe el jugo de mamá.

—¿Y de dónde conoces a mi hermano?— me cuestiona Gabriel, volteo hacia él, que pequeño es el mundo, ¿semanas atrás estuve coqueteando con el hermano del chico con el que me acuesto?, y he huido con él del antro después de casi volverme a acostar con Gabriel, voy muy de prisa detrás de los pasos de Alana, me siento tan promiscua. Me odio.

—En la empresa— responde "como se llame" con su coqueta sonrisa y sin quitarme la mirada de encima, mi querido Gabriel va de blanco a carmesí.

Soy tan tonta, el fin de semana deseosa que Gabriel supiera que me había ido del antro con un tipo buenísimo y ahora que lo tengo frente a mi muero de pena por haber coqueteado con su hermano, mi vida se convertirá en un completo desastre si no le piso el freno justo ahora.

—¿Empresa?, ¿qué hacías en la empresa de Fabio Aramburuzabala?— cuestiona mi madre.

—Alana es asistente de...— lo señalo con el dedo índice mientras agrando los ojos, no tengo idea de cual sea su nombre.

—Evans— responde con una sonrisa, mierda digo en mi mente, tiene que ser más incómodo, a este se le da genial coquetear —Es bueno saber dónde vives— sostiene su sonrisa y logra sonrojarme.

—¡Huuuuuy!... arderá Troya— enuncia Damián viendo a Gabriel con el rabillo del ojo.

—Adiós mamá, voy muy tarde, no vendré a dormir, me quedaré en casa de Nico— prefiero evitar a Gabriel durante el mayor tiempo, ya veo venir nuestra próxima discusión. Decido salirme antes de quedarme en el centro de la tormenta que se avecina.

—¿De Nico o Alana?— dice incrédula mi madre, sabe que hago locuras cuando estoy con ella y se que sigue molesta por mi tatuaje, ahora si hubiese tenido la oportunidad de leer lo que en el se encuentra escrito seguro estaría castigada.

—Nico, mamá, Nico— respondo a algunos pasos de ella.

—Mañana tienes colegio niña, no puedes dormir fuera— esa actitud impositiva de mamá la hace parecer odiosa aunque no lo sea.

—Mamaaaaaaá... despreocúpate Simón está en la cuidad, podré llegar temprano al colegio— respondo burlándome de mamá.

—¡Adiós familia!— dice Alexa mientras baja corriendo las escaleras, con lo nerviosa que estoy no había notado que no se encontraba a la mesa.

—¿También vas tarde?— la cuestiona Marcus.

—Papá voy muy tarde— sonríe
—¿Nos vamos hermanita?— me cuestiona y toma mi maleta del piso, yo sonrío y corro tras ella. Es correr o ser arrollada por la bestia de Gabriel, seguro hoy me hará problemas en el colegio me resigno a tener un día agitado después de saber que el jefe de Alana es su hermano.

«««««»»»»»

GABRIEL

Terminó con el desayuno y me levanto de la mesa agradeciendo la cordialidad de mi tío al invitarme a desayunar como habitualmente lo hace cuando mis padres están fuera. Le pido a Evans que me acompañe a mi coche antes de irme al colegio, me ha generado cierto desconcierto y molestia que conozca a Artemisa.

—¿Desde cuando conoces a Artemisa?— lo cuestiono con hostilidad, mientras me encuentro recargado al cofre de mi coche.

—¿Por qué?— me cuestiona sobándose la barbilla y con su estúpida sonrisa.

—Sólo es una maldita pregunta, es sencillo dime desde cuándo la conoces— digo alterado y molesto, él sonríe.

—Te hemos perdido mi querido hermanito— golpea mi hombro burlándose de mí —¡Tranquilo!, la conocí en la empresa como ella ha dicho y él fin pasado la he librado de alguien en un antro, tenía prisa en salir de él y la he dejado en casa de mi asistente— sonríe sereno mientras yo estoy ardiendo de enojo.

—No, no la has salvado de nadie, sólo la alejaste de mí aquella madrugada, gracias a ti no pude aclarar las cosas con ella— lo empujo por el torso, intento liberar mi ira y mi frustración, el imaginar que pudo pasar algo entre ellos me enfurece aún más.

—Tranquilízate Romeo, entre tú Julieta y yo no pasó nada— me tranquiliza saber que no ha pasado nada entre ellos, de lo contrario yo no pensaría en intentar nada más con Artemisa y lo que siento por ella no es tan fácil de hacer aún lado —Y si te interesa tanto no permitas que se le meta la loca idea de salir de un antro en la madrugada para tomar un taxi, cuida mejor de ella— me guiña un ojo —Ahora ve con ella y lo que haya pasado el fin de semana arréglalo y deja de estar sufriendo por no estar a su lado, es muy bonita y se ve que es una chica que vale la pena— golpea mi hombro para animarme a hablar con ella, yo sonrío y subo a mi coche, mi hermano se asoma por la ventanilla —Lo lamentable es que hemos perdido a un soldado— palmea mi hombro y ríe alejándose para que conduzca.

Me siento intranquilo y muy ansioso por querer aclarar las cosas con ella, esta vez no dejaré nada a la deriva, hablaremos cada detalle para no volver a terminar, la quiero conmigo y no dejaré pasar ni un solo día más para reconciliarme con ella.

MI IMPERFECTA VIDA AMOROSA  Where stories live. Discover now