Cap. 14

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En este momento la lluvia caía por mi cara, mientras el aire frio salía de mi boca en un suspiro. Estaba a punto de llegar a un estado de hipotermia. ¿Lo peor? Selena no estaba a mi lado. ¿Cómo llegue aquí? Un fácil y larga historia…

5 horas antes…

Estaba en la mansión, después de haber pasado la noche con Selena, decidí venir a casa y tomar una ducha y después descansar un poco. Había dormido tres horas sin siquiera moverme.

Por más que intente, no pude dormir estando con Selena, las pesadillas eran abundantes y el miedo me inundaba de tan solo pensar que lo que hago, me alejaría de Selena. Y eso no puede pasar.

Me dirigí a la cocina somnoliento mientras pasaba mi mano por mi largo cabello. Ha crecido mucho, tal vez debería cortarlo o simplemente dejármelo crecer aún más. Entre a la cocina y abrí el refrigerador en busca de algo para comer, nada. Entonces mi mirada se dirigió a la barra de la cocina donde se encontraba mi iPhone vibrando, al lado de mis llaves.

Me acerque y lo tome, abriendo un mensaje de texto que me había llegado.

Buenos días. –Selena.

Sonreí ante el mensaje y lo seleccione para contestar.

Buenos días, princesa. –Harry.

Lo envió y mire en la alacena por algo preparado, nada. Entonces me gire y le sonreí burlonamente al iPhone, creando un nuevo mensaje.

¿Tu hermano esta en casa? –Harry.

A los minutos el teléfono vibro y abrí el nuevo mensaje.

No. –Selena.

Entre en mi habitación y después de tomar una ducha me vestí con unos vaqueros negros, una camiseta blanca y un gorro verde junto a mis Converse verdes, me lave los dientes y entre a la cocina escribiendo un nuevo mensaje para Selena.

Voy en camino. –Harry.

Tomé las llave y baje al aparcamiento, subí a mi camioneta y conduje hasta el apartamento de Selena. Al aparcar frete a este, me baje, no sin antes tomar un ramo de rosas blancas que había comprado en el camino y después de que el ascensor me dejara en el piso correcto, toque tres veces la puerta.

Al fondo se escuchó la voz de Selena gritando que ya vendría y al abrir, me topé con una gran sonrisa que produjo un claro escalofrió por toda mi columna.

–Hola. –Dije pasando y dejando un suave beso en sus labios. Le entregué las rosas y esta las colocó en un jarrón con agua. Se acercó y me dio un beso.

–Hola. –Se separó un poco y sonrió.

–Hoy, hace un mes nos conocidos. –Dije recordando aquel día mientras sonreía como tonto.

–Lo sé. –beso mis labios y rodeo mi cuello con sus brazos. Y en un suave movimiento tiro de mi labio inferior. Cerre los ojos y entonces el recuerdo del disparo, me hizo alejarme de golpe. Selena me miro confusa e intente fingir que no pasaba nada, ya era tarde.

–Dime…– trató de obligarme a hablar, minutos más tarde.

–No es nada– suspiro tratando de calmar mi respiración agitada.

–Vamos… Dime. Puedes confiar en mí.

¿Puedo? Si, si puedo. Pero no, no ahora.

–Lo sé cariño. No es nada ¿sí? –dije ya más calmado.

–Bien. –sonrió pero era más una sonrisa triste. Esto me incomodaba, no poder decirle a Selena lo que es de mi vida, por miedo a perderla, yo… yo no podría soportar un día sin ella, no podría.

Maniac |H. S.|Where stories live. Discover now