Maniac |H. S.|

Cap. 10

Harry continuó conduciendo por la autopista a gran velocidad, haciéndome sudar. Giraba en las curvas como loco, mis manos comenzaron a sudar.

– ¡Harry! –Grité como loca –Detente.

Harry pareció no escucharme, aceleró más aun, haciéndome moverme en todo el asiento del copiloto.

– ¡Harry! ¡Basta! ¡Para!…Lo siento ¿sí? ¡Lo siento! –Una sonrisa se curvó en sus labios y frenó bruscamente, acercándose a mí.

–Ups– dijo burlón mientras yo me sostenía fuertemente del asiento. Lo mire fulminante mientras recuperaba la respiración.

–Idiota– susurre.

– ¿Qué dijiste? –preguntó acelerando.

–Nada, nada.

 Harry giró en dirección a lo que parecía un pueblo fuera de la ciudad y después de unos minutos estabamos frente a un portón negro con la letra R en el. Dos hombres vestidos de negro se acercaron al auto por ambos lados y Harry bajo los vidrios, estos le hicieron una mueca de saludo a Harry y abrieron el portón en dos, dejando ver un estacionamiento frente a un hermoso jardín. Nos bajamos del auto después de aparcar.

Frente a nosotros se encontraba un jardín, no era muy grande, pero si lo suficientemente acogedor para los dueños, con bancas al final y un camino que conduce al bosque. Pero detrás de este se encontraba una enorme mansión, de grandes ventanales y un aspecto rústico que llamaba la atención, se podría decir que las personas que viven aquí, tienen una distracción.

A medida que nos acercábamos más a la puerta gigantesca, mi corazón latía fuerte hasta que se paró en seco al oír el ruido de un águila. Aspire, intentando devolver a mi cuerpo algo del aire perdido. Harry sólo me miraba impaciente y con una gran sonrisa.

–Espera aquí –dice corriendo hacia la parte de atrás de la casa. Me giro a todos lados y mi sospecha se vuelve realidad.

Estoy sola.

– ¡Buh! –dice detrás de mí haciéndome saltar. Por un momento creí haber dejado mi corazón en el suelo. –Vamos– me tiende la mano y la entrelaza con la mía mientras nos adentramos en la casa.

Su aspecto por dentro es totalmente moderno, hermosos pisos de madera claro, a mi izquierda logro ver la sala y es a donde Harry me conduce, hermosos muebles color crema, de ambos lados de la sala, frente a una chimenea y encima de esta una pantalla gigante.

Sonrío ante la idea de vernos a Harry y a mí, sentados en el sillón mientras vemos películas en esa TV con la chimenea, dándonos calor. Me ruborizo por mi último pensamiento y Harry parece notarlo, se acerca a mí con una sonrisa y me besa suavemente la mejilla.

–Vamos– continuamos caminando y me vuelve a llevar a ese salón vació, acercándome a unos ventanales al final que daban una hermosa vista al lago.

Por un momento miro hipnotizada el paisaje, pero él solo me mira a mí. Esos hermosos ojos verdes esmeralda me miraban a mí.

¡A mí!

Lo miré y este me dedicó una sonrisa y se acercó suavemente a mis labios dejando un pequeño beso. Se alejó sin dejar de mirarme y por un momento quedamos hipnotizados el uno con el otro.

¡Deja de mirarlo! –dice mi subconsciente.

Sh –dije mentalmente.

Me acerqué nuevamente a sus labios, y los atrapé en un suave beso, Harry no tardó en seguirlo y rodeo mi cintura con sus brazos, sus labios apresuraron el beso, mordiendo mi labio inferior. Rodee su cuello con mis brazos y  lo acerqué más a mí.