❁; ➥ 🆃🅾🅺🆈🅾 🅶🅷🅾🆄🅻 『◈Ｏｎｅ Ｓｈｏｔｓ◈』

❁; Kishō Arima

◈༄ ❝ No Quiero Enamorarme De Él ❞

Escuchó como algo detrás de ella se rompía, dió un pequeño salto y rápidamente se puso en guardia, miró muy fijamente la pared de donde provenía el ruido y pronto su ceño se frunciría con levedad, había creído escuchar claramente algo pero al parecer no era más que sólo su imaginación, estaba a punto de retomar su camino cuando un brazo rodeó su garganta evitando su paso y ahogándola en el proceso, unas manos tomaron sus muñecas para evitar que hiciera algo que dañara al que la retenía. Se removió entre incómoda y molesta, gruñendo como un animal, más sin embargo ya no había forma de que la dejaran ir, ni por las buenas ni por las malas, en su mente pasaba que su atacante estaba pensando en asesinarla ahí mismo, y ella lo sabía perfectamente, por más que lo supiera no tenía miedo alguno sino una rabia tremenda hacía ese hombre.

— ¡¿Qué cojones te pasa?! ¡¿Acaso no sabes tratar a una puñetera mujer?!

Arima rodó los ojos ante las palabras de la menor, no se esperaba que las tuviera tan grandes como para responderle de esa manera tan irrespetuosa y grosera, pero vamos, había estado detrás de la Ghoul más buscada y peligrosa de la ciudad como para recibir sólo eso, como mínimo debía de esperarse un roce mortal de su Kagune o verla ya transformada en su ya famosa forma de una Kakuja, sin embargo se topó sólo con una niñata respondona que claramente tenía más intenciones de ofenderle que de matarle ¿De verdad era Kodokuna Tamashī? Simplemente no se lo podía creer.

— ¿Acaso debo de preguntarte cómo te gustaría que te traten?

El gruñido que soltó la muchacha ahora sí pareció de humano, se notaba disgustada con aquella pregunta irónica y llena de sarcasmo, desde esa posición le miró un par de segundos por encima del hombro y desde arriba antes de hacer su siguiente movimiento, no quería pelearse ahí en ese callejón que daba a una calle principal, seguro llamaría la atención y no estaba en una buena posición para ello, pero igual deseaba desquitarse por la forma tan brusca en la que habían logrado inmovilizarla, apenas la idea se le cruzó por la cabeza le escupió la cara, el mayor puso cara de disgusto antes de mirarla con esos ojos fríos y sin ninguna expresión.

— Suéltame, no quiero que me toques, quiero que me dejes morir con dignidad.

— Uhm. . .  No te toco porque quiero.

« El orgullo primero, ¿Eh, cuatro ojos?. » Pensó la joven.

— No es excusa, si hubieras querido hacerlo lo hubieras hecho ya.

La Ghoul tenía un buen punto, uno que daba a demostrar el estado actual de Arima, pues comenzaba a creer que su interacción con Kaneki Ken comenzaba a hacer efecto en él, pues así como Kaneki demostró lo humano que era dejándose capturar quería que ella hiciera lo mismo, quería ayudarla como lo hizo con el ahora Haise Sasaki, pero no. . .  [T/N] [T/N] era peor de lo que esperaba; terca, altanera, orgullosa y peligrosa, aunque por supuesto, hermosa, muy hermosa.

La joven se removió se manera brusca y por fin consiguió liberarse del agarre del Segador de la CCG, le miró mal y seguidamente se alejó un poco más, estaba deseando escapar pero estaba segura de que Arima Kishou no estaba solo, seguramente el área estaba rodeada por palomas que guardaban sus identidades como civiles, Arima no era tonto y sabía perfectamente como despistarla para poder tomarla de sorpresa, ¿Y de dónde viene este pensamiento? Su deducción fué sacada gracias a que no vió rastros de investigadores, de ahí que estuviera tan confiada caminando por callejones oscuros, y por supuesto que si va a cazar a alguien tan peligrosa como ella debía tomar sus precauciones y evitar muertes de civiles tan descuidadamente.

— ¿Por fin vas a dejarme tranquila o qué?

El albino resopló, no podía dejarla tranquila aunque quisiera, su deber era erradicar a todos los Ghouls para así limpiar Tokyo, y mas sin embargo en ese momento estaba dudando, ¿Razón? Él sabía que [T/N], a pesar de toda esa rudeza y agresividad que se cargaba, era más humana que nadie, si hay un suceso que más le marco es el momento en el cual la [C/C] protege a una humana, más específico, a una niña pequeña que en ese instante estuvo a punto de ser deborada por su compañero, la ahora mujer joven era una puberta en ese tiempo y a pesar de ser muy joven no le importó arriesgar su vida para salvar a esa infante, quizás porque estaba muy frágil al perder a alguien importante pero eso no era relevante, lo había hecho.