—¿Por qué quieres casarte ahora, Ky? —Eliott negó con la cabeza. —Somos jóvenes. El matrimonio es algo serio.

—¿De verdad me estás sermoneando sobre el matrimonio? —Kybett se indignó, notándose más furiosa con cada palabra que decía. —¿Tú? ¿Tú que te vas a casar con Hazz tan rápido como esto acabe? ¡Tenemos la misma edad Eliott! No me jodas.

—¿Hazz y tú se casarán? —Wivenn abrió los ojos con sorpresa. —¿Cuándo se volvió seria su relación? Pensé que solo tenían sexo y ya.

—Wivenn, lo que escuchas en esta conversación es privado, así que mantenlo contigo. Además no tengo que darte explicaciones sobre mi vida. —Eliott le lanzó una mirada fría.

—Sí, Hazz y Eliott solo tenían sexo —le respondió Kybett, ganándose una mala mirada por parte de Eliott—, pero ella es la única que podía salvarme de casarme con él. Así que se volvió formal en cuanto ella aceptó por mí soportar la carga de ser su esposa.

—En primer lugar, solo tuvimos sexo dos veces, ¿de acuerdo? No se repetirá una tercera vez —defendió Eliott—. En segundo lugar, eso no importa. Mi situación con Hazz es distinta a la suya. Yo no tengo opción y lo sabes, Kybett. Ustedes sí. ¿Por qué tienen la necesidad de ir tan rápido? Pueden esperar a casarse en un tiempo. Dentro de unos años yo estaré más que dispuesto a casarlos, lo prometo.

Eliott no estaba siendo completamente honesto con ellos. A decir verdad, no le interesaba tanto el momento en el que Kybett se casara, esa era su decisión y él la apoyaría mientras ella estuviera feliz. Lo que estaba causando un conflicto en su interior era que si ella se casaba, él podría perderla.

Se escuchaba como una estupidez y sabía que si lo externaba Kybett se burlaría y lo negaría. Pero en cuanto ella se casara, él sabía que ella decidiría mudarse con Wivenn. La conocía demasiado bien como para no saber lo que haría a continuación. A pesar de que seguirían siendo amigos, todo cambiaría para ambos. Ella significaba demasiado para Eliott. Renee era la única otra mujer que podía acercarse a tener el cariño que Eliott sentía hacia Kybett, pero con ella era... distinto. Renee de una manera u otra se terminaría alejando de Eliott, a lo que Kybett, nuevamente, sería la única persona en la que se sentiría en confianza. No obstante, si se casaba, Eliott no tendría a ninguna, y eso era más doloroso de lo que se podía imaginar.

—Eliott, en vez de pedirnos explicaciones a nosotros, —Kybett suavizó su voz—mejor explícanos tú la razón por la que no quieres casarnos. Este no eres tú. Me has apoyado en todo a lo largo de mi vida. En todo. Las personas siempre te han tomado como alguien indiferente, pero yo sé que no es así. Te conozco, eres mi mejor amigo, jamás has sido indiferente en lo que concierne a mí. ¿Qué sucede?

Eliott miró a Wivenn. Le estaba siendo incómodo expresarse frente a él, sin embargo, intentó no pensar en ello cuando habló.

—Si ustedes se casan, yo... me quedaré sin mejor amiga. —Kybett y Wivenn se echaron una mirada que Eliott no comprendió. —Has estado conmigo desde que tengo memoria, Ky. Eres todo lo que tengo.

Como bien predijo, Kybett se rio.

—No estarás solo. Tienes a Renee.

De todas las palabras que Kybett pudo haber elegido, dijo esas. Eliott no comprendió la razón.

—¿De qué hablas? —Eliott frunció el ceño. —No ha pasado ni un mes de conocer a Renee. Ella pertenece a la Colonia Veintisiete, con su familia. No va a estar conmigo de la manera en la que tú has estado. Renee no tiene nada que ver en esta situación.

Expediente 512 (I)Where stories live. Discover now