Capítulo 24

355 60 10
                                    

Narrador (🙂)

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

Narrador (🙂)

Emma necesitaba soltar, soltar todo aquello que no le permitía avanzar hacia Dios. Días después fue a la Iglesia y como todos los días se sintió bienvenida.

La Pastora Amalia comenzó orando.

—Hoy hablaremos del perdón—menciono su esposo, el Pastor Hugo al tomar el micrófono. —Si tienen un cuaderno en donde apuntar como título pongan: "El poder del perdón."—dijo extendiendo sus manos hacia los lados.

—Qué bueno que trajimos cuaderno. —mencionó Eli.

—Sí, es muy importante, si Dios te habla lo puedes apuntar. —agregó Nico a lo cual Emma accedió inclinando la cabeza. Tenían Razón. «"El poder del perdón."» pensó Emma mientras colocaba el título. «Señor, justo lo que necesitaba.»

—Comenzaremos abriendo nuestras Biblias en Mateo capítulo 18.

Emma estaba abriendo su Biblia cuando a lo lejos vio a Alex caminando hacia la salida. « ¿Ya se va Alex? » pensó frunciendo el ceño. «Talvez surgió un pendiente. » razono restándole importancia para concentrarse en la predica.

—Observemos la pantalla. —dijo el Pastor Hugo señalando la pantalla detrás de él. —Jesús les hablaba a sus discípulos y en el versículo 18 él les dice: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo." —dijo haciendo una breve pausa.

— ¿Que entienden en este versículo? —pregunto haciendo una breve pausa.

«Es un poco confuso» pensó Emma leyendo nuevamente el versículo.

— ¿Confuso, no?, pero esta enseñanza es para todos, desde el más pequeño hasta el más grande. Nuestro corazón es receptivo, cuando tú y yo nos equivocamos por más mínimo que sea el error nuestro corazón nos lo hace saber. —Menciono colocándose la mano en el corazón.

«Así es.» Medito Emma un momento. «Lo sentí después de dejar a Eunice en la sala, permitiendo que a altas horas de la noche manejara sola estando embarazada.» pensó Emma.

Después de un momento para meditar el Pastor siguió. —"Lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo." — dijo señalando hacia arriba con su dedo índice. —Cuando tú y yo tomamos la decisión de no perdonar a alguien ese rencor y enojo queda atado a nosotros tanto aquí en la tierra como en el cielo. Sin embargo, Dios nos da la oportunidad de despojarnos de ello. —dijo sonriendo y continuando la lectura. —"Todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo." —Camino un poco, para que la Iglesia pensará en lo que habían leído y continúo. —Cuando tú y yo decidimos perdonar todo aquel rencor y enojo desaparece, ya no está atado a nosotros. Perdonar trae libertad. —dijo extendiendo su mano izquierda desde su corazón hasta el cielo. — ¿Ven el poder de perdonar?

Fría espiritualmente ©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon