one for the road -Jhs

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Si hay algo que Hoseok ama de Jiyeon, es lo terca que puede llegar a ser.

Como ella diría cualquier cosa para tener la razón. O cómo haría lo que pueda para tratar de escabullirse de algo que no le gusta ni la hace sentir cómoda.

Es por eso que ni siquiera está remotamente sorprendido al escucharla entrar a la habitación resoplando y cayendo sobre la cama con un suspiro dramático. Simplemente está luchando con su cabello, tratando (y finalmente fracasando) de contener los rebeldes mechones, colocando un rizo detrás de su oreja cuando ella le habla.

—Hoseok, ¿realmente tenemos que ir a ese restaurante tan excéntrico esta noche? ¡Podemos quedarnos en casa y yo haré la cena! —

No puede evitar reírse, con una sonrisa tirando de sus labios mientras sacude la cabeza y se da la vuelta, saliendo del baño. Jiyeon está tendida en la cama, con su largo cabello despeinado mientras mira al techo. La falda del vestido mangas largas de color verde oliva que eligió para esta noche ahora se arremolina alrededor de sus muslos mientras cuelga los pies sobre el borde de la cama.

—Supongo que podemos quedarnos. Quiero decir, sólo pensé que sería un buen regalo para ti. Además, sé cuánto amas la pasta de allí. —

Luchando con los puños en la camisa, él sonríe triunfante mientras finalmente logra abrocharse el cierre del Rolex que Jiyeon le había dado para celebrar su tercer aniversario.

—Además, te ves tan hermosa esta noche, me dan ganas de presumir lo bonita que eres. — Con un guiño irónico, se aleja del espejo y camina hacia los pies de la cama.

Lentamente Jiyeon se sienta, un puchero prominente en su cara cuando él se inclina más cerca. Sujetándola de la mandíbula, sintiéndola instintivamente moviéndose a su toque, Hoseok dejó que sus dedos rozaran la suave piel, cuidando de no arruinar el maquillaje hábilmente aplicado antes del berrinche.

—Sé que te preocupa que alguien nos vea, pero salgamos y tengamos una buena comida para celebrar. Después podemos hacer lo que quieras, amor. Lo prometo. — Su expresión se suaviza ante sus palabras cuando Hoseok finalmente las sella con un dulce beso.

—Está bien. — Se arrepiente cuando se separan. —Pero sólo si prometes ser un poco tímido hoy. Quiero ser la escandalosa esta vez. —

—Supongo que puedo hacer eso. — Él murmura antes de desaparecer en el armario para vestirse.

Veinte minutos más tarde, él finalmente está listo para irse. Si bien estuvo tentado de probar los límites de Jiyeon, dejando bastante de la camisa sin abrochar, decidió no hacerlo, queriendo irritarla de diferentes maneras que no esperaría. A pesar de que había sido conservador con la cantidad de accesorios expuestos por la noche, aún puede ver el efecto que tiene todo el atuendo negro sobre ella cuando pasa bruscamente más allá de donde estaba parada en el vestíbulo.

—¿Hay algo en tu mente, cariño? ¿Te comió la lengua el gato? — Ronronea, sentándose en el escalón inferior para ponerse las zapatillas.

—No puedes... Tú sólo...— Ya está tan visiblemente nerviosa, y eso hace que su corazón se acelere porque todavía tiene ese efecto en ella después de todo este tiempo. —Cómo haces eso...—

—¿Hacer qué? Sólo es una camisa blanca con un blazer y pantalón a juego. — Murmura mientras se levanta.

—Incluso mantuve nuestro pequeño acuerdo y abotoné la camisa más de lo que me gustaría. —

Quitó el saco del perchero y se lo puso con facilidad, asegurándose de que el pañuelo estampado se asiente en su cuello justo cuando levanta la vista.

Velvet~ BTS One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora