50.- Epílogo

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—No puedo creer que mañana sea el día.

Dongpyo bajó la cabeza avergonzado. Su amigo Hyungjun, el único que era lo suficientemente importante como para contarle sobre el matrimonio, no podía dejar de recordarle emocionado el evento del día siguiente.

—Sabes que no es una boda como tal —se quejó—. El matrimonio entre personas del mismo sexo no está permitido aquí —hizo una mueca.

—¿Y eso qué? —dijo mirando la taza de té que estaba tomando—. ¿Lo hace acaso menos real?

Dongpyo no supo realmente cómo contestar, por lo que su amigo continuó.

—Tratándose de Seungwoo hyung, no creo que todo se limite a un simple papel notarial. Parece ser más como.... una declaración y promesa de un futuro juntos —hizo una pausa antes de murmurar—. Es tan lindo...

—¿Mi novio? —preguntó alzando una ceja.

Hyeongjun lo miró un segundo antes de largarse a reír. Su amigo era celoso, o inseguro, lo que a su parecer era un divertido sinsentido.

—También —contestó cuando se calmó—. Pero me refería al gesto.

—Solo le gustas porque eres lindo y no puede resistirlo —se quejó sacándole la lengua.

—Sirve para mi si puedo encontrar a alguien como Seungwoo hyung —tomó un sorbo de té ante la mirada analítica de su amigo—. Pero creo que ustedes tres han encontrado a los únicos chicos que verían a alguien más allá de una cuenta bancaria.

—Le gustas a Wonjin hyung —le recordó.

—Ah, hyung —hizo una mueca—. Hyung solo se preocupa por el baile, y cuando tiene tiempo por Jungmo hyung, Hyunbin hyung, Minhee... —suspiró—. Creo que merezco algo mejor que eso.

Dongpyo miró a su amigo con algo de pena. Él no creía, él sabía que merecía algo mejor.

Había conocido a Hyeongjun en su segundo año de secundaria cuando se había transferido desde su ciudad natal. El chico había llamado de inmediato la atención debido a su encanto natural y la linda forma en que cometía errores al hablar, pero con el tiempo y la dificultad que tuvo para dejar el acento de su tierra, solo las burlas continuaron. Y bueno, los múltiples intentos de ligar con él de chicos que creían que lograr corromper al lindo muchachito sería un buen antecedente en sus caballerosos expedientes.

Y Dongpyo no podía dejar de verse un poco en él. Porque Hyeongjun también había perdido a sus padres, quedando al cuidado de sus tíos que en realidad no lo cuidaban y que se habían acabado la herencia que sus padres le dejaran. Por eso había huido, porque buscaba ser más y mejor que sus tíos, y eso solo podía lograrlo en la capital. Y aunque eso le hubiera traído dificultades, él no dejaba de sonreír. Y Dongpyo lo admiraba por ello.

Por eso el decía que si. Que su amigo, definitivamente, merecía algo mejor que eso.

🌸

—Prometeme que te vas a quedar a mi lado.

—¿Por qué? Dijiste que esto no era una boda de verdad. Ni siquiera vas de blanco completo... tampoco es como que fueras tan descarado para hacerlo.

Hyeongjun se burló de los nervios de su amigo.

—Pues déjame decirte que esto se siente muy, muy real —dijo con el ceño fruncido—. Y no hagas esas bromas frente a mi hermano. Sé que lo sabe, pero no espero que tolere que se lo mencionen.

El contrario solo se rió de su amigo. Por supuesto solo estaba bromeando con él, con la vana esperanza de que se relajara. Alguien golpeó la puerta antes de que pudiera decir algo más.

Chaebol (SeungPyo-WeiShin-SeByung)Där berättelser lever. Upptäck nu