Chaebol (SeungPyo-WeiShin-SeByung)

20.-

Wooseok casi podía sentir un sonido como un pitido en su oído. Su cuerpo se movió solo, se levantó del sillón, mirando fijamente al mayor.

—Estás diciendo... —murmuró aún en shook—. Estás diciendo que... —comenzaba a salir de su trance—. ¡¿Han estado jugando con nosotros?!

Dongpyo se mantenía con los pies sobre el sillón y las piernas junto a su pecho, había llevado ambas manos sobre su boca, totalmente sorprendido. Sejun no estaba en mejor estado, miraba la escena como si no estuviera ahí, como si todo eso no le afectara a él, y su cerebro parecía no procesar del todo la realidad.

—Nadie aquí ha estado jugando, Wooseok —dijo Seungwoo tratando de sonar tranquilo.

—¡¿Que nadie...?! —bufó furioso—. Estás diciendo que planearon todo desde el inicio, ¿y dices que no estaban jugando? ¿En serio crees que somos tan estúpidos?

La rabia de Wooseok era palpable. Parecía un león enjaulado, se movía hacia un lado y el otro y parecía no encontrar las palabras para expresar completamente su enojo. De pronto se quedó quieto, mirando con fuego en los ojos al mayor. Se giró para encontrarse con Dongpyo y Sejun.

—Vayan a buscar sus cosas, nos vamos ahora.

—No seas ridículo, Wooseok. Es media noche y tienen que cruzar la ciudad para llegar a su casa —habló Jinhyuk por primera vez.

—Tú no me hables —dijo con dientes apretados mientras lo encaraba—. Incluso la calle es un lugar mejor que éste —comentó antes de caminar hacia la habitación.

Pero no pudo dar dos pasos antes de que Jinhyuk se pusiera frente a él para impedirle continuar. Por alguna razón, se veía más grande e imponente que de costumbre.

—Vuelve a tu asiento, Wooseok. Aún no terminamos —dijo con un tono totalmente frío.

—¿O qué? ¿Me vas a golpear? —hizo referencia a su ataque de hace unos días.

—No te voy a golpear —dijo con dientes apretados—. Pero te arrastraré de regreso a tu lugar si no quieres hacerlo por tu cuenta.

Dongpyo gimió asustado, acercándose a Sejun, quien le tomó la mano. Byungchan se había mantenido como espectador, pero en ese momento se puso de pie y le dio un golpe en la espalda a Jinhyuk.

—Los estás asustando, hyung —dijo con el ceño fruncido.

Jinhyuk miró al menor y suspiró, dejando ir toda la rabia que había acumulado. Regresó a su sillón, llevándose una mano al puente de la nariz y recargando su cabeza en el respaldo.

—Por favor, hyung. Tienen que saber toda la historia antes de decidir qué hacer —Byungchan miró a Sejun por un microsegundo.

—Wooseok, por favor, solo... vamos a escuchar —pidió su compañero, sintiéndose débil y estúpido ante la mirada del menor.

El nombrado lo miró como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar, pero al ver la mirada de dolor en los ojos de Sejun, solo pudo mirar el techo y dejar ir todo el aire de sus pulmones. Regresó al sillón, sentándose junto a su hermano.

—Bien, terminen —dijo con dientes apretados, sintiendo la mano del menor sobre su hombro.

Seungwoo lo miró tratando de entenderlo, pero era imposible en ese momento. Decidió continuar.

—Escuchamos de ustedes antes de conocerlos. Por supuesto, siempre es motivo de cotilleo cuando ingresa algún becado, y esta vez era más interesante, porque eran dos que al parecer se conocían. No es algo muy común —explicó—. La verdad es que no estábamos tan interesados como el resto del establecimiento. Después de tanta gente ya casi parecía que no íbamos a conocer a nadie distinto. Excepto que ustedes lo eran. Nosotros lo sabíamos y parece que los demás también, porque decidieron que más entretenido que jugar con ustedes era simplemente acosarlos y hacerles la vida imposible. Nos tomamos un tiempo antes de decidir si acercarnos o no —pausa—. Después de darle varias vueltas al asunto, creímos que valía la pena el riesgo.

Hizo una pausa y los miró para ver si lo seguían.

—Pero antes de poder hacer algo, Sejun fue atacado... solo porque sí. Y no sé si te diste cuenta, pero no te defendiste —dijo mirando al nombrando—. Iba a ayudarte en ese momento, pero supongo que Byungchan fue más rápido. Y podrían no saberlo, pero después de eso fuimos abordados más de una vez, porque querían saber qué era tan interesante en ustedes como para que nosotros, que nunca nos interesamos por nadie, los defendiéramos —pausa—. Y lo siento, porque quizás hicimos el juego más divertido para ellos, que pudieron dejarlo después de la primera pelea, pero que se esforzaron más al vernos comprometidos —suspiró—. Así que comenzamos a tener un ojo sobre ustedes en todo momento, porque incluso si esa era nuestra idea original, ahora se hacía realmente necesario.

Se detuvo un momento para marcar el inicio de una parte importante de la historia.

—Luego conocimos a Dongpyo, ¿sabes cómo? —miró a Wooseok—. Ellos lo vieron antes, cuando tú estabas con él. Y debieron creer que sería una buena forma de lastimarlos a través de él. El día que lo encontré, en realidad había ido a buscarlo, y ellos también —miró al menor que tenía el miedo reflejado en sus ojos—. No podíamos dejar que siguieran avanzando, se estaban pasando de la línea —pausa—. Pero nosotros tampoco podíamos seguir arriesgandonos solo con nuestras suposiciones, necesitábamos algo concreto. Y los llevamos a esa fiesta.

Hizo una mueca por la cara de espanto del menor, la palidez de Sejun y cómo Wooseok parecía querer interrumpir.

—No me mires así, no íbamos a dejar que nada les pasara, te dije que no estábamos jugando con ustedes —suspiró—. Solo queríamos saber qué harían. Muchas de las personas que no están acostumbradas a esos lugares... se drogan para no ser menos y estar a la par de la gente con algo de poder. Por supuesto, no es una decisión inteligente si no tienes el dinero para costear el nivel de lo que se mueve ahí —hizo una pausa—. Y aunque muchos se drogan, la mayoría prefiere acostarse con alguien. Los hombres quieren embarazar a las chicas y ellas quieren quedar embarazadas, ya sabes, cualquier cosa para amarrar a alguien —bufó—. Como si ese tipo de gente tuviera escrúpulos o problemas con los abortos o con atacar a una chica indefensa para que pierda el niño que podría arruinarles un futuro "prometedor" —negó con la cabeza—. Y sé que fue estúpido, pero teníamos que ver con nuestros propios ojos que ustedes no serían así —sonrió casi con pena—. Por supuesto no nos defraudaron —miró a Sejun—. Y que alguien se haya emborrachado solo prueba que son demasiado ingenuos como para moverse en ese mundo —pausa—. Eso era todo lo que necesitábamos. Y lo teníamos. El resto es historia —pausa—. Jugársela por ustedes valía toda la pena del mundo. 

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NOTAS: No sé si esto es bueno o malo, pero repito. Por ahora, solo sabemos de Seungwoo *se esconde en su cueva*

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