Especial I

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Seungwoo empacó todo lo que pudo en una maleta. No era demasiado, porque no había nada que quisiera llevarse de ese lugar, pero incluso si no lo quería, habían cosas que necesitaba, como su ropa y útiles de aseo.

Salió de aquel lugar al que solo por costumbre llamaba casa y se subió a un taxi con la firme convicción de que nunca volvería a ese lugar... a vivir así.

🌸

—¡¿Qué quieres decir con que...?! —Jinhyuk hizo una pausa intentando calmarse—. ¡Se supone que el inconsciente soy yo!

—Apoyo totalmente a Jinhyuk hyung —intervino Byungchan.

El mayor solo suspiró. Sabía que sus amigos pondrían el grito en el cielo cuando les contara que había invertido todo su dinero. Y no es que se fueran a molestar, solo se preocuparían. Y con razón.

Se dejó caer de espaldas en la vieja cama de la habitación que alquilaba solo para mirar a su alrededor. El lugar era tan pequeño que solo alcanzaba para una cama y un escritorio junto a esta. No solo eso, era oscuro, frío y olía a humedad, y por la noche era realmente lóbrego y tétrico. Era obvio que la casera había hecho más piezas y menos baños de los permitidos en esa antigua casa. Aunque tampoco podía quejarse con lo poco que pagaba, porque estaba seguro que no encontraría otra habitación más barata o en mejores condiciones por tan poco dinero.

—¿Qué piensas hacer, hyung? —Jinhyuk se recostó a su lado seguido de Byungchan.

El mayor no tuvo otra forma de contestar que no fuera con un suspiro. Sabía lo que quería hacer, pero era difícil decírselo a alguien más. No solo porque era complicado de explicar, también lo era de entender.

—Está bien, no importa —Byungchan intentó cambiar de tema—. No importa si no consigues lo que quieres o si pierdes tu dinero, de todos modos nos quedaremos aquí contigo.

El menor se enterró en el pecho de Seungwoo y éste le acarició la cabeza. No sabía si era muy ingenuo o demasiado bueno para este mundo, pero tenerlo entre sus brazos sabiendo que Jinhyuk estaba a su lado era suficiente para él.

🌸

—Eso es... algo grande —murmuró Jinhyuk.

Seungwoo contestó con un asentimiento. Sabía la magnitud de lo que había dicho.

Había invitado a sus amigos a cenar con él en Nochebuena por la simple y sencilla razón de que eran todo lo que querían y tenían. Estaba seguro que sus padres, así como los de sus amigos, estaban en alguna fiesta de la alta sociedad o haciendo claridad, fingiendo que podían preocuparse y cuidar de otros cuando no podían encargarse ni siquiera de su familia.

Habían cenado lo que él mismo había preparado, incluso cuando era el primero en reconocer que no tenía idea de cómo hacerlo y que la comida, de hecho, no sabía precisamente bien. También habían abierto los regalos que eran más bien simbólicos, donde Seungwoo les había regalado una llave explicando que era la llave de su casa, porque lo que era suyo también era de ellos; por otro lado, Jinhyuk y Byungchan le habían regalado una lámpara con forma y diseño de luna que levitaba, explicando que representaba al mayor que, como la luna, había aparecido en la noche eterna en la que vivían para iluminar sus vidas y caminos.

Fue esa precisamente la razón por la que Seungwoo terminó de abrirse a ellos y les contó completamente la verdad, les contó de esa parte de la historia que tanto había evitado y que era momento de que supieran, la razón por la que se fue de su casa y su objetivo de vida. Ese objetivo que había ido limitando y puliendo luego de conocerlos.

Cambiar el mundo. 

Chaebol (SeungPyo-WeiShin-SeByung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora