21.-

602 100 49
                                    

Wooseok trataba de entender todo lo que había escuchado. Se sentía extraño, por supuesto, parecía como si todo hubiera sucedido así porque ellos lo quisieron, pero no podía dejar de sentir que, de algún modo, las cosas habían sido normales y naturales entre ellos. Miró a Jinhyuk, tratando de leer algo en su mirada. El más alto le había dicho que le gustaba, y no podía dejar de pensar en la posibilidad de que fuera algo más que hubieran planeado.

Dongpyo por otro lado no podía quitarse las manos de la boca. Él no había estado desde el principio, no tenía cómo saber todo eso, incluido el acoso que habían sufrido su hermano y Sejun. Miró al mayor, preguntándose si realmente él había estado cuidando de ellos.

Y Sejun, bueno, él no estaba en mejor estado. Se sentía... traicionado. Él había sido el primero en confiar en ellos, en confiar en Byungchan. Y ahora se sentía estúpido por haber caído por una simple ayuda acompañada de una sonrisita.

—¿Por qué? —salió de su trance.

—¿Por que qué? —preguntó Byungchan confundido.

—Por qué lo hicieron. En un principio. Cuál fue la razón de que se nos acercaran —explicó.

—Eso es... —miró a Seungwoo—. Complicado.

—Sí, complicado —repitió con una sonrisa que no le llegó a los ojos—. Al parecer, todo es complicado y turbio con ustedes.

—Nada aquí es turbio —dijo Jinhyuk molesto—. Es solo que las cosas en este mundo no son tan fáciles como ustedes las han estado idealizando.

—Hemos sufrido acoso y bullying por los últimos meses —atacó Wooseok—. ¿En serio crees que tenemos algo para idealizar?

—¡Y nosotros hemos estado ahí para ayudarlos y defenderlos, maldita sea! ¡Pude haber matado a un tipo solo porque te atacó!

Wooseok estaba a punto de saltar con gritos nuevamente cuando sintió que algo tironeaba su manga.

—Hyung, por favor.... —pidió Dongpyo a punto de llorar. No quería gritos, no quería discusiones... no quería peleas.

—Deberíamos irnos —murmuró Sejun acercándose al menor—. Tenemos que irnos.

—Tienes razón —dijo Wooseok.

—¡No, espera!

Byungchan se había levantado rápidamente de su asiento en cuanto vio que Sejun se ponía de pie. Lo sostenía firme del brazo y lo encaraba con una mirada perdida.

—No pueden irse... —murmuró—. No puedes irte...

—Tengo que hacerlo... quiero hacerlo... quiero irme —dijo mientras se soltaba del agarre de Byungchan.

Sejun dijo esas palabras sin mirar al menor a los ojos. Sintió que el agarre se hacía más débil y entonces se liberó con un movimiento rápido. Si en ese instante lo hubiera mirado, habría notado el momento exacto en que abandonó la realidad, quedando congelado en ese mismo lugar. Byungchan se miró la mano, pero él ya no estaba ahí.

—Mierda...

Jinhyuk apenas había susurrado antes de levantarse rápidamente para ubicarse frente al menor, colocando ambas manos sobre sus hombros y sacudiéndolo ligeramente.

—Byungchan... Byungchan, mírame... estoy aquí —lo sacudió un poco más fuerte—. Soy yo, estoy aquí... mírame —pidió.

El nombrado parecía no salir de su trance. Y los tres espectadores que nunca vieron algo así, no entendían nada de esa situación. Nunca habían visto a Byungchan tan apagado y a Jinhyuk tan preocupado.

—Byungchanie... —Seungwoo se ubicó junto al nombrado y puso una mano sobre su hombro—. Bebé... por favor... —pidió frente a él, colocando ambas manos en su cuello, como si sostuviera su cabeza o quisiera dirigir su mirada hacia él—. Mírame... necesito que me mires... estamos aquí, contigo.

El nombrado pareció volver levemente a la realidad. Pestañeó repetidas veces e inhaló profundamente, como si hubiera dejado de respirar por un momento. Sus ojos se volvieron brillantes y Seungwoo lo acercó con uno de sus brazos en su cintura mientras que su otra mano se recargaba suavemente en su cabeza para guiarlo hasta su hombro, dejándolo descansar ahí: tranquilo y seguro.

Jinhyuk aún se mantenía junto a ellos. Cansado y nervioso, apoyó su cabeza en el hombro del mayor. Sabía que hace un tiempo eso hubiera sido todo lo que necesitaban, pero no ahora. En este momento era solo la mitad. Era consciente de que tenían espectadores, pero no podía importarle menos en ese momento. Incluso si se veía débil y mostraban un lado de ellos que probablemente los demás no esperaban, lo tenía bastante sin cuidado. Especialmente cuando escuchó suaves gemidos que provenían de un Byungchan que se aferraba a dos manos de la camisa de Seungwoo.

Ninguno de los dos se sorprendió demasiado cuando Byungchan comenzó a desvanecerse porque sus piernas no lo sostenían. Seungwoo simplemente lo recibió cuando pareció que el menor se cansaba de mantenerse luchando por estar consciente. Lo tomó en brazos y lo llevó hasta la que era su habitación hasta hace una semana atrás, no tenía que decir nada, sabía que Jinhyuk le abriría la puerta y entraría con él.

Los que se quedaron en la sala de estar no se sorprendieron tanto de haber quedado solos como de todo lo que acababan de presenciar. Después de 10 minutos, Jinhyuk apareció frente a ellos.

—Si quieren irse, los llevaré de inmediato a su casa —dijo tranquilo.

—No —contestó rápidamente Sejun—. ¿Cómo podríamos...? —intentó confundido—. ¿Qué acaba de pasar? ¿Byungchan siquiera está bien?

Jinhyuk bufó. Se mordió la lengua para evitar decir que, de hecho, lo que había pasado era su culpa y que no, Byungchan no estaba bien.

—Mira —dijo un poco cortante—. Lo único que voy a decir es que aún está durmiendo.

—Quiero verlo —dijo seguro.

—Eso no va a pasar —dijo cruzándose de brazos en una actitud defensiva—. Si Byungchan no dice que quiere verte o hablar contigo, eso definitivamente no va a pasar.

—Dame una buena razón para hacerte caso —contestó con obvia molestia.

—No tengo por qué darte una razón de nada —dijo con fastidio—. Lo único que tienen que recordar en éste momento es lo que dijimos al inicio de la conversación: tienen que saber toda la historia antes de decidir qué hacer. 



🌸🌸🌸

NOTAS: Yo solo quiero ver el mundo arder 🔥

🌸🌸🌸


Chaebol (SeungPyo-WeiShin-SeByung)Where stories live. Discover now