¡He renacido solo para convertirme en la rival amorosa de la protagonista!

17

—¿Zeldris?—no podía creerlo

Sabía que Zeldris era hijo del Rey Demonio, pero... Al verlo desaparecer por años creí lo peor, que el había muerto...

—Zeldris, gracias a dios, estás vivo.—lo abrace con pequeñas lagrimas saliendo me de los ojos—¿Eh? ¿Porqué?—baje mi mirada a su espada atravesando me el pecho

—Por mi padre.—respondió con simpleza, sacando la espada de un movimiento y sacudiendola para limpiar la sangre

—Ya veo...—mi mirada se oscureció—No pensé que tú fueras una persona así, pero aunque seas mi amigo ¡no dejaré que el sacrificio de los demás sea una pérdida inútil!—acumule una gran cantidad de aire en mi palma y la estrelle contra su estómago

Aunque Zeldris tenía sus razones y como una amiga debería de apoyarlo... Mis otros amigos también sacrificaron mucho protegiéndome. Gloxinia y Drole podrían haber ignorado mi situación y ni siquiera preocuparse por mi y centrarse en sus reinos, pero eligieron protegerme a pesar de las consecuencias. Meliodas y Elizabeth no solo se están oponiendo a sus propia razas al protegerme, sino también a sus padres quienes son una clase de dioses intocables del olimpo. Tengo que escapar antes de que sea muy tarde, la magia ha deja de llegar a mi cuerpo, eso significa que han bloqueado las corrientes que solían ayudarme, voy a caer pronto...

No tengo más opción que utilizarlo mientras pueda.

—O ignis exuret inimicos meos dedisti mihi benedictionem Ignite mori!—de las palmas de mis manos salieron unas llamas de diversos colores y quemaron todo a mi alrededor, no había distinción, todo aquel que me rodeaba empezó a quemarse sin poder apagar el fuego

Esta es uno de mis movimientos definitivos, a pesar de que no soy una ninfa que esté relacionada al fuego aún puedo obtener su bendición. La naturaleza me ama, así que esta me ofrecerá su bendición sin dudarlo, pero debo de usar esto con cuidado puesto que al no ser mis elementos pueden salirse de control. 

El encantamiento dice los siguiente " Oh, fuego, brindame tu bendición y haz que mis enemigos ardan hasta la muerte ¡Ignite! ", es un fuego que no se puede apagar una vez alcance su objetivo. Aproveche el momento de pánico para huir lo más rápido posible, solo faltaba un poco para salir del rango de bloqueo de la barrera, solo un poco...

—No tan rápido.—lo último que escuche fue la voz de Zeldris y un fuerte golpe en mi nuca

Estaba tan cerca, pero tan lejos...

Lo siento, chicos, hice que su ayuda fuera inútil....

Derramé unas cuantas lágrimas antes de cerrar por completo mis párpados.

(...)

—Vaya, no creí que de verás lo harías...—se rió Melascula—Pobre chiquilla, pensó que iba a escapar de nosotros...—la peli rosa agarró con fuerza la cara de Calíope—Lastima que no lo lograse.—la soltó tirándola a un lado

La albina solo soltó un quejido de dolor.

—Acuérdate que debe de estar intacta, no hagas nada que pueda hacer enojar a mi padre.—le dijo Zeldris  

—Si, si, ya lo sé, pero de todos modos ella se puede curar infinitamente mientras tenga ese lago intacto, por cierto, Zeldris ¿como te liberaste de esas llamas? Incluso a mi me tomo una hora.—le pregunto con curiosidad 

—No es de tu incumbencia, ahora llevatela y encierrala en esa habitación, cuando despierta recuerda avisarme, no se permiten fallas, entendido?—el peli negro fulminó a la peli rosa y luego se retiró del lugar

—Vaya... Y yo que solo quería saber el truco.—se quejó Melascula cruzándose de brazos, un minuto después arrastró a la ninfa por sus cabellos—A mi siempre me dejan lo más aburrido.—bufó ella mientras la arrastraba a la habitación

—Ella nunca pensó en lastimarme, por eso el fuego no quemaba.—

(...)

Abrí mis ojos para encontrarme en una habitación completamente desconocida. no podía sentir el flujo de magia llegar a mi como siempre lo hacía, pero no me alarme, sabía que había sido capturada por los demonios, no pude lastimar a Zeldris y eso hizo que todos los esfuerzo que habíamos hecho se fueran por el retrete. Lo siento tanto...

—Ya te has despertado, por lo que veo.—las puertas se abrieron y Zeldris entro con su ceño fruncido, ni una sola emoción se podía ver

—Si quieren obligarme a cooperar con ustedes para derrotar a las otras razas me negaré, puedes amenazarme con destruir mi fuente de vida, pero no conseguirán que lo haga.—antes de que el pudiera decirme algo yo respondí 

—Ya habíamos previsto que te negases. Por eso tenemos algo que te importa más que tu propia vida, mira atentamente qué les sucederá a tus amigos si te niegas a cooperar con nosotros.—Zeldris saco una bola de cristal en ella se reflejaba...

—¡Gloxinia! ¡Drole!—le arrebate la bola de las manos y mire atentamente a los dos llenos de heridas—¿Cómo es posible? ¡Estoy segura de que los mande lejos!—

—¿Segura? Ellos tienen piernas, no es como sino pudieran regresar por ti, y así lo hicieron. Fueron unos estúpidos y al final terminaron siendo capturados por nosotros. Si te niegas a cooperar, ya sabrás qué destino les espera.—me susurró en el oído

—¿Por qué hacen esto? ¿Es divertido? ¡Todos ustedes viven en la misma Tierra, pero se pelean como si fueran enemigos de por vida! La paz es una opción que no consideran de ninguna forma ¿Cuántas vidas se están perdiendo por una disputa tan egoísta entre sus líderes? ¡No están siendo racionales en absoluto!—grite enojada, las lágrimas empezaron a salir inconscientemente 

—Sabes que mientras exista la ambición de obtener más, y de dominar, esto no se detendrá.—Zeldris me miró y acercó su mano a mi rostro, pero luego retrocedió—Es mejor que elijas con cuidado, Caliope.— 

¡Al fin actualice! Solo faltan unos dos o tres capítulos para finalizar este fanfic. He podido actualizar ya que terminó la etapa más dura de mis clases virtuales; los exámenes finales. No se cuando vuelva a comenzar las clases, pero hasta ese momento estaré activa en Wattpad. Gracias por leer.