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—¿Quien eres? Respondeme.—me ordenó

Chale, los chicos lindos ahora tienen el ego por los cielos ¿porque será?

—Mi nombre es Calíope, pero me puedes decir Cali. Supongo que soy tu salvadora, no me vas a agradecer?—le pregunte divertida lamiéndome los labios

—...—el solo observo mi acción y se sonrojo ¡Lindo! Ay, wey, me puedo violar a este chico? 

—Estás avergonzado~—le pinche la mejilla divertida—Eres tan lindo.—le di un beso en la mejilla

—¿Q-Qué haces?—exclamó rojo como un tomate

—De donde vengo es un saludo casual. Ah, pero no me has dicho tu nombre.—me acerque tanto que nuestra narices podían rozar—¿Me lo podrías decir?—

—¡!—oh, vaya, creo que le esta saliendo humo, debería de hacer señales de humo?—¡E-Es Zeldris, mujer sinverguenza!—se alejó diez metros de mi

—Vaya, vaya, estás siendo tímido? ¡Totalmente mi tipo!—la verdad es que todos los tipos son mi tipo, no hay discriminación alguna con mis gusto. Altos, enanos, guapos, lindos, promedios, feos, tímidos, pervertidos, atrevidos, traviesos... Uff, y faltan.

—¡Mujer desvergonzada, recordaré esto!—Zeldris se marchó echando humos

—¡Nos vemos! Ara, sabrá el camino de regreso?—

(...)

—Zeldris, es bueno que no te hayan matado, como escapaste?—se rió una mujer de cabellos rosados

—Cállate, Melascula, eso no es de tu incumbencia.—el de baja estatura solo se posiciono en un lugar alejado para que nadie viera su sonrojo

—Zeldris, viste algo sospechoso en ese lugar?—preguntó un hombre musculoso de cabellos rubios, sus ojos eran negros y la marca de los demonios cubría parte de su frente

—¿Eh? No, nada hermano.—respondió el pelinegro

—...Vámonos.—ordeno el rubio y todos los mandamientos se retiraron, antes de desaparecer por completo le dirigió una vaga mirada en la dirección que estaba el lago

(...)

—Zeldris, Meliodas, Zeldris, Meliodas, no importa cuanto siga repitiendo sus nombres no veo el parecido, jaja.—me cansé y me apoye del borde para poder descansar mis brazos—Meliodas es un tonto, mira que no venir por tanto tiempo, ni una paloma mensajera manda el idiota...—murmure decepcionada—Tampoco se nada de Gloxinia y Drole... Espero que esten bien.—

Mire el cielo ya oscuro lleno de estrellas y explosiones. Ay, que linda estrella fugaz... Se dirige hacía aquí, esperen ¿Que?

—¡Escudo activado!—active el escudo de hielo y un cuerpo chocó contra el deslizándose lentamente en el—Una... diosa?—mire su par de alas

—Cough, a-ayuda.—mis instintos dicen que huya, pero mi corazón me dice que lo salve

Primero que todo el instinto te avisa de cualquier peligro, segundo, el corazón no sirve para estas mierda, el corazón es necesario en las relaciones amorosas. Así que...

—¡Matanga dijo la changa!—me escondí en mi lago, procurando que no pudiera sentir mi presencia, mi poder o mi figura

Minutos más tarde un ejército de más de mil diosas apareció en el lugar.

—¡Ludociel-sama! ¿Se encuentra bien?—pregunto personaje de relleno 1

—¡Tonto! ¡Curame rápido o te arrepentiras!—ordeno el tal Ludociel, arhe, creo que mi daddy issues siguen allí

—¡Tonto! ¡Curame rápido o te arrepentiras!—ordeno el tal Ludociel, arhe, creo que mi daddy issues siguen allí

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Desde ahora le voy a apodar Ludopapiciel, vaya pero que largo, pero me gusta. Hablo del sobrenombre, cochinas.

—¡S-Si, Ludociel-sama!—la diosa que había sido "regañado" se puso manos a la obra de inmediato

—Maldición, esos demonios tendrán lo que se merecen dentro de poco.—maldijo por lo bajo el peli negro 

—...—hmph, ya no me gustas, por perro rabioso, rata inmunda, animal rastrero

—Apresurense, debemos volver a la batalla, no tenemos ni un segundo más que perder.—sin decir más, todo el mundo se fue una vez Ludociel fue curado de sus heridas

—...—salí a la superficie—Uff, por poco me descubren.—suspire de alivio al ver como desparecían por el horizonte


¡He renacido solo para convertirme en la rival amorosa de la protagonista!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora