Final

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****julio****

Hizo falta tres chicas para que Victoria se alimentara, las primeras dos las dejo en estado de inconsciencia; con la tercera fue capaz de controlarse. Por suerte, él no había drenado por completo a Victoria, quizás si hubiera escapado con ella lo habría hecho; pero solo la utilizó para distraernos y escapar.

Las palabras de Alex resonaban en mi mente, él busco a Victoria en el pasado y logró matarla desangrándola. Sabía perfectamente los bizarros gustos de Alex para alimentarse por lo que no pude evitar estremecerme de solo pensar que ella pasó por todo aquello. Por suerte, ella no recordaba casi nada de sus vidas pasadas; por lo menos no conscientemente.

Muchas veces, en las noches que la vigilaba, la escuchaba hablar sola mientras dormía. Fue así que me di cuenta de que en realidad era cierto lo que los antiguos decían de los humanos: ellos reencarnar 13 veces; eso era lo máximo registrado. Luego de eso no se volvía a encontrar rastro alguno de la esencia de la persona, a diferencia de nosotros, que nunca hubo registro alguno sobre alguna reencarnación.

Quizás al aceptar la inmortalidad tomamos todo ese tiempo de una sola vez y por eso no regresábamos, o tal vez nuestras almas malditas no merecían ese derecho. Quizás había actuado de manera egoísta al orillarla a aceptar esta vida, pero el solo hecho de pensar pasar una eternidad sin ella o simplemente ignorar si nuestras almas tenían cabida en el paraíso me hicieron actuar de manera precipitada.

Tenía la esperanza de que con el tiempo ella logrará recordarme conscientemente y que me perdonara; aún la tengo. Aunque de momento otro temor se cernía sobre nosotros.

Las puertas se abrieron de par en par, dejando pasar a Ezio y a Estéfano, lucían sumamente preocupados y habían llegado solos con los dos vampiros escoltas que estaban en la entrada. Lucían empapados, aunque afuera ya la tormenta había pasado. No dijeron nada, no hacía falta para adivinar que Alex había escapado.

—es inútil seguir buscándolo —comentó molesto Ezio—, ya debe estar muy lejos.

—esto es algo muy delicado —agregó Estéfano mientras se dejaba caer en el mueble—. Hay muchos que están a favor de su ideología y ahora que lo declaró oficialmente, nada le impide llevar sus planes a cabo.

—aunque tenemos a Reggina, quizás ella sepa dónde se esconde —comenté.

—entonces ¿qué esperamos? ¡Vamos de una vez! —Estéfano se levantó de un solo golpe.

—primero quiero cambiarme. No me enfermaré; pero no es de mi agrado estar así —dijo Ezio—. ¿Cómo está, victoria?

—por suerte ya pasó el peligro —respondo molesto— pero está dormida, quedó exhausta con esto.

—¡bien!, entonces puedes acompañarnos sin ningún problema.

Justo en ese momento un fuerte ruido nos interrumpió. Era el sonido de un fuerte golpe acompañado de cristal quebrándose, venía de la sala donde estaban Reggina, y todos los demás. Fuimos velozmente al lugar.

Cuando abrimos las puertas pudimos notar un enorme desastre, las sillas y los escritorios estaban totalmente destrozados. Y una de las ventanas estaba completamente destrozada. El frío viento soplaba a través de ella, haciendo que las cortinas ondeara en el aire.

En el preciso instante en que entre, un intenso olor ferroso y dulzón inundó mis fosas nasales al seguir la procedencia del penetrante aroma me percaté de un enorme charco de sangre; la terrible evidencia del deceso producto de la pelea. Comencé a recorrer los diferentes rostros: Nadim, Priamo y Hadria estaban a un lado de la ventana algo desorientados Keneph ayudaba a Aglaia junto al charco sanguinolento.

VICTORIA  amor&sangre (TERMINADA) Where stories live. Discover now