08. Magnus Bane

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-¿A dónde vas Becka? - la voz de mi hermano resuena en la salida del instituto, uno de los guardias en la puerta me mira divertido.

-A casa de Magnus - dije bajito a la vez que me giraba en mi sitio para enfrentarlo.

-¿Se puede saber para qué quieres ver a ese brujo?, ya tengo bastante con que Clary lo esté viendo cada dos por tres - mi hermano y sus celos... sonreí como niña buena y me acerqué a él.

-Eres el mejor hermano del mundo, el más guapo, fuerte y cariñoso, lo de guapo es gracias a mí pero bueno, retomando el temo, querido hermano, tengo tu misma edad por lo que puedo hacer lo que se me plazca - tomé su chaqueta e hice como que la limpiaba - Así que deja de romper los ovarios y vete con tu zanahoria.

Me giré dispuesta a salir - Parece que te han pillado linda - intentó coquetear un shadowhunter, el mismo que antes me miraba con una sonrisa.

-No salgo con shadowhunters, ensucia mi imagen - le guiñé un ojo y por fin conseguí salir del instituto. Minutos después estaba abriendo la puerta del loft de mi novio -¿Magnus? - normalmente usaba apodos con él, pero como no sabía quien se encontraba allí, preferí simplemente su nombre.

-Becka, pasa estoy con alguien - escuché su voz algo nerviosa desde el salón. Llegué a la sala y mi sorpresa fue enorme al ver a la ex de mi novio frente a él con una copa en la mano.

-Hombre, Camille, ¿cómo tú por aquí?, ¿pensaba que estarías ya por el infierno? - hice una pausa para pensar mi continuación bien - ¿también te han echado de allí porque nadie te soporta? - la ira en mí era evidente y la mostraba con mis palabras envenenadas, Mags me miraba entre asombrado y divertido.

-A ti se ve que ni los tuyos te quieren - reí amargamente y me senté al lado de Magnus en el sofá, ella me miró sorprendida, pues no deje mucho espacio entre el cuerpo de mi novio y el mío y encima su brazo estaba colocado en el respaldo del sofá quedando envuelta por él.

-Resulta que ahí te equivocas, tengo una familia que no me traiciona y un novio... no sabes la suerte que he tenido encontrando al amor de mi vida siendo tan joven, me siento muy muy afortunada, tú por el contrario veo que 400 años y sola - le guiñe un ojo y tomé la copa que descansaba en la mano del brujo junto a mi y bebí, él me miró sonriente.

-No he estado sola toda mi vida, hubo un tiempo qué Magnus fue mi acompañante - agarré con fuerza la copa, tanto que estalló en mis manos - ¿Estás bien querida? - dijo con una falsa preocupación.

Magnus se incorporó para ver si estaba bien, iba a tomar mi estela cuando la magia de Mags cubría mi mano curandola - Gracias, amor - susurré, pero la fuerza que antes había en mi voz ya no estaba, una inseguridad recorrió mi cuerpo, él lo notó y su rostro que antes era uno de diversión pasó a estar preocupado.

-Camille, va siendo hora de que te vayas - habló serio y seco, mostró asombro, pero al ver que Magnus no cambiaba de decisión, se fue - Ey - llamó mi atención, yo solo miraba el suelo - ¿Qué pasa?

-Nada, simplemente estoy cansada - el brujo, mi brujo tomó mi mentón haciendo que lo mirara, las lágrimas que había retenido empezaron a bajar, su rostro mostraba todavía más preocupación que antes.

-No debí dejar que pelearas con ella, lo siento - quitaba con sus pulgares las lágrimas que recorrían mis mejillas y acunaba con sus manos mi rostro, me acurruque en ellas.

-No es eso, era divertido, hasta que he caído en la realidad - me miró confuso - No soy inmortal, llegará un momento donde sea vieja y me muera, pero tú no y te quedarás solo y ella estará ahí, tan inmortal como tú - sorbí mi nariz - No puedo ser egoísta - me alejé de él dispuesta a irme.

-Se egoísta, sé lo tanto como yo que aún sabiendo que soy inmortal quiero estar contigo, seamos egoístas, juntos - estaba de pie en medio del salón y él enfrente de mí se veía tan... Magnus, tan misterioso, tan hermoso, tan brillante, tan como el amor de mi vida.

-Te amo - susurré, Mags se acercó con una sonrisa a mí, agarró mi cintura y me acercó a él plantando un beso en mis labios, nuestros labios se movían en un ritmo enloquecedor, el cual amaba.

-Me encanta cuando te pones celosa - dijo una vez nos separamos para tomar aire, su frente pegada con la mía, nuestros labios a centímetros, sus palabras hicieron que se rozaran.

-Eres el amor de mi vida, no puedo dejar que una vampira me lo robe - sonreí, me dió varios picos, por cada beso decía una palabra.

-Te amo Becka.

One Shots ~ ShadowhuntersWhere stories live. Discover now