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CAPÍTULO 39

Antes de que bajen a leer. Me veo en la necesidad de aclarar, que esto es una historia un poco amplia y profunda. Es decir, los hechos que narre o se presenten no siempre, porque así de directa soy, serán de sus agrado. Las acciones que tome el protagonista o co-protagonista no están establecidas ni siguen un protocolo. Recordemos, que más allá de ser un FIC,  son personas y por ello en ocasiones estará ligado a la pizca del inrraciocinio que ocupa dentro de uno. Ya aclarado, a leer. 

En serio no puedo creer hasta qué nivel llega este insolente, es decir, sonriendo como antes, tan falso e hipócrita, con tal de obtener beneficios de ello.

Divago a su alrededor y disfruto de la tiranía que desborda hasta por los poros abiertos aquel embustero. Cuando creí que su insolencia, llegó al límite. Este sonríe torcidamente y redescuadra todo desnivel heterogéneo que antes era homogéneo. Si le añades la avaricia e hipocresía con la que se maneja, se lleva el premio a la repelencia.

— ¿Qué dices Park?— hablo desde la puerta del salón donde estoy apoyado con los brazos cruzados.

— Ah... no creas que me olvidé de ti, Jungkookie. Le comentaba a nuestros compañeros que habrá una fiesta mañana por la noche en mi departamento. Aprovechando que cumplo un mes, desde que llegué y estoy tan agradecido de cuán grandiosos y amables fueron y son conmigo. Es algo como, una fiesta de agradecimiento.

— Ah— tonterías.

— Sí. Estás invitado Jungkookie, y todos en realidad— insolente.

— No gracias, la semana que viene entramos a los exámenes finales y estaré ocupado estudiando.

— ¿Por qué estudiar tanto Jungkookie? Si nuestros papis pagan todo y al final... una vez al año, no hace daño.

— Qué pensamiento la tuya Park, ¿seguro que elegiste la carrera adecuada o... te colaste debido a alguien?— hablo con las cejas ceñudas y escrutando su rostro burlón.

¡Qué hipócrita!

— ¿Me estás difamando querido Jungkookie? Pues claro que elegí la carrera porque me gusta. Pero, a lo que viene ¿vendrás?

— ¡Kookie, vamos!

Ay santo Ramón.

Seokjin jala de mi brazo y se apoya en la misma, prácticamente rogando que vayamos juntos.

— ¿Sí Kookie? Por fis— esos ojitos de cachorro no me van-

— Ajá. Hazle caso a tu novio Jungkookie... está que te implora.

— No somos novios. Somos amigos— gracias por aclararlo Seokjin.

Ah, nuestra historia.

Bueno, el labiudo y yo... como que... a tanta insistencia suya, terminé aceptando su "amistad". En realidad después de aquel desliz de mi vida, ya no confío en nadie. Pero, él transmite un cierto grado de autenticidad, como también... irritabilidad. Así que una voz chillona, morosa y sobre todo... adulativa, alguien que alimente mi ego, me complace.