CAPÍTULO 18

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No sabía que los discos clubs, tenían una especie de "sala de trabajo", pues justo ahora, me están vistiendo con ropa deportiva y preparando los reflectores para las fotos respectivas. Mis nervios están saliendo a flote, porque no visualizo a Kim por ningún lado. Él me prometió estar junto a mí, para "seguridad" ya que le comenté que no confío mucho en estas situaciones.

El camarógrafo está que me instruye. Sonríe así, no por ese lado. Trata de dar una mirada penetrante, siéntate en las butacas. Da la espalda, acomoda tu muñeca para acá. Tus manos en la cintura deben ser posicionadas sutilmente...

¡No sabía que esto era un calvario total! De por sí, esta decisión fue una huevada.

Justo cuando me dan un descanso de media hora, para tomar fotos a otros chicos. Porque no fui el único, de hecho somos seis más. Por la puerta veo entrar a Taehyung. Cuando me encuentra con la mirada, se acerca a donde estoy y la sonrisa que porta es más radiante que mis ánimos.

— Perdón por llegar recién Jungkook. Había un tráfico horrible por el centro.

— Pensé que nunca ibas a llegar— aquello lo digo arrastrando las palabras. 

— Já... eso no pasa. Me alegra que hayas aceptado el trabajo, ¿qué tal el primer día?

— Pésimo. Agotador. Estresante. Ahhhh... mejor no hubiera aceptado.

Taehyung me regala una de sus tantas sonrisas bonitas, aquella que lleva forma de corazón y sus dientes blancos caen perfecto con su mandíbula marcada. Una carcajada no demora en tomar acto de presencia y su humor es contagio para mis oídos.

— ¿De qué te ríes?

— Lo siento Jungkook— el mayor toma de mis cachetes y las pellizca sutilmente— es que dices "estrés" de una manera tierna. ¿Si hacemos intercambio de trabajo, qué dices?

— No gracias.

— Jajajajajaja... está bien, no dije nada— el mayor infla su cara tratando de aguantar su risa. Una mano la reposa en su mentón en forma de puño, tapando así gran parte de su boca.

— ¿Qué te puso hoy de tan buen humor que te ríes por cosas absurdas?

— Quién sabe. Voy a echarle una mirada a las fotos y... si las apruebo o no.

— Todo es tuyo, así que adelante. Yo solo soy el colaborador.


El mayor se acerca hasta donde están los directivos de fotografía y edición y cuando le muestran las fotos su rostro se dibuja en un poema de sorpresas.

"No me gusta..." "Este sí..." "Tienes mal posicionada la cámara, arregla..." "El lente no está bien enfocado..." "¿Quién le recomendó esa postura...?" "Recién me fijo que ese polo no combina con el buzo tinto..." "Todo nuevamente."

— ¡Jeon Jungkook, vamos a tomar nuevamente las fotos!— El camarógrafo grita desde su marco.

¿Es en serio? Yo que ya quería irme a casa.

Kim Taehyung se acerca hasta donde estoy y me regala una sonrisa amistosa. No puedo evitar preguntar qué ha pasado.

— ¿Nuevamente?

— Sí. Voy a controlar todos tus movimientos.

— ¿Qué es de los demás? Están esperando desde hace una hora.

— Que sigan esperando o se den una vuelta. Igual se les paga considerablemente. Para mí todo debe ser perfecto.

Ante la última frase ruedo los ojos y no puedo evitar pensar qué exagerado es este hombre. ¡Me he metido en la boca del lobo!


***


¡Por fin ha terminado esta cagada! Debo confesar que jamás en mi vida he fingido tanto una sonrisa.

— Muñequito de porcelana ¿deseas ir a cenar?

— ¿No te quedarás a ver las fotos del resto?

— No. Yo también ya me estresé.

— Ajá— mis ojos examinan velozmente el cuerpo entero de Kim y no puedo evitar soltar una carcajada.

— ¿Qué dices?

— Okay.





***

Mientras la cena transcurre amenamente, junto a platos exquisitos para el deleite del paladar. Desde el fondo del restaurante, hay un tipo mirando atentamente el accionar de estos dos.

No pasa desapercibido para sus orbes como una videocámara, cuando el mayor sonríe abiertamente, como si nunca hubiera disfrutado de esa felicidad. Tampoco pierde la calma cuando el azabache se acerca al castaño dorado y planta un suave beso entre sus labios y cachete. ¿Con comida? ¡Qué asco por mi mare!

Aquel tipo sonríe torcidamente ante los futuros hechos que pueden venir, tan solo con un chasqueo de dedos. Que disfruten mientras puedan. Aunque la rabia lo consuma, tendrá que ir paso a paso.

Sin embargo, nada asegura que en un ataque de celos y locura se apresure con los hechos. Porque si hay algo que le define como persona, es que su parte racional se pierde si le afecta algo que le gusta.








Pero ¿cómo explicarle que, si nunca lo has tenido, jamás lo tendrás? Las oportunidades no son para cualquiera. De repente él rompa esa regla. 


¿𝚂𝙴𝙶𝚄𝚁𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝙼𝙴 𝙰𝙼𝙰𝚂? ➴ 𝚅𝚔𝚘𝚘𝚔 ➶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora