CAPÍTULO 24

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Kim Taehyung

— Pensé que ibas a restringirme el pase a tu empresa. Pero tal parece que ya sabes las consecuencias.

— Ja ja, no te me hagas el arrogante ahora mozuelo— insolente.

— ¿Arrogante? Bueno... me queda perfecto. Pero ahora no es momento de hablar si no de accionar. Vamos a Vatch— está a punto de salir de la oficina, pero se voltea y regresa al escuchar mi voz.

— No— cruzo mis brazos y sonrío.

— ¿Qué?

— Ahora mismo iré a denunciarte. Allá iremos LOS DOS— el castaño sonríe ante mi comentario y se acerca a mi oído. Esa sonrisa arrogante y burlona la detesto a horrores, porque solo yo puedo hacerlo.

— ¿Cómo lo harás? Déjame adivinar. Contarás todos tus asuntos— arrastra las palabras y mi piel se hace chinita. Tiene una voz quejumbrosa.

— Hablas porque tienes voz. Lamentablemente no tienes ni la más mínima idea.

— Interesante Sr. Kim, pero... no creas que por ser mozuelo, no conozco nada de la vida. Sabes que mi inteligencia va más allá de una simple voz o cara bonita. Seremos francos, aquí entre nos, tú me deseas. — esa voz parlanchina me saca de mis casillas y sin que lo pensara, lo empujo bruscamente hasta sentarle en mi mesa de trabajo.

— ¿Qué quieres ah? ¿Dinero? Tengo todo para callarte castaño.

— ¿Eres sordo? Ayer te dije todo lo que quiero. Bueno, lo resumiré, tu dinero y a ti.

— Dinero puedo darte, pero nunca a mí mismo.

— Eso lo veremos.

El castaño envuelve sus piernas a los costados de mi cadera y sus labios besan, chupan y succionan mi cuello plácidamente. El olor que desprende sus cabellos, es dulce como la miel fresca. Entonces motivado por la coyuntura, cojo fuertemente sus piernas y mis dedos masajean por sobre la tela de su pantalón. Quizás, si no me controlo tendré sexo en mi oficina. Nuestros labios se unen en un beso fogoso y desesperado. Puedo sentir el sabor de la menta fresca en su aliento, junto a su brillo labial naranja. Es una mezcla embriagadora, pero que no hastía para dejar, si no sumergirse hasta la profundidad de la cueva rosada. Mis manos bajan hasta el cierro de su pantalón pero él las toma y retira en el acto.

— ¿Vamos?— nuevamente esa sonrisa burlona. Callarte para siempre.

No voy a negar que me vuelve loco la manera en cómo disfruta darme la contraria. Hace tiempo no sentía esto...

Quizás... pueda ser uno más de mis colecciones.



¿𝚂𝙴𝙶𝚄𝚁𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝙼𝙴 𝙰𝙼𝙰𝚂? ➴ 𝚅𝚔𝚘𝚘𝚔 ➶Where stories live. Discover now