Un nuevo comienzo ( Adrianette/ con contenido adulto/ en proceso)

Problemas...

—¡Marinette! —Alya llamaba la atención de su amiga desde la puerta del instituto.
—Hola —saludó ella con una sonrisa.
—¿Hola? —le respondió la morena
—Ehhh... si, hola.

Era evidente que algo en aquel saludo no conformaba a la aspirante a periodista.

—¿Nada más? Marinette... ¿No tenés nada para contar?

La verdad es que la joven investigadora, nunca se estaba con rodeos. Ni siquiera había dejado que su amiga terminara de subir las escaleras.

-—Bueno yo...
—Hola... ¡¡ADRIEN!!

Marinette se paralizó. Giró despacio sobre sus talones y se encontró cara a cara con el modelo. Rápidamente sintió cómo su pulso se aceleraba, mientras un calor intenso se extendía desde su centro hacia todos los rincones de su cuerpo. Quiso saludarlo con naturalidad y tropezó. Entonces sintió cómo unas fuertes manos la sujetaban, evitando que rodara por las escaleras.

—¿Estás bien? —preguntó Adrien, mientras la rodeaba con sus brazos por la cintura.
—S... si —y ahí estaba otra vez el maldito tartamudeo.
—Deberías tener más cuidado.

Y sin ningún otro comentario, la ayudó a recuperar el equilibrio y se adentró en el instituto.

Ambas amigas se miraron extrañadas por la extrema seriedad de su compañero.

—¿Y a este qué bicho le picó? —Preguntó Alya
—No lo sé... —afirmó Marinette. ¿Acaso era decepción lo que había percibido en los ojos del rubio?

...........

Sus pies tocaron el suelo, inspiró profundamente y sin demoras abrió los ojos...

—¿París? —La torre Eiffel se desplegaba justo delante de sus ojos.

La verdad es que no recordaba cómo había llegado a los campos elíseos. Tanteo su pecho en busca de su miraculous, pero no lo encontró. Llevo sus manos a los lóbulos de sus orejas... estaban vacíos. Finalmente tanteó su dedo... su anillo tampoco estaba.

¿Qué clase de absurda broma era aquella?

Cerró los ojos con fuerza y recitó para sus adentros. "Noroo... ¿dónde estás?"

..........

Las clases siguieron su curso pero Marinette, solo podía ocuparse del
comportamiento de Adrien en esa mañana.

—"No debí salir con él"  —se repetía incesantemente.

Porque el modelo se veía ensimismado, preocupado y hasta... ¿triste? Pero...¿por qué? ¿Acaso ella había echo algo para molestarlo?

Los nervios la estaban volviendo loca. Sus manos transpiraban, su pulso y respiración se habían acelerado, su cuerpo se removía con inquietud y su atención se dirigía una y otra vez hacia la silueta de su compañero.

—Psss... ¡Marinette! —le dijo Alya en un susurro, para evitar que el profesor se diera cuenta. —Cal... ma... te.

La joven suspiró y trató de tranquilizarse. Tal vez, Adrien había tenido un problema... y por eso se veía tan decaído esa mañana.

Impulsivamente tomó su celular y escribió:

Mari: "¡Hola!... ¿Todo bien? 👍😊

Adrien miró fugazmente la notificación. Y escribió con rapidez

Adrien: "Todo bien"