👑10: Asegúrate de cuidarla👑

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E hizo el rey que en Jerusalén la plata llegara a ser como piedras, y los cedros como cabrahigos de la Sefela en abundancia.
1 Reyes 10:27

Los flashes de por lo menos media docena de cámaras inundaron el lugar. Definitivamente aquello iba a salir en todos los periódicos, a más tardar, a primera hora de la mañana.

Dos veces en primera plana en una misma semana -pensó la princesa- no está nada mal.

Con sonrisas gigantescas, sujetando balones de fútbol en las manos, dispuestos de izquierda a derecha frente a las cámaras: el presidente de la FIFA, la princesa heredera, el príncipe Vastian y el Duque de Siloh.

-Es un honor para mí poder conocerlos -dijo el presidente-

-El honor es todo nuestro -respondió Italia- y no sólo hablo como fanática del deporte rey sino también como heredera al trono de Amara, cuando digo que nos enorgullece ser la sede de este mundial.

-Realmente no podemos quejarnos, hemos recibido un gran apoyo de toda su gente.

-En Amara no falta el amor por el fútbol -dijo Elijah- así como dijo la princesa heredera, prácticamente todos nosotros somos grandes fanáticos del más universal de los deportes.

-Creo que no existe un sólo ciudadano amaro  que no haya jugado fútbol aunque sea una vez en su vida -agregó entre risas el príncipe Vastian provocando una oleada de carcajadas entre los presentes-

Elijah había estado observando al príncipe. Era muy carismático y sin lugar a dudas tenía un don para tratar con la gente. A simple vista parecía buena persona y lo que era más importante para el duque, apoyaba a Italia.

Ella no se lo había mencionado, pero él sabía que lo estaba pasando mal porque su madre estaba en contra de todo lo relacionado con los cristianos. Y aunque no le gustara admitirlo, la rubiesita engreída se había vuelto un poco especial para él, sólo un poco, no admitiría más que eso.

Por otro lado había algo en Vastian que simplemente no lo dejaba estar tranquilo. No sabía lo que era, pero se mantenía receloso.

De todas formas no iba a desperdiciar una oportunidad como esta con paranoias. Estaban en la apertura del Mundial y con asientos VIP ¿Qué más podía pedir?

-Discúlpenme un momento -dijo el presidente- me han avisado de que ha surgido un asunto que demanda mi atención, pero no se preocupen, estaré con ustedes enseguida.

-Por favor, no se sienta presionado -contestó Vastian con un tono de voz bajo y serio- no somos de los que consideran estos incidentes como un agravio -el ambiente se tensó por unos segundos hasta que el príncipe rió-

A Elijah aquellas palabras le resultaron un tanto confusas, no podía estar seguro de sí significaban que sí se lo tomaba como un agravio o que no se lo tomaba como un agravio. Pero Italia pareció no tener la misma duda, o si la tenía, supo disimularlo bien, porque siguió hablando muy afable y despreocupadamente.

-Como dijo mi tío, no se preocupe por nosotros, estamos encantados de estar aquí.

El hombre se despidió y salió de allí. Italia tomó su cartera y anunció que iba a dar una vuelta acompañada de sus guardaespaldas. Así que también salió, dejando solos al príncipe y al duque.

Vastian se sentó plácidamente en su asiento y se dedicó a admirar el estadio. Desde donde estaban las vistas eran magníficas y podías observar todo lo que pasaba.

A Elijah no le hacía gracia quedarse a solas con el príncipe, pero no encontraba una excusa creíble para salir de allí, así que sin más remedio también tomó asiento. Pero él no era de los que se quedaban tranquilos, tenía que quitarse las dudas de la cabeza.

-Es usted muy bueno con las palabras, Su Alteza -dijo, pero Vastian siguió con la mirada hacia el frente, aparentemente, sin prestar atención- sin embargo me he quedado con dudas acerca de su última afirmación ¿fue para usted un agravio o no?

Él inclinó la cabeza enfocándose ahora en el Duque. Finalmente había llamado su atención. Una sonrisa se dibujó en sus labios, pero aunque bonita, muy falsa.

-Felicidades, Lord MacKay,  es el primero.

-¿El primero en qué?

-En captar el significado detrás de mis palabras, por supuesto.

-¿Entonces sí fue un agravio?

-Claro que sí, me molestó -su vista se enfocó en las gradas, en la gente que llegaba y se sentaba para disfrutar del primer partido del Mundial- pero decirlo directamente sería lo mismo que admitir que creo que nadie puede dejarme esperando porque soy más importante que los demás -hizo una mueca- eso sonaría mal.

-Sí, muy mal -asintió Elijah, ahora estaba aún más receloso, el príncipe Vastian definitivamente no era una persona a la que le confiaría nada-

-Vas a la misma Iglesia que mi sobrina ¿verdad? -le preguntó-

Había vuelto a enfocar toda su mirada en él. Ahora su barbilla descansaba entre los dedos índice y pulgar de su mano derecha.

-Sí, vamos a la misma Iglesia -afirmó Elijah-

-Asegúrate de cuidarla -su expresión se mantuvo seria y amenazadora- es muy preciosa para mí -agregó-

-No se preocupe, Su Alteza, ella también es importante para mí -contestó sosteniéndole la mirada- si me disculpa, me gustaría ir a dar una vuelta.

-Claro, esta vez de verdad no es un agravio.

Salió de allí con más dudas de las que tenía al principio. Definitivamente el príncipe Vastian no era una persona totalmente confiable, pero a la vez no podía afirmar nada concreto en su contra, salvo el ser engreído.

Lo cual no era un delito y sí un rasgo común en la gente de la alta sociedad. Involuntariamente pensó en Italia, a quien llamaba engreída, pero no era lo mismo.

Italia actuaba un poco engreída a veces, pero realmente no pensaba que estaba por encima de los demás y que debido a su posición podía pisotear a cualquiera. Se lo había demostrado una y otra vez a lo largo de las últimas semanas. Esa chica realmente tenía un corazón de oro.

Pero el príncipe Vastian sí parecía creerse mejor que los demás. No lo demostraba, pero sí lo pensaba. Eso le había quedado claro a Elijah cuando él dijo "sonaría mal" en vez de "estaría mal".

"Estaría mal" implicaba que de verdad pensaba que creerse mejor que los que lo rodeaban no era bueno, mientras que "sonaría mal" daba a entender que sí creía que era superior a los demás pero que por guardar las apariencias, no lo demostraba.

También estaba el hecho de que realmente parecía querer y preocuparse por Italia, entonces seguramente algo de corazón tendría. Aunque hasta los asesinos más malos también tienen a alguien a quien aman.

Por Dios, Elijah ¿de verdad estás comparando al Príncipe de Amara con un asesino? -pensó, pero segundos después se mente se quedó en blanco al ver a Italia-

Estaba sentada en una mesa afuera de una tienda de souvenirs que había en la entrada del estadio. Hablaba con alguien por videollamada, parecía  feliz y despreocupada.

Esto le pasaba cada vez que la veía, se quedaba en blanco, se ponía nervioso y hasta tímido algunas veces. Pero gracias a Dios rápidamente volvía en sí, de esa manera no quedaba en ridículo delante de ella.

Caminó en su dirección, siempre era así, cuando la tenía dentro de su campo de visión tenía que acercarse, como si fuera un trozo de hierro siendo atraído por un imán.

¿Estaría Dios detrás de aquello?

¿Sería Él quién había plantado esa atracción?

El Peso de la Corona Where stories live. Discover now