👑29: Te necesito👑

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Viva Jehová, y bendita sea mi roca,Y enaltecido sea el Dios de mi salvación; El Dios que venga mis agravios,Y somete pueblos debajo de mí; El que me libra de mis enemigos,Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí;Me libraste de varón violento. Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,Y cantaré a tu nombre. Grandes triunfos da a su rey,Y hace misericordia a su ungido,A David y a su descendencia, para siempre.
            Salmos18:46-50

-Oh Dios... -dijo el Duque abriendo los ojos y percatándose del lugar en el que se encontraba- ¿te he dicho que odio los hospitales? -le preguntó a Italia, que estaba sentada en una silla a su lado- son horribles y la comida... -hizo una mueca- Arghh...

La muchacha lo miró seria y lo pelliscó.

-¡Ah! -exclamó Elijah mirándola extrañado- ¿a qué ha venido eso?

-¿Te desmayaste? ¿en serio? -inquirió con voz cansada- ¡¡¡¿¿¿SABES EL SUSTO QUE ME HAS DADO???!!! Es decir ¡¿quién rayos se desmaya al ver un poco de sangre?! ¡¿querías matarme de la preocupación?! -un par de lágrimas de escaparon de sus ojos pero ella las limpió con un movimiento rápido para luego lanzarle una mirada asesina que no pudo sostener por mucho tiempo antes de derrumbarse- si te hubiera pasado algo por mi culpa... yo... yo...

-Eh eh eh -la llamó preocupado Elijah irguiéndose en la cama- take it easy, princess -le dijo para calmarla, ella sonrió al escucharlo llamarla "princesa"- nada me pasó, estoy bien -se quedó en blanco un momento para luego decir- espera, estoy bien ¿verdad? ¿nada me pasó? -ahí fue cuando se dio cuenta del vendaje en su brazo izquierdo-

-La bala sólo te rozó -le explicó Italia riéndose de lo tonto que podía llegar a ser el duque- así que sí, estás bien.

-Bueno, pues ya está, estoy bien -le aseguró- así que no llores -sus palabras fueron casi un ruego- no soporto verte llorar.

-¿Por qué? -quiso saber ella-

-Prométeme que no me enviarás a la horca si te lo digo -le pidió-

-¿Por qué iría yo...?

-Te vez fea cuando lloras -le soltó el muchacho- ya está, lo dije.

Ella levantó el índice y apretó los labios con fuerza para no contestarle una barbaridad.

-Bueno saberlo, Lord MacKay -respondió al fin-

Fue a levantarse pero él se lo impidió sujetándola por la muñeca a la vez que se deshacía en carcajadas.

-Mi reina tenías que haber visto tu cara -ella no le respondió- era broma, ahora sí en serio, tenemos una conversación pendiente ¿no es cierto?

La reina asintió disimulando lo nerviosa que se encontraba. Él observaba cada uno de sus movimientos mientras se quitaba el colgante de su cuello para luego mostrárselo.

-¿Recuerdas este collar? Una vez me preguntaste por el significado de la inscripción en él.

-"Contigo conocí el amor que viene de la fe" -dijo la chica leyendo la inscripción-

-Exacto, y ese día te respondí que si estaba en los planes de Dios algún día te lo contaría, pues... -se mordió el labio nervioso- ese día ha llegado.

Ella sólo lo observó expectante.

-Mi madre fue quién le habló a mi padre del evangelio, lo invitó a la Iglesia y ahí él abrazó la fe. Gracias a la fe pudo conocer el amor de Dios, ese amor tan inmenso por el cual estamos envueltos. Y también... como cuando buscas el Reino de Dios y su justicia primeramente todo lo demás viene por añadiduras... terminaron enamorándose. Y esa es la historia detrás del colgante, detrás del "contigo conocí el amor que viene de la fe", no era sólo el amor entre ellos sino también el amor de Dios -hizo una pausa y la miró a los ojos- luego de su muerte me prometí a mí mismo que le daría este colgante y le contaría su historia solamente a esa mujer especial que Dios pusiera en mi camino, a mi idónea... y creo que eres tú -le sonrió- todo este tiempo de oración sólo me ha confirmado eso así que... ¿Italia, aún quieres ser mi novia?

El Peso de la Corona Where stories live. Discover now