─ 𝐀𝐏𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐙.「gιуῡ тσмισкα」

ᴇꜱᴘᴇᴄɪᴀʟ ɪɪ

— Mamá... ¿Cuándo podré jugar con mi hermano? —

Reí suavemente y me acerque a Aiyuu, acaricie sus cabellos oscuros y sonreí.

— Aún falta mucho para que nazca —

— ¡Pero ya quiero jugar con él! — sus ojos zafiro, parecidos a los de su padre se dilataron un poco.

Él pequeño Tomioka Aiyuu era la viva imagen de su padre.

— ¿No quieres jugar con papá? —

Desvío la mirada pero luego sonrió de lado.

— ¡Si! — sus mejillas se volvieron ligeramente rojas.

— (t/n) ___ — una voz en la puerta me sobresaltó un poco.

— ¡Inosuke! —

— ¡Tío Inosuke! —

Aiyuu corrió hacia él ya hombre abrazándolo.

— Aiyuu, ¿como estas? — sonrió mientras cargaba al pequeño niño de ocho años.

— ¡Bien! ¿Me trajiste algo? —

Asintió y saco un chocolate de su bolsillo.

Me acerque a ambos y antes de que Aiyuu agarrara el dulce lo cogí yo.

— Es muy pronto para dulces — él me miro con un puchero — Aunque me mires así no te lo voy a dar —

Suspiro y salió al patio.

— Inosuke, ¿Como te va con Aoi? — sonreí mientras me sentaba en un sillón.

— Perfectamente, ¿lo dudabas? — se sentó a mi lado apoyando sus brazos.

— Para nada, pero nunca pensé que acabarían juntos — empece a reír al ver su rostro sonrojado.

— Pronto Tanjiro y Kanao se van a casar... — miró melancólico el techo y sonrió.

— Se demoraron demasiado —

— ¡Fui el primero en casarme de los tres! — respondió orgulloso.

— ¡Mamá! —

Gire mi rostro al escuchar a mi pequeña niña de cuatro años.

— ¿Que pasa cariño? —

— Papá se fue junto Aiyuu — hizo un pequeño berrinche.

— Disculpa Inosuke pero debo ver a Giyu — sonreí mientras una vena se marcaba en mi frente.

— Ah... no descuida, puedo esperar —

— Gracias —

Cargue a la pequeña Mizu, ella tenía el mismo color de ojos que yo.

— Vamos a buscar a papá —

Salimos al patio y afuera estaban Giyu junto Aiyuu jugando shogi.