Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.
— ¡¡Hermano!! ¡¡Me cortaron la cabeza dos veces!! — chillaba la albina aún de rodillas y con su cabeza en sus brazos.
— ¿Hermano? — preguntamos Uzui y yo a la vez confundidos.
Esto no se ve bien. Otro demonio empezó a salir del cuerpo de la fémina. Antes de que saliera por completo Uzui saco sus dos espadas y corto varias veces al nuevo demonio.
Pero al acabar nos dimos cuenta que el demonio se había llevado a su "hermana" a una esquina colocándole su cabeza de nuevo y consolandola.
— Que rápido — murmuré con una mueca sin despegar mi vista de él.
A pesar de que su cabeza se le haya caído aún seguía viva. Uzui volvió a atacarlo pero este contraatacó.
— Vaya... lograste detener mi ataque... y eso que ataque con intención de matar... que buen tipo — él demonio tenía una voz grave y algo extraña.
Era desagradable de ver, su cuerpo tenía los huesos demasiado marcados, su cabello estaba desordenado de color negro y su cara no mostraba felicidad precisamente.
Él demonio empezó a hablar con Uzui diciéndole cosas como que le tenía envidia, yo trataba de hacer que Tanjiro y su hermana evitarán entrar en esta pelea pero él dijo que solo dejaría a su hermana en un lugar seguro y regresaría.
— ¡¡Hermano!! ¡¡Mátala a ella también!! ¡¡Me congeló y me hizo pedazos!! — seguía llorando la chica señalandome con su dedo.
— Uh... ¿Congeló? — me miro, que incómodo — Es muy linda... —
Mi espalda sintió varios escalofríos al verlo relamerse los labios mientras continuaba mirándome.
— ¡¡Hermano me estaba esforzando tanto y ellos vinieron a arruinarlo!! — ella seguía con sus berrinches.
— Si, si... mi tonta hermana menor... yo me haré cargo de que ellos paguen sus deudas contigo... — saco unas especies de guadañas — Los haré girar y girar cuando mueran... porque mi nombre es Gyuutarou —
La guadaña empezó a girar era muy distinta a la faja de antes.
Uzui y yo tratamos de esquivar los golpes que venían de varios lados pero no pude evitar que la guadaña me cortara ligeramente la ropa. Por suerte no llegó a cortar mi piel.
También teníamos que proteger a las personas cercanas por lo que Uzui al hacerlo acabo con su cabeza sangrando por un mal golpe.
Me puse a su lado y él demonio estaba frente a nosotros.
— Que envidia... rodeado de chicas lindas... y viéndote como un héroe...—
— Pues si... soy un Playboy extravagante... hasta tengo tres esposas... — sonrió orgulloso con el ceño fruncido.