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Tanjiro miraba confundido a la cazadora de demonios con broche de mariposa, pero al instante reacciono, mirando a su hermana menor que seguía en el suelo con los ojos cerrados.
—¡Nezuko, corre! —grito con nervios mirando como la pelinegra trataba de evitar a ____ para atacar a la demonio.
La pequeña Kamado empezó a correr de la cazadora de demonios que trataba de cortarle la cabeza.
—¿Solo me distraje un segundo y encontró una abertura? —pregunto para si misma la mayor, observando como Kanao saltaba sobre ella para perseguir a Nezuko.
Antes de poder atacarla con su katana, la demonio se volvió más pequeña de la nada, exaltando a la de orbes lilas.
—¿Se hizo como una niña pequeña?
____ volvió a moverse en un momento, apareciendo frente a la chica.
Sin titubear la pelinegra alzo su nichirin. —Respiración de Flores.
—Respiración de Agua-
Antes de que ambas cazadoras atacaran unos gritos provenientes de un cuervo Kasugai las interrumpió, haciendo que ambas se detuvieran al primer segundo de oírlo.
—¡¡Órdenes!! ¡¡Órdenes de la sede!! ¡¡Atrapen a Tanjiro Kamado!! ¡¡Atrapen a Nezuko Kamado!! ¡Y llévenlos a la sede!
La mayor trago en seco al oírlo, soltando un suspiro.
—¡Él es un cazador de demonios con una marca en su frente! ¡Ella es un demonio con kimono rosado y un bambú en su boca!
Ambas chicas guardaron sus espadas, ___ cerro los ojos y desordeno un poco su cabello estresada, Giyū estaría en problemas, eso era seguro. Se acerco a la caja colocándola frente la demonio que yacía sentada en el suelo observando con confusión.
—Kanao, ¿Te harás cargo de esto? —pregunto con una sonrisa la mayor.
—Entendido.
____ volvió a asentir, dejando a ambos hermanos con la Tsugoku de Kocho, ella empezó a caminar, parando de vez en cuando, ya que los chicos del Saneamiento Kakushi le pedían algún consejo o ayuda respecto que hacer o donde llevar a los heridos.
Llego donde el chico jabalí, no se movía, unos chicos Kakushi lo miraban de lejos, tocándolo con una rama, parecían tenerle miedo. Ella rio y se acerco, empezando a desatar al chico.
—Es un cazador, no se preocupen tanto. —añadió cargando al chico en su hombro.
—¡A-Ah! ¡Señorita ____! Discúlpenos, nosotros podemos encargarnos. —dijo uno nervioso.
—¿Me harían el favor? ¡Muchas gracias! —les entrego a Inosuke y empezó a caminar otra vez, el sol empezaba a salir poco a poco.
Al llegar a la salida varios chicos salían y entraban con cuerpos cubiertos de vendas, pero de todos destacaba el de un rubio con un gorrión en la cabeza, ella se acerco y lo saludo con su mano.
