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Sus brazos comenzaban a estirarse por distintas direcciones cubriendo la mayor parte del campo, en estos, habían trozos filosos que se dividan en varios más. Con Giyu iba esquivando, él iba por la derecha y yo por la izquierda.
—Respiración de Hielo, tercera forma.—
Junto a Mitsuri y creo que ¿Iguro-san? atacamos a Muzan a la vez. La espada de Iguro-san había logrado cortar un poco su cuello, pero cuando la saco este de inmediato se regeneró, lo hizo de una manera tan rápida que a apenas pude notarlo, parecía que no "podía" ser cortado.
—¿¡Que?! ¿¡Lo cortamos pero no puede ser cortado?!— pregunto confundida la Pilar del Amor con el ceño fruncido, t claramente nerviosa.
—¡Si lo cortamos, pero se regenera de una manera monstruosa!—
Mierda, se está acercando bastante a nosotros. De un momento a otro sentí como alguien me empujaba hacia atrás, protegiéndome con su propio cuerpo de los ataques de Muzan.
—¿¡Que haces?!— le grite a la cazadora de demonios que me había protegido.
—¡¡Vamos, no duden!! ¡¡Pónganse al frente de ellos!! ¡¡Usen su cuerpo como escudo para proteger a los que están peleando!! ¡¡Protejamos a los espadachines que puedan enfrentarse a Muzan!!—
—¡Espera!— un cazador tras otro se ponía frente a mi siendo asesinado al instante.
—¡Fuimos salvados por los Pilares tanto tiempo hasta ahora! ¡¡No teman, peleen!!—
Un escalofrío recorrió mi espalda, sentía un dolor en el estómago al verlos morir frente a mi, a la vez que me daban algo de pena, el suelo cada vez se llenaba más y más de cuerpos sin vida, dejándome algo mareada por el aroma a sangre que corría por el lugar.
—¡¡Ya basta!! ¡¡Detenganse todos!!— escuchaba la voz entrecortada de Misuri, que se encontraba llorando.
Muzan miraba con asco a los cazadores, para luego mirarnos a nosotros. —Aquellos que mueren al instante son bastante afortunados, aunque no lo hagan, ser herido por mi significa su fin, tan solo miren hacia allá.—
Los cuatro miramos donde señalo, y vimos a Tanjiro tirado en el suelo con una cosa desagradable cubriéndole un ojo y parte de su cara.
—Mi sangre esta infundida en mis ataques, pero él no se convertirá en demonio, es demasiada sangre, funcionara como un veneno llevándolo a la muerte.—
Cuando mire a Giyu preocupada note como su marca azul volvía a aparecer por el enojo.
—Kamado Tanjiro esta muerto.—
Trague en seco al escuchar sus agrias palabras, él seguía atacándonos sin parar, no logré darme cuenta de cuando a Giyu se le había roto su espada y buscaba otra de algún usuario de agua.
Es demasiado rápido, mi respiración esta muy agitada, no me logra dar un descanso, así que no tenía mucho tiempo de preocuparme por el pilar de agua. Hizo un ataque de un alto rango que logró darnos a los cuatro, sus cuchillas me llegaron a cortar un brazo y mi pierna izquierda. Lastimosamente su sangre empezaba a correr por mi cuerpo.
