➼ seis

9K 919 674
                                    

•

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

•.•.•

Capítulo seis:
Pascuas.

El día de pascua llegó y también mis lentes. La tan famosa celebración de Mary sería planeada por los Cuthbert, los Barry y mi familia ya que ella no tenía las fuerzas suficientes. El patio de la casa de Diana estaba decorado de manera hermosa. Yo me encargaba de esconder los huevos para la búsqueda de los niños.

─Pauline─ llamó Gilbert─. ¿Tienes un momento?

─Seguro─ suspiré comenzando a caminar detrás suyo.

Nos alejamos un poco de la residencia de los Barry por el camino de tierra. Sus manos estaban entrelazadas entre sí mientras se daba golpes con un pulgar en el otro.

─¿Y bien?─ pregunté cuando vi que no tenía intenciones de decir alguna palabra─. ¿Vienes a hablarme sobre las notas de la Pizarra Date Cuenta o a declarar tus sentimientos por mi? Espera, déjame adivinar─ fingí pensar─. Vendrás a pedirme ayuda con Anne o Winifred.

─¿Cómo lo supiste?─ preguntó ignorando mis últimas palabras.

─Bueno, digamos que me abrieron los ojos─ ajusté mis lentes que se me resbalaban un poco─. Y, antes que nada, no tiene nada que ver con mi miopía.

─Lamento haber sido un cobarde─ rodé los ojos─. Line, lo hice así para no arruinar nada entre Aaron y tu. Sé que me di cuenta muy tarde de lo que sucedía a mi alrededor─ sus cejas subían y bajaban con cada palabra que decía─. Te perdí desde el momento en que Anne llegó. Tengo un lío gigante en mi cabeza que no sabe qué pensar de todo esto.

─¿Quieres que te diga qué hacer? Acéptalo, así como yo acepté tu enamoramiento cuando sentía exactamente lo que sientes ahora─ dije tratando de sonar firme, pero mi voz sonaba frágil─. Y ponte feliz como yo me puse. Debes saber que aunque tuviéramos algo más allá de la amistad, lo nuestro no funcionaría. Ni siquiera lo mío con Aaron lo hará. Cuando vuelva a Avonlea será dentro de unos cinco años, pero tu volverás dentro de siete─ podía ver las lágrimas en sus ojos, entendiendo todo─. Ni siquiera sé si volveré. No sé si lograré todo lo que quiero en Londres pero ahí está mi futuro, y el tuyo está en otro lugar junto al de Aaron.

─Lo sé─ asintió con tristeza─. Por eso trataré de estar más con Winifred. Quizá ella sea la indicada.

─Quizá si─ sonreí con lágrimas en mis ojos.

•••

─¡Ya llegaron!─ gritó Minnie May corriendo de la mano de la señorita Stacy.

Todos nos acercamos a la entrada del jardín de los Barry para saludar a Mary que estaba siendo cargada por Bash. Ambos parecían maravillados con la decoración del lugar.

─Bienvenida a tu pascua, Mary─ dijo Anne sonriente.

─Felices pascuas, Mary─ dijimos todas.

La ayudamos a sentarse en un sillon que pusimos especialmente para ella bajo un techo lleno de mariposas de papel colgando. Sus amigas, y ex compañeras de trabajo, se encargaron de arroparla para que no pasara frío. Del otro lado estaba Matthew mostrándole el mundo de una manera graciosa a la pequeña Delphine y caminó hasta mi para entregármela.

─Hola, pequeña─ sonreí bajo su atenta mirada─. ¿Estás cómoda con tía Line? Yo sé que si.

Solté una pequeña exclamación de emoción cuando sonrió. Cada vez que decía "tía Line" ella sonreía ampliamente, así que Mary y Bash comenzaron a llamarme así frente a Delphine.

─Hola, belleza─ saludó a la bebé una de las amigas de Mary─. ¿Puedo cargarla?

─Por supuesto─ se la entregué con cuidado.

Veía a Ellie buscando huevos de pascua junto a Minnie May en el jardín. Mi hermana se quejaba cuando la chica los encontraba primero, diciéndole que no era justo y que dejara algunos para ella.

Anne se acercó para dejar una vincha de flores sobre la cabeza de Delphine, haciéndola verse más tierna de lo normal y causando varias exclamaciones por los mayores.

─Digno de una princesa─ dije acariciando las mejillas de la bebé.

─Parece un dulce de chocolate─ dijo de repente la hermana de Diana, haciendo que todos nos quedáramos en silencio.

─¿Como vas a decir eso, tonta?─ la regañó mi hermana.

─No, Minnie May tiene razón. Es una linda princesita de chocolate─ dijo sonriente la amiga de Mary.

Continuamos hablando y riendo del comentario de la niña. Después de todo, Delphine era una pequeña princesa dulce. Me acerqué a mi tía que tenía a John gateando a su alrededor con un pañuelo en la mano izquierda. Era el niño mas inquieto que había visto en mi vida, pero también era el más importante de todos. Lo cargué entre mis brazos para comenzar a girarlo mientras acompañaba la canción que cantaban todos alrededor de Mary.

─"Está bien, está bien con mi alma"─ canté acercándome junto a los demás bajo la mirada de mi hermano─. Está bien con mi alma, con mi alma. Está bien, está bien con mi alma.

─No sé cómo agradecerles─ dijo Mary con la voz quebrada una vez que terminamos y soltó una pequeña risa─. Leeré mi oración favorita, si me lo permiten.

Gilbert le pasó la biblia a Sebastian, quien la abrió en la página que Mary leería. Pero no pudo terminarlo ya que iba a comenzar a llorar, así que Marilla se acercó y comenzó a decirlo con voz firme para que todos escucháramos. Luego nos sumamos también a la lectura ya que nos pasaron biblias. Trataba de leer sin que John golpeara el libro o lo agarrara, lo que era un poco difícil hasta que lo tomó Gilbert para ayudarme y comenzar a recitar juntos.

Al día siguiente Mary dejó este mundo, llevándose consigo una parte de muchos de nosotros. Se había ganado nuestro amor. Era de verdad un gran ejemplo para muchos, con su hermosa sonrisa que parecía no acabar nunca. Sebastian estaba destrozado, claro que si, pero debía levantarse por la pequeña Delphine. Después de todo, esa mujer que se había instalado fácilmente en el corazón de las personas, había dejado un hermoso legado y su hija crecería sabiendo de eso.

Al día siguiente, llegó la carta con mi aceptación en la universidad de Londres. Aún no estaban seguros, y dijeron que mi decisión de tomar el examen final fue una buena elección ya que los ayudaría a pensar.

Al día siguiente John dijo su primera palabra mientras comía puré de manzana en el patio. Me señaló y dijo:

─Line.

─Si, soy yo─ exclamé feliz y él rió.

Al día siguiente sucedieron tantas cosas que me dejaron diferentes tipos de emociones, como el hecho de que Aaron se apareció en casa con la noticia de que se iría a Canadá mucho más pronto de lo que pensaba, o lo divertido que fue irme junto a Charlie y Moody que tenía un nuevo banjo.

Ah, casi olvidaba, también lo aburrido que fue enseñar a tejer a mi hermana.

Al día siguiente me sentí tan agotada mentalmente que ni siquiera quise ponerme a estudiar.

SOLO AMIGOS | g.b ✔Where stories live. Discover now