SOLO AMIGOS | g.b ✔

➼ cinco

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Capítulo cinco:
No soy fuerte.

─Debes saber que los profesores en la universidad son mucho más estrictos que los de la escuela─ decía la señorita Stacy.

Estábamos en el salón de los más chicos ya que en el otro estaban los encargados del periódico escolar probando una nueva imprenta. La maestra Stacy me estaba dando una de las tutorías para el examen y cada vez me sentía más nerviosa.

─Como tu eres estudiosa tal vez no sea un problema para ti─ sonrió con tranquilidad─. Así que volvamos a revisar Romeo y Julieta desde el ámbito literario.

Suspiré retomando mi lectura para tomar apuntes. Habíamos trabajado sobre el argumento de la historia, los diferentes tipos de diálogos, qué representaban los personajes y un poco de la historia de William Shakespeare. Ya había leído ese libro cuando tenía trece, pero volverlo a hacer de esta manera cambiaba muchas cosas.

Una vez que terminamos me coloqué mi abrigo. La señorita Stacy me pidió que continuara haciendo lo mismo con otras historias que fueran de mi preferencia para practicar. Al llegar a mi casa saludé a Ellie que cocía, de una mala manera, un vestido para su muñeca. Mi tía alimentaba a John con el biberón y mi padre cocinaba estofado. También estaba Delphine con nosotros ya que tenían miedo de que la enfermedad de Mary contagiara a la bebé.

Subí a mi habitación para dejar mis cosas, pero noté que había una carta sobre mi almohada.

"Pauline"

No decía quién la había mandado. Decidí leerla luego de preparar los adornos para la fiesta de pascua de Mary. No sabía si iba a salir, pero en caso de que no, haría lo que fuera para que ella pudiera disfrutar ese día.

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─Despierta, Pauli─ oí la voz de mi hermana.

─¿Que?─ pregunté confundida.

─Se te hace tarde para la escuela.

Salió de mi habitación corriendo. Me levanté con pereza ya que no había dormido en casi toda la noche por leer. Lavé mi cara antes de bajar a desayunar. No me había mirado al espejo pero estaba segura de que tenía unas ojeras super grandes bajo mis ojos.

─¿Por qué me dejaron dormir hasta tarde?─ pregunté alarmada cuando vi que el reloj marcaba las nueve.

─Son vacaciones de pascua, Line, no te preocupes─ rió mi padre─. Estuviste tantas horas leyendo que no notaste en qué día vivimos.

─Si, lo siento─ murmuré tomando mi té.

─Gilbert vino a la mañana, dijo que tenía que hablar contigo sobre Mary, pero cuando le dije que estabas dormida decidió contármelo a mi─ habló mi tía con John en su falda─. Se llevó a Delphine también, a pedido de la muchacha.