Capítulo 9

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Lunes por la mañana, mi despertador suena y tengo que levantarme a apagarlo para que no interrumpa el sueño de Frank en la habitación de al lado, o de Michael, que sigue durmiendo plácidamente a mi lado. Observo a mi hermano por instantes, estoy tan acostumbrado a verlo con lentes que cuando está sin ellos parece ser otra persona. Reprimo también las ganas de presionarle la nariz y vuelvo a cubrirle con las frazadas en lo que me pongo de pie para ir a tomar una ducha. Son las seis y quince.

El agua está increíblemente fría pero me ayuda a aclarar ideas, cierro los ojos mientras enjuago mi cabello y suspiro. Realmente no quería regresar al trabajo tan pronto, no por mi o por los alumnos, sino que por Frank. No creo que esté listo para quedarse solo en casa, no... no quiero exponerlo a nada, se supone que debo cuidarlo, se supone que soy su padre... Mikey dijo que un padre desempleado no servía de mucho, y supongo que tiene razón. Fue ahí cuando aproveché de pedirle que cuidara a Frank mientras yo trabajaba, así que ayer durante la tarde llegó a casa.

Trajo pizza y un DVD con la última temporada de Supernatural, tanto él como Frank estaban concentrados y entretenidos así que dediqué la noche a planear mi primera clase para hoy. Después de casi dos semanas finalmente regreso a dar clases (o quizás pasó más tiempo).

— ¡Apúrate que quiero orinar!

La voz de Michael me trae de regreso, sólo entonces noto que mi cabello está limpio. Me apresuro a cerrar la llave, el baño está lleno de vapor para cuando salgo a buscar la toalla que cubrirá mi mitad inferior.

— Buenos días —digo al pasar junto a mi hermano, él responde con un cuchicheo y se encierra en el baño. Lo último que puedo escuchar venir de él antes de entrar a mi habitación, es un suspiro de alivio.

Cuando quedan cinco minutos para las siete de la mañana entro a la cocina, con unos jeans cómodos, un suéter sin brazos de color negro y una camisa blanca con líneas color beige debajo. El cabello negro revuelto sobre la cabeza, esperando a que solo tome algo de forma.

— Luces excelente —la voz de mi hermano me sorprende desde el interior de la cocina, está junto a la cafetera, el tostador de pan está funcionando y hay sitio para dos en la mesa, alzo las cejas y medio sonrío.

— Buenos días —digo una vez más, él sólo sonríe y apunta hacia la mesa, asiento una vez y tomo asiento. Unos minutos después él sirve dos tazas y termina de servir la mesa mientras yo revuelvo el contenido de mi taza. Inspiro el aroma del café y siento como mi día da inicio realmente— Estoy nervioso —suspiro luego de beber un sorbo, Mikey enarca una ceja—. Por Frank.

— ¿Qué pasa con Frank? —suena tan sorprendido como estaba yo al verlo fuera de la cama antes de las siete de la mañana.

— No creo que esté listo para... estar solo. Tiene que tomar sus medicamentos a la hora o algo malo podría pasar, además no debe...

— Exponerse a prácticamente nada de lo que los adolescentes normales están expuestos todo el tiempo, lo sé —Michael me interrumpe poniendo los ojos en blanco.

— Hermano, es que no entiendes... Frank estuvo a punto de morir.

— Frank es un chico fuerte, Gerard. No olvides eso. Yo sé que quizás estás tratando de compensar todos estos años que estuviste fuera de su vida pero esta no es la forma correcta, hermano. El muchacho es grande, hizo un viaje enorme por sí solo sólo para conocerte y ahora tú vienes y lo tratas como  a un bebé.

— Pero Michael, su corazón...

— Su corazón está bien. Por eso le dieron el alta del hospital, por eso ya no necesita estar conectado a ninguna máquina. El muchacho está bien... estuvo bien antes de conocerte, estará bien ahora. No debes vivir tu vida en torno a él...

our blood • frerardWhere stories live. Discover now