Capítulo 5

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El recuerdo de lo sucedido en casa de mis padres seguía dando vueltas en mi cabeza, se trataba de lo perturbado que estaba Frank cuando habían intentado tocarlo. Me ponía de los nervios intentar descifrar qué demonios pasaba ahí. Cada día después de eso intenté abordar el tema, pero con una facilidad enorme el muchacho terminaba desviándola a algún punto lejano, sin posibilidades de volver a tocar el tema en un futuro cercano, eso gracias a la astucia heredada por su madre.

Los días habían pasado de forma rápida, mucho más rápido que de costumbre. Mi rutina de siempre había variado levemente desde la llegada de Frank a mi vida. Algunos días lo despertaba para llevarlo conmigo a la universidad y él de buena gana se levantaba, tomaba una ducha desayunábamos juntos y partíamos, pero otros días él parecía cansado, demasiado cansado y entonces no lo despertaba, en lugar de eso le dejaba una nota en la mesa de la cocina junto a un billete de veinte dólares para su comida, y entonces me marchaba.

Sólo en el hogar la vida parecía haber mejorado levemente, ya no estaba solo el tiempo, ya no estaba triste todo el tiempo, ahora estaba Frank quien con sus espontaneas frases, repentinas risas y fuerte música —rock o algún derivado—, le daban vida a todo.

En mi vida personal las cosas parecían estar destruyéndose levemente… Jared había estado sin llamarme durante días así como también había evitado mis llamadas e ignorado mis mensajes de texto. Mi hermano me había comentado un par de veces que lo había visto bastante amargado, pero sólo.

Sólo… de algún modo eso me reconfortaba, posiblemente porque seguía siendo mi pareja, mío. De nadie más.  Era ciertamente extraño ver a Jared desaparecer lentamente de mi vida cuando antes había sido parte importante de esta.

Pero también había sido importante pasar las tardes con mis padres o mi hermano, o quedarme hasta tarde en la universidad o encerrarme en el estudio a corregir exámenes hasta pasada la media noche. Todo eso ahora parecía inútil, una pérdida de tiempo, algo que se interponía entre mi persona y mi casi desconocido hijo.

Dos días después del ‘incidente’ con Jared y luego en casa de mis padres, Frank había decidido regresarme mi habitación. Entre ambos habíamos acondicionado la segunda habitación para él, la habíamos hecho cómoda y habitable. Y él estaba contento con el resultado. Durante esa noche me había sorprendido a mí mismo preguntándome cuanto tiempo se quedaría Frank conmigo, y por momentos, me encontré deseando que fuese para siempre.

El sábado nos recibió de una forma maravillosa, significaba un descanso del trabajo para mí, lo que era también un día completo para nosotros dos, a solas en casa. O un día para dormir hasta pasado el mediodía.

A Frank le gustaba dormir hasta pasado el mediodía. Era una de las cosas que había aprendido de él, así como le gustaba el pan sin corteza y las comidas sin demasiada sal, le gustaba dormir con la luz encendida y ducharse por lo menos tres veces en el día. Tenía las uñas pequeñas de tanto morderlas y heridas en las caras internas de sus antebrazos, heridas de las que ninguno de los dos quería hablar, pero que eran importantes.

A veces, durante las noches, lo escuchaba llorar. Pero él jamás hacía comentarios al respecto y yo no quería entrometerme en sus asuntos, aunque al ser mi hijo… eran también asunto mío.

Había algo con Frank, algo que no andaba bien. Algo que se me hacía difícil descifrar puesto que él se empecinaba por enseñar la imagen de un muchacho conforme, un muchacho contento. Y quizás ahora estuviese contento, pero nada me aseguraba que lo estuviese también en el pasado.

Su madre había muerto hace seis meses atrás, seis meses en los que él había estado prácticamente solo… ¿Qué había sucedido en esos seis meses? ¿Acaso me lo contaría alguna vez o tendría que averiguarlo por la fuerza?

our blood • frerardМесто, где живут истории. Откройте их для себя