Capitulo 19 : Mujer pelirroja, peligrosa.

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- ¿Por qué estas tan distante? -Los ojos de Rubén me observan mientras cómo y yo simplemente lo miro por el rabillo del ojo- ¿Puedo abrazarte?

-Estoy comiendo eso es todo-En mi interior oculto las ansias que tengo por qué Alex vuelva- Rubén, no quiero un abrazo.

Mi móvil vibra y yo lo saco de inmediato, lo abro y es un mensaje de Alexander.

*Para: Daniela *De: Alexander

En 3 días te como a besos, saludos al infante ;)

PD: si, es sarcástico y apropósito, te quiero.

Me sonrío abiertamente y le envió un mensaje de respuesta, no puedo creer que bromee con el tema de Rubén, este hombre esta loco.

*Para: Alexander *De: Daniela

¿Eso es una amenaza?, <3 el infante dice hola.

PD: Ven pronto, te quiero más.

Dejo el móvil y siento la pesada mirada de Rubén sobre mí.

-Era... ¿tu madre? -Pregunta con la mirada fija en mí-Que manera de sonreírle.

-Sí, tengo que ir al hospital-Se siente feo mentir- Me pidió que fuera, ¿no te molesta verdad?, es algo urgente.

Rubén sonríe y me toma de la mano se aproxima para besarme y yo lentamente voy alejándome, pero él me toma de la nuca y me besa. Se funde en un profundo beso, por alguna extraña razón me siento obligada a responderle. Se separa de mí y pega su tabique con el mío.

-Te iré a dejar yo, voy de camino al centro-Me hundo en mi asiento y simplemente le sonrió-Vamos ya.

Tomada de la chaqueta de Rubén, voy de camino al hospital, mi madre se llevará una sorpresa. Pienso mientras veo que el viento levanta mechones de mi cabello. Todo se me hace tan complicado, ¿Por qué?, debería de ser algo sin importancia a mi edad tener que elegir entre dos personas.

-Dani, ¿estás bien? -Me mira por sobre su hombro y yo asiento-Te ves algo distante, como silenciosa y fría.

-Estoy bien, enserio, simplemente algo preocupada-Respondo mientras quito algunos cabellos de mis ojos-Me sientes distante y voy abrazada de ti.

-Si tienes algún problema puedes hablarlo conmigo- Toma una curva y llegamos directo al hospital- Sabes que puedes hablar de lo que sea conmigo, no te juzgaré, confía en mí.

Si supiera que lo que me ronda en la cabeza no es nada más que Alexander, quizás no me volvería a hablar, sé que él me quiere, pero como se pudo encantar tan rápidamente de mí. Como yo de Alex. Si, es cierto, me encante muy rápido de Alexander, pero es que, ¿Quién no? Ese hombre sabe cómo descontrolar a las mujeres, en especial adolescentes.

En la puerta del hospital, me despido de Rubén con un tímido beso y me voy caminando lento por el pasillo hacia la UCI. Aún lejos de la sala de mi padre, veo a través del cristal una figura femenina que le acaricia la cabeza.

Pero... no es mamá, ¿Quién es? Acelero mi paso veo claramente quien es. La mujer que acaricia a mi padre no es más que la misma con la que lo encontré la noche del puente.

No esperé más y simplemente apreté el botón que hacía abrir la puerta y me dirigí directo hacia la cama de papá, la mujer se me quedo viendo con los ojos muy abiertos, mientras yo iba en su dirección.

- ¿Qué haces tú aquí? -Digo prácticamente gritando- Vete, que mi madre no te vea y mas te vale irte de inmediato o te parto la cara puta, maldita rompe familias, sucia.

La mujer no debe ser más adulta que mamá, tiene un largo cabello ondeado y pelirrojo con notorios mechones algo más claros, unos grandes ojos verdes y labios extremadamente rojos, vestida de buenas telas con un traje de dos piezas como ejecutiva o algo así. Se notaba que tenía un cargo importante.

-Yo solo vine a ver a Raúl y me iré-Habla con un extraño acento, algo extranjero, toma su maletín el cual estaba al lado de la camilla de papá- Él se merecía mi visita, después de lo que le hicimos.

-Vete, antes de que mi madre llegue, este no es el momento de que se sepa-La miro fijamente y ella asiente- No te acerques a mi familia, o te reviento la cara.

-Eres una joven muy valiente, gracias por no decir nada- Camina por mi lado sin antes lanzarme un beso- Cuida a tu papi, pequeña.

Es la primera vez que veo a papá, desde el accidente, su cara cada vez está más despejada de moratones, pero sigue en su sueño profundo.

-Señorita, no puede estar aquí-La voz de la enfermera me hace saltar y simplemente me alejo de papá y me dirijo hacia la sala de espera.

- ¿Quién era la mujer que ingreso a la visita de mi padre? -Digo algo exaltada aun- Dígame quien es.

-Señorita por favor, déjeme revisar el registro-La enfermera comienza a teclear en la computadora-No se ve ningún ingreso, no al menos al nombre de su padre, simplemente el ingreso de una mujer.

-Dígame su nombre-Digo mientras saco una libreta de mi bolso.

-Anna Virkandia-Me mira como intentando que le de una respuesta- ¿Le suena el nombre?

-No, no me suena-Guardo mi libreta y camino hasta la sala de espera.

Estuve un rato y luego me fui a casa, no me gustan los hospitales, subo directo a mi habitación y me recuesto con todo y zapatos.

Siento la vibración del móvil, que me hace saltar, lo tomo y veo que tengo una llamada.

-Hola-Digo con la cara aplastada por la cama.

- ¿Daniela? -La sexy voz de Alexander me hace cohibir todo sentido.

-Sí, lo siento es que estaba en modo vegetal-suelto una risa tímida y el hace lo mismo.

Me encanta este Alex relajado y simpático, siempre sin dejar de ser sexy.

-Escucha bien, mañana a las 6:40 tomo un avión hacia Madrid, me voy de madrugada para que nadie sepa-Siento que esto es prácticamente una fuga de cárcel, pero sé que mañana ya estará conmigo- No vayas al colegio, iré por ti.

- ¿Qué? -Digo algo confundida- ¿Por qué no debo ir al colegio?

-Por qué mañana quiero que seas mía todo el día-No puedo evitar sentir un cosquilleo en mi vientre- Todo el día, completamente mía.

-Tuya- Le respondo y me siento feliz- Te espero Alex, no me falles.

-A ti nunca pequeña, no sabes cuánto deseo besarte-Ríe y de pronto se queda en silencio- Con solo recordar tus besos tengo una situación bajo los boxer's, me haces perder el control pequeña.

Como me derrite este hombre, tengo pensado una sorpresa para él, quizás usar ese conjunto de braguitas y brasier rosa pálido, quiero pasar una noche con Alex, cueste lo que cueste.

-No seas pervertido, Tengo sueño-Me friego los ojos- ¿Nos vemos mañana?

-Nos vemos mañana, te quiero Daniela-Dice bajito por el auricular- Y por ti lo que sea.

-Hasta mañana Alex, te quiero más- Corto el móvil y me acurruco, quiero esta noche soñar con mi hermoso caballero italiano, con su boca y sus manos, haciéndome sentir única en todo el planeta.

Este hombre me trae perdida y espero yo traerlo de la misma manera, así que me esforzare por hace lo mejor.

Pienso en todo lo que podría hacer con él y me sonrojo en la soledad de mi habitación, ¿Como estará?, pensar que ya mañana lo tendré a mi lado me hace sentir mariposas en la barriga.

Cuando cumplas 18// 1 // TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora