Capitulo 11 : El Viaje.

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Francia acababa de irse y yo me encontraba completamente sola en casa, no me sentía sola desde hace mucho, mi padre trabajaba hasta tarde al igual que mi madre.

Es difícil ser hija única, antes de que yo naciera hace 17 años atrás mis padres solo se tenían el uno al otro, habían planeado tener hijos y su plan era tener un varón al cual llamarían Daniel en honor al padre de mi padre... pero en vez de eso nació una dulce niña de cabellos claros y piel blanca, yo.

Mi padre es vicepresidente de una constructora, él y su mejor amigo luego de salir de la escuela de arquitectura formaron esta gran empresa, la cual comenzó en una pequeña oficina muy lejos del centro.

Mamá por otra parte era psicóloga, iba de congreso en congreso y había escrito ya dos libros sobre superación a una perdida, se enfocaba en las depresiones luego de un duelo y sinceramente amaba lo que hacía. Ella y mi padre se casaron profundamente enamorados, pero no lo sé cómo luego de 17 años algo entre ellos se había roto, porque para engañar a alguien del cual llevas enamorado tantos años... algo debe romperse.

Entre pensamientos vagos, recordé a Alexander Brunni, el misterioso Alexander Brunni. Nunca había conocido a alguien como él, Mis ex's novios siempre fueron chicos de mí misma edad, el vivo ejemplo de eso era Amaro, siempre dulce pero siempre buscando algo más, siempre intentando meter sus manos entre mi ropa, dejarme marcas en el cuello y tocar mi trasero.

Fuimos novios por casi 6 meses y es que nos lo tomamos en serio, se lo presente a mis padres y yo conocí a los de él , fuimos la pareja perfecta en el colegio ... Daniela & Amaro por siempre, eso estaba escrito en todos mis cuadernos... vaya ingenua.

De pronto el sonido del móvil me saca del viaje mental y comienzo a buscar el origen del ruido por toda la cama, hasta que lo tomo y contesto sin mirar.

-Diga-Me recuesto de panza y paso mis manos por un mecho de cabello.

- ¿Me abres la puerta? -La voz de Alexander me hace respirar entrecortado de tan solo oírlo- ¿Pequeña?

- ¿Cómo sabes que estoy en casa? -Pregunto mientras me levanto y busco mis pantuflas de garras.

-Daniela, yo lo sé todo-Sonrió y bajo corriendo la escalera para abrir la puerta- A demás hay luces encendidas.

Al abrir me encuentro a un Alexander recién duchado y vestido con unos Jeans negros y una camiseta de The Rolling Stone.

Se ve sensual y casual, como alguien puede lograr esa combinación perfecta... solo Alexander.

- ¿Puedo pasar? -Pregunta con las manos en los bolsillos.

- ¿Dónde estuviste todo el día? -Cruzo mis brazos tratando de aparentar enojo- No devolviste mis llamadas.

-Déjame entrar y lo compensare-Sonríe y me guiña un ojo- Lo prometo.

No lo pienso dos veces y lo tomo de una mano haciéndolo entrar con impulso en mi casa, ya adentro me mira fijamente y muerde su labio con deseo.

Me toma de la cintura y me aprieta contra él, hunde su boca en un profundo beso, va bajando su mano hasta la curva de mi trasero y sus dedos se expanden en esa zona, baja lentamente su mano mientras su lengua exploraba las cavidades de mi boca.

-Subamos-dije mientras intentaba respirar.

No pensábamos, solo actuábamos y sin más terminamos en mi cama sin camisetas y besándonos profundamente.

-Daniela, no sabes cuánto te deseo-Apretaba su pelvis contra mi entrepierna-Te deseo desde que subiste en mi auto la noche que te encontré en el puente.

-Alex, tú sabes mi situación-Muerdo mi labio y le miro fijo-Quiero hacerlo contigo.

-Solo faltan dos meses pequeña-Me besa y sonríe-En dos meses tu cuerpo, tu mente y tu corazón, serán míos.

Pasa sus manos por mi cuerpo y yo no hago más que sonrojarme ante imaginar la posibilidad de pasar una noche de completa pasión junto a Alexander.

- ¿Te quedaras? -Paso uno de sus rizos por entre mis dedos.

-No lo creo, mañana debo viajar-Se levanta y comienza a buscar su camiseta- Me haces perder el control.

-Ok, no importa, voy a salir con un chico mañana-Me levanto y tomo mi camiseta, contra ataque completo.

Alexander me mira fijo con expresión seria y sé que quizás me metí en problemas.

- ¿Chico? -Me mira y sus ojos penetrantes e inexpresivos me intimidan.

-Un compañero de salón, se ve amable y como no estarás no hay problema-Le sonrió inocente- Un helado o una soda para empezar a hablar.

-Escúchame Daniela, también fui un adolescente y conozco cada sensación que provoca ver a una chica tan linda como tú-Me toma de las mejillas y me besa en la nariz.

- ¿Iras a ver a Beatriz? -Le digo algo molesta-Es bella.

-No iré a ver a Beatriz y ¿Cómo sabes su nombre? -Esas gruesas pestañas se menean en cada movimiento- Estas hablando de más, lo de bella lo tiene de amargada.

-Internet, Alexander-aparto sus manos de mi rostro y me voy al baño.

-Daniela no lo hagas más difícil ya te expliqué la situación de mi compromiso-Alexander me sigue al baño y se queda parado en la puerta.

-Vete-Digo y lo observo en el reflejo del espejo- Estas mini visitas que me das no me sirven mas que para un par de suspiros.

-Recién querías que me quedara-Dice algo enojado- Eres tan difícil de entender.

-Ya no, vete Alexander-Paso por su lado y lo empujo.

Alex me mira serio, toma su camiseta y camina hacia el pasillo y lo siento bajar la escalera y un fuerte portazo.

Me acuesto y me abrazo de mi almohada, hace menos de 10 minutos estábamos besándonos y planeando como me volvería de él y ahora, me siento mal y en realidad celosa por Beatriz.

Cuando cumplas 18// 1 // TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora