Capitulo 3: El Ascensor.

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Despierto luego de unas maravillosas horas de sueño, tuve un despertar algo confuso al no reconocer mí alrededor pero luego recordé que estaba en el departamento de Alex, me desperezo lo mejor que puedo y mi cuerpo tiene un ligero olor a él, podría despertar así hoy y todos los días, ¿Qué tal si me llevo la camiseta?

Bajo mis pies a la suave alfombra que adorna el piso de la habitación y logro divisar una hermosa visión de Madrid desde la ventana, es que esto de vivir con tantos lujos debe tener sus momentos buenos también.

Me dirijo al baño en completo silencio y me desnudo, tendré que usar la misma ropa que ayer. La ducha caliente me da cobijo y hace que mis problemas se vallan con el agua todo en este momento es tranquilo y perfecto, enjabono la esponja y la hago recorrer mi cuerpo, me arden las rodillas y la palma de las manos, resoplo bajo el agua tibia, casi en un sollozo, pero sé que no puedo decaer ahora.

-¿Daniela?-La voz de Alex inunda mis oídos-¿Dónde estás?

-Estoy aquí en la ducha-Grito-Ya salgo, no entres por favor.

Termino de enjuagar mi cabello y me enrollo en una blanca toalla, dejo mi cabello húmedo caer por sobre mis hombros.

Saliendo de la ducha me gano un buen susto al encontrar a Alex sentado con solamente Jeans en el borde de la cama, su cuerpo me impresiona, totalmente marcado y de piel perfecta, me comienza a temblar un poco el mentón de solo el nervio al verlo, mis pies rebuscan salida en la alfombra,

-Tenemos que hablar-Cruza sus brazos sobre sus rodillas-Lo de ayer estuvo horriblemente mal, creo que fue algo que no debio ocurrir por ningún motivo, me siento algo confundido con tu actitud y con la mía incluso.

-Solo fueron impulsos, no tiene importancia Alex-Me acerco a la cama para sentarme a su lado- Te agradezco mucho me dejaras quedar aquí. Fue un gesto muy dulce y caballeroso de tu parte, realmente eres como un héroe.

-Daniela yo tengo una novia-Su rostro cambia totalmente-Una prometida en realidad, eso significa que voy a casarme.

¿Qué?, comienzo a sentirme algo mareada y confundida pero también me cuestiono el porqué de mi actitud, si apenas lo conozco solo fueron un par de besos y bueno el me salvo, pero en realidad un hombre comprometido no debería porque dejar entrar a una chica a su casa a dormir porque si, quizás sus intenciones eran sucias o malas y yo en realidad yo iba a ser la otra por una noche.

-Ok, puedes salir para que pueda vestirme por favor-Baje mi mirada y me sentí herida-Debo irme a mi casa, mis padres deben estar algo preocupados por mi desaparición.

-No te culpo de esa actitud, pero es que tú no sabes el porqué de las cosas-Salió de la habitación en completo silencio y se perdió detrás de la puerta- incluso pensé que tu podrías entender lo que es sentirse en un enredo y por eso debía decírtelo.

-Gracias por decírmelo, debiste haberlo dicho desde el principio, pero no es del todo tu culpa, es la mia por confiar en extraños-Me levanto de la cama y busco mi blusa, la tomo y lo miro fríamente-Debo vestirme.

Alex sale de la habitación y puedo ver su espalda marcada al salir, los rizo de su cabello estaban húmedos.

Me vestí rápidamente con mi ropa de ayer, recordé que no llevaba mis zapatos asique me puse mis calcetines. Ordene la cama y los utensilios de la ducha y me propuse salir de ese departamento.

Salí de la habitación y volví a encontrarme a Alex sentado tomando desayuno pero esta vez tenía una bolsa oscura con una caja en su interior, no me digas que es algo para mi, pensé.

-Es para ti-Comento mientras tomaba café, ya se había puesto una camisa color negra-Es para que no duelan tus pies, se que estaban algo lastimados.

-¿Qué es?-Me acerque para tomar la bolsa y descubrir lo que había en su interior-Te lo pagaré.

Una caja de converse se ocultaba detrás de la bolsa, abrí la caja y me encontré unas hermosas converse de caña corta color burdeo, mire a Alex y el solo se limitó a seguir su desayuno.

-Son tu talla ¿verdad?-Me miró fijamente-Espero lo sean y que te gusten, tuve que mandar a mi pobre secretaria a buscarlas, a mí no me gusta mucho salir.

-Me encantan Alexander, muchas gracias-Me senté en una de las sillas de la barra y me las puse, me quedaban justo a la medida-Están bellas, te las pagaré, no creas que soy una niña de la calle, puedo pagarlas.

-Se te ven hermosas-Subió sus ojos hasta los míos y un silencio incomodo se cruzó-Llamare a un auto para que te vaya a dejar a tu casa, yo debo ir a trabajar, no tengo tiempo ni chofer para que te lleve asi que un taxi estará bien ¿no?

-Tranquilo puedo tomar un taxi yo misma , no te preocupes tanto-Tome una de las tostadas que Alex tenía en su plato y le di un mordisco- ¿Qué es esto?

-Pan sin sal-Dijo Alex- y además es integral ¿no te gusto?

-Por supuesto que no –Dije y tome su vaso de jugo y me lo tomé-Ahora sí, mejor.

Alex me miro impresionado y algo confundido, luego sonrió y pareció que nuestra conversación tensa se había esfumado, se acercó a mí y me tomo de las manos.

-No dudes en llamarme si vuelves a pensar en saltar de un puente-Sus pestañas se agitaban lentamente-Cualquier hora, cualquier día Dani, yo suelo tener mi ruta por ahí, así que a veces suelo correr en esos lugares.

-Lo tendré en cuenta Alexander, sabes en realidad tengo terror a las alturas pero era de noche y no lo pensé-Observe mis pálidas manos- Enserio, gracias por ayudarme, por cobijarme aquí por la noche, se que soy algo extraña en momentos y de la manera que nos conocimos fue aún más extraña.

Alex tomo mi mentón con su mano y se acercó acortando nuestras respiraciones, paso su lengua por su labio inferior rozándolo con sus dientes y tus pestañas bajaron.

Nos inundamos en un beso profundo y caliente, sus manos bajaron de mi mentón hacia mis piernas rozando sus palmas contra ellas.

-Solo soy un problema más para ti-Su respiración aún estaba agitada-Pero no tengo idea que me sucede contigo, yo soy mayor, soy un hombre que no debería ponerse así por una pequeña niña, pero creo que es eso lo que me atrae, su fragilidad.

-Me debo ir-Me levante rápidamente y me acerque a la puerta, prácticamente corrí hacia el ascensor y apreté el botón rápidamente.

Cuando logre entrar al ascensor vi a Alexander parado en el borde la puerta completamente perfecto.

-Ten claro que esto no acaba aquí -Sonríe y mi ascensor comienza a bajar.

Cuando cumplas 18// 1 // TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora