Capítulo 51: La Huida

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Los niños seguían a Isaac mientras descendían por las escaleras de emergencia. El humo comenzaba a inundar todo el edificio cada vez con más densidad. Había niños de 12-13 años que llevaban en brazos a los pequeños y todos se tapaban la boca con sus camisetas mientras Isaac hacía lo posible por disolver el humo con el agua.

Pero la tarea comenzaba a ser cada vez más difícil.
Llegaron a la primera planta y unos guardias intentaron detenerlos, pero antes de que sacaran a sus Pokémon, Isaac les lanzó un Hidrobomba que los dejó inconscientes. Los niños comenzaban a sufrir las consecuencias de inhalar el gas.

-¡Ahí está la salida!- gritó Isaac- Id rápido a la entrada antes de que respiréis más del gas. ¡Corred!

Los niños iban hacia la salida como locos, Isaac asegurándose de que no faltara ninguno. Vio que dos de ellos: un niño y una niña se habían tropezado y por culpa de la asfixia no podían levantarse. Isaac corrió y les recogió mientras se tiraba hacia la salida con un grito.

Las ultimas luces del día deslumbraron a Isaac que en cuanto se puso en pie vio que el Incineroar y otros cuatro hombres vestidos de gris armados les habían cerrado el paso. Los niños se pusieron detrás de Isaac y el Vaporeon se quedó de pie mirando fijamente al Incineroar que sacudía su cabeza con un gesto de desaprobación.

-Ya te he dicho que no vais a salir de aquí. Estos niños han sido elegidos para tener una mejor vida- dijo el Incineroar

-¡Los habéis apartado de sus familias!- gritó Isaac- Los habéis secuestrado...

-Hay que tomar ciertas medidas poco éticas para lograr este mundo que tanto ansiamos- el
Incineroar extendió los brazos- ¡serán la primera generación de las especies perfectas!

-¡Cállate! Ya estoy harto de todo esto- se preparó para lanzar un Hidropulso, pero el Incineroar alzó la mano en señal de detención y le dijo:

-Si lo haces, estos hombres dispararan y tus queridos niños se transformaran- se rió y luego se llevó una mano al mentón mientras sonreía- aunque es lo que quiero que pase, pero...

Isaac dejó de cargar el ataque, pero seguía alerta.

-Bien, bien, entréganos a los niños- dijo el Incineroar

-Ni de coña- respondió Isaac

-Está bien, tu decides- dio dos palmadas y se apartó un poco para dejar ver a una Glaceon humana severamente golpeada. El gas la había paralizado y envenenado.

-¡Zarky!- exclamó el Vaporeon

-Ahora escoge: o matamos a tu querida novia o nos das a los niños. Si nos los das os damos nuestra palabra de dejaros libres sin perseguiros.

Isaac miró a los niños que estaban mirándole con miedo en sus ojos. Miró a Zarky que estaba malherida y respiraba con dificultad. De pronto recordó una cosa importante.

-Me niego- respondió Isaac.

-¿A qué?- preguntó el Incineroar.

-No voy a dejar que matéis a Zarky...

El Incineroar sonrió. Los niños se alejaron un poco de él mirándolo con miedo. Isaac les sonrió.

-Bien entonces está...

-Un momento- interrumpió Isaac- no he acabado.

El otro cruzó los brazos.

-Tampoco voy a dejar que os quedéis con los niños

El Incineroar se rió.

-Jajaja, no puedes elegir las dos cosas a la vez. Es una u otra, no hay ninguna otra...

Pokémon, ¡Soy un Pokemon! Entre FronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora