Pokémon, ¡Soy un Pokemon! Entre Fronteras

Capítulo 34: La segunda carta

Dos semanas. Catorce días. El invierno había dejado un suave manto de nieve y el sol comenzaba a hacer desaparecer todo indicio del invierno. La primavera anunciaba su regreso.

Un Delibird descendió en picado hacia el pueblo, concretamente una casa en las afueras. Esta vez sacó la carta de su bolsa, timbró en la puerta y se fue volando.

Un Dewott abrió la puerta y cogió la carta del suelo.

-¡Ikena!- gritó Dina -¡ha llegado una carta para ti!

Ikena en forma humana bajó corriendo por las escaleras.

-Gracias- dijo Ikena mientras le quitaba de las manos el sobre.

Se tumbó en el sofá y comenzó a leer.

"Para Ikena

Es increíble, ha tardado casi una semana en venir el pajarraco ese. En fin, sigo siendo Sarah la que escribe (los demás están demasiado aturdidos con todo lo que ha pasado).

Al grano, cuando te llegue está carta supongo que habrá pasado dos semanas desde que te envié la otra carta. Además, esto que te estoy escribiendo es lo último que he escrito. Para no adelantarte mucho la historia, voy a decirte que estamos bien, Aly ya se ha despertado, pero sigue débil, te manda saludos. Aparte de ella, estamos bien, pero estamos ante un problema un poco mayor. Eso te lo he explicado al final ya que coincide casi con la llegada del Delibird.

Bueno, aquí tienes todas nuestras "aventuras":

Día 1:

Estamos a la deriva del mar, Aly está con fiebre y Zarky está enfriando su cuerpo con su vaho gélido, pero aún así, hace un calor insoportable y eso hace que le cueste aún más a Zarky darle frío, no tenemos ya casi nada de comida. Es extraño, una vez que abandonamos todo lo que era Ciudad Puntaneva, el clima cambió repentinamente de frío a calor intenso. Lo bueno es que tenemos agua gracias a Isaac. Suena un poco asqueroso, pero no había otra forma. Gracias a la habilidad Absorbe Agua de él, pudo filtrar el agua y hacerla potable, aunque tuvo que salir de su boca, pero aún así el agua es agua.

Ahora mismo estamos viendo el atardecer todos juntos, Isaac y Zarky están abrazados en la proa y yo estoy en el pequeño camarote junto con Aly.

Creo que no te he dicho cómo era barco.

En realidad es como un pequeño yate que conseguimos. Tiene un pequeño camarote donde hay una cama y luego tiene la cubierta que no es muy amplia, pero es suficiente para que no estemos incómodos. Se nos olvidó comprar gasolina, así que no hemos tenido más remedio que hacer que Isaac tire de él. El yatecito es ligero y me ha sorprendido la fuerza que tiene y ese instinto para aprovechar sus ataques y utilizarlos para ir más rápido.

Bueno, hasta aquí el primer día, espero que Aly se recupere..."

Ikena dio la vuelta a la arrugada hoja

"
Día 2:

Aly sigue dormida, lo bueno es que su fiebre ha bajado, aún así sigue durmiendo. Mientras tanto, nosotros estamos hambrientos y hartos de agua. Al despertar, he visto nubes muy grises... creo que va a haber tormenta. Isaac está bastante inquieto, creo que está preparándose para lo que va a v e n i r

Dios mío, ahora mismo soy Zarky, perdón por mi letra, pero Sarah se ha dado contra el marco de la puerta y se ha desmayado. No solo eso, sino que además, ha venido una tormenta muy fuerte y estamos ahora intentando no hundirnos. No es fácil, pero de momento Isaac está manteniendo a raya las olas. He parado un momento para escribirte rápidamente esto. Solo espero que salgamos de esta"

Ikena dejó de leer y fue al baño.

"Si hay más cartas es que han sobrevivido, eso por lo menos me tranquiliza..." dijo para sí.

Fue a la cocina y llenó un vaso de agua. Entró en el salón y se sentó para seguir leyendo.

"Día 3

Las olas son enormes. Acabo de despertarme y lo primero que he visto ha sido olas congeladas y olas golpeando el hielo. He intentando ayudarlos, pero es inútil. Por eso me he dedicado a intentar vaciar el barco del agua que se haya filtrado y mantener a Aly en la cama.

Tras todo lo ocurrido puedo decir que estamos orgullosos de seguir vivos. La tormenta ha ido amainando pero no ha sido hasta bien entrada la noche cuando ha llegado la calma. Hemos caído exhaustos. Estamos hambrientos y llevamos 2 días casi sin comer.... lo único que hemos encontrado han sido miguitas y una pequeña Barrita Plus, pero eso no ha servido para calmar nuestras ansias...

Día 4

Aly por fin ha despertado y, lógicamente, tiene hambre. Por suerte escondí una bolsa de cecina y la escondí entre el pelaje de Aly para que no recordase yo que estaba ahí. Lo recordé cuando se levantó y sacudió un poco su pelaje y dejó entrever la bolsita. Se la di con la boca aguada. Aly me dio una con amabilidad y repartió otras dos con Isaac y Zarky. La verdad es que eso nos llenó un pelín y cuando el sol ya estaba un poniéndose, pudimos coger un Magikarp y comérnoslo. Ahora parecía que todo estaba yendo bien...

Día 5

¡Hemos llegado a tierra!  Por fin hemos podido dejar el mar atrás y ya hemos improvisado un pequeño campamento y luego un fuego, aunque ha costado, ya que la que intentaba hacer el fuego era Zarky. Se nos olvidó que Aly podía hacer fuego y la dijimos que fuera a cazar con Isaac... No fue hasta entrada la noche cuando volvieron y dijeron que no encontraban ninguna señal que les dijera dónde estábamos... Culpa nuestra

En fin, le he dicho que te estaba escribiendo, se le ha ido la olla y cree que son cartas de amor. Para no ponerla más celosa, la he dejado escribir a continuación:

- Soy Aly. Recuerda que te quiero, que sigo pensando en ti. Si Sarah te ha asustado con mi estado, no te preocupes más porque estoy muy bien. Tengo hambre, pero ahora están Isaac y Zarky en ello. Hemos cazado un Stadler. Ha sido complicadísimo, pero al final lo hemos logrado... A ver si sabe bien.

Te quiero y no lo olvides, porque cuando vuelva, quiero abrazarte todo lo que pueda...

Sarah va a seguir escribiendo porque yo físicamente casi no puedo. Confío en ella así que, más vale que no te diga nada comprometido XD.

En fin, espero que puedas esperar un poquito más.

Te amo,

              Aly

Ikena suspiró aliviado. Se levantó, fue a la cocina, cogió un tupper de la nevera y lo puso en el microondas. Dejó la carta en el salón, esperando a ser leída hasta el final...