Capítulo 25

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Al día siguiente, Jhoana, me lleva a Canadá sin que aliste mi maleta, a duras penas logro tomar mi visa y salir con la ropa que estaba puesta. Mentiría si dijera que no siento una pesadez en el cuerpo, pero no podía dejar que Jhoana, fuera sola. Debo saber quién es Víctor.

−¿Seguro que quieres que me adelante? – volví a preguntar para estar segura.

−Ve tranquila, yo iré en la noche – confirmó Chris −. Tengo que terminar unos documentos.

−Bien, cuídate.

Me sorprende que me deje ir a otro país sin que él estuviese a lado mío. Al salir se despide con un beso y me desea surte.

−¿Por qué Chris esta tan feliz? − preguntó Jhoana, mientras me miraba de pies a cabeza. Como si la respuesta se encontrada escrita en mi cara.

−Porque quiere estarlo – respondí a secas.

−Pensé que se negaría. Buen humor y ambos se ven renovados. − llegó a la respuesta −. Ustedes dos aprovecharon que no estaba para....

Le tape la boca para que no continuara, si lo sabía no debía divulgarlo.

−Entonces ese es un sí – sus comisuras se elevaron −. Emma, eras una pervertida.

−Yo no lo soy, es él. – señale con la mirada.

−Lo que tu digas amiga...tu celular está sonando.

−Es un mensaje de Chris – murmure.

−¿Qué dice?

Ambas nos pegamos a la pantalla. Era un mensaje de texto:

"Emma, implante un localizador en tu celular eso incluye: micrófono, cámara rápida, además graba y transmite todo a mi teléfono en tiempo real.

Que tengas un viaje."

Att: Chris.

Después de leer aquel mensaje intento respirar, y trato de convencerme de que yo soy Emma White, una persona normal y no la esposa del presidente.

Me lo repito como un mantra.

−Necesito otro teléfono – murmure.

−Creo que yo también lo necesito. No quiero sentirme vigilada.

*****

Narra Chris.......

Emma se ha ido con su amiga por lo que no me queda más que adelantar todos los documentos lo antes posible, admito que esta semana he pasado muy ocupado.

Después del matrimonio de su amiga tendremos nuestro compromiso, seguido se lanzará la nueva revista del hotel y por último mi abuela a pedido que vayamos a Inglaterra, ya que no vendrá a nuestro compromiso.

Me toma toda la tarde alistar los documentos, una vez terminado alisto mi ropa, empaco el regalo que tan bien a olvidado. Todo está listo. Cuando estoy dispuesto a salir un cuadro de la sala capta mi atención.

Me acerco a el.

No lo había visto antes, supongo que no me fije en los detalles cuando me mude. Lo miro de cerca, si no mal recuerdo es la entrada de la universidad donde Emma, y su amiga estudiaron. Un par de vueltas bastaron para darme cuenta de que algo estaba dentro del marco. Un USB.

<< ¿Quién esconde un USB dentro del marco? >>

Lo tomo y decido verlo en el avión ya que no tengo más tiempo.

−Buenas noches, su pasaporte por favor. − me pide la encargada.

−Aquí tiene.

La señorita empieza a revisarlo, alza su mirada unas cuantas veces para corroborar que soy yo el de la foto. No la culpo, nadie sale bien en la foto del pasaporte.

Matrimonio PredestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora