Capítulo 13

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Suena mi celular, es molesto porque es temprano. Lo ignoro por un momento, pero sigue sonando la música de dancin – Krono Remix.

−¿Hola? – Contesto el teléfono, no sé quién es.

−¿Emma eres tú?

−Sí, ¿quién esss.s...?– Es la voz de un niño – ¿Martín?

−Sí, soy Martín – Se nota feliz –. Emma ya me levantaron el castigo –. Me pregunto de donde saco mi teléfono.

−Cariño son las seis de la mañana, no tienes que dormir......es fin de semana .......

−Mi mamá dice que las personas que progresan son las que se levantan temprano. – Niño inteligente.

−Sí, pero no los fines de semana..... – bostezó –, ya Martín ve a dormir........

−Emma, Emma, ¡¡EMMA!! lo prometiste....

−Estoy aquí, estoy aquí....... sí...sí....sí......ya voy estaré ahí en unos minutos. – Cuelgo y me hecho en la cama.

<<¡AH! Lo olvide>>

Tomo un baño de agua fría para levantarme los ánimos, ahora me arrepiento de ver la casa de papel hasta las cuatro de la mañana. Solo he dormido dos horas.

Cuando salgo busco que ropa ponerme; llega la idea y me pongo unos pantalones holgados llenos de bolsillos, una camisa con mangas, zapatos montañeros. Listo, mi forma de vestir de este día.

Salgo de mi habitación y toco la puerta de Chris.

−¿Chris .....estás ahí? – no contesta nadie, decido entrar –. Permiso, Chris.... – No lo veo, pero su cama esta tendida –. ¿Estás en el baño? – Camino y antes de que abra la puerta del baño....

−¿Qué haces en mi terreno? – Dice Chris por detrás.

−¡¡Ay!!! ¡Qué susto! −Grito −. Quería preguntarte si vas a ir con nosotros a la cascada.

− ¿Nosotros? – Me mira confundido.

− Con Martín...... te lo dije, prometí que iríamos .....

−Te dije que no le prometieras nada. – Se acerca.

−Es un niño. – Replico −. Bien si no quieres venir iré sola, nos vemos en la tarde. – Me hago a un lado y salgo.

−Iré contigo.

−Salimos en diez, ¿ya desayunaste? – Niega –. Bueno haré para dos el desayuno.

Comemos unos wafles no tan wafles, más bien parecen rodajas de pie de elefante, aun así, Chris no dice nada.

Por el camino compro unos bocaditos, unos refrescos y para mi gusto unas cervezas. ¿Qué les puedo decir? Para mi ir a las cascadas es igual a: comida más cerveza y amigos igual a diversión pura.

Cuando llegamos Martín, grita desde su habitación que se encuentra en el segundo piso.

−Hola Emma, Chris – nos saluda la madre de Martín –. Ha estado muy emocionado desde la mañana.

−Lo sé, me ha llamado – Chris me regresa a ver, parece que lo ha impresionado –. Shhh...... no pasa nada.

Martín sale con una mochila de campamento, un gorro de niño explorador, botas, buso y mucho bloqueador solar en su rostro. Después de una hora de caminata llegamos a la cascada, hay algunas personas, también niños y perritos.

−No sabía que existía un lugar así dentro de esta residencia. – Dice Chris mientras observa el lugar, no lo culpo la primera vez que vine tuve la misma reacción.

Matrimonio PredestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora