Capítulo 32

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Todo el camino la pase pensando en cómo será su familia, trate de memorizar todas las calles en caso de que pase algo, nadie sabe qué puede pasar, pero son tantas y que decir de las vueltas por las que hemos pasado, son tantas que ya olvide por donde iniciamos.

La gran puerta de madera amarilla se abre poco a poco y quien sale es su abuela. Una anciana de cabello gris, me recuera a la esposa de Santa Claus; baja, gordita, de piel clara y amable, sus ojos se iluminan con solo vernos.

–Hola querido. – saludó la abuela con una sonrisa de oreja a oreja.

–Hola abuela. Ha pasado tanto tiempo desde que no te veo, ¿cómo estás?

–Bien querido, y ella debe de ser Emma. –sus ojos brillantes se clavan en mi – .Mi mueva hija y la futura madre de mis bisnietos.

–Hola, mucho gusto. – respondí con cortesía.

–Pasen, pasen, deben estar hambrientos.

–Abuela, donde esta Lucke. – preguntó Chris, viendo por todos lados.

La casa es enorme, tanto que, si no voy junto a Chris, me da la sensación de que voy a terminar perdiéndome.

–Debe de regresar pronto, dijo que tenía cosas que hacer. – la abuela continúo hablando hasta que llegamos a una sala y en el cetro hay una mesita con varios bocadillos –. Vamos Emma, que no te de vergüenza come lo que gustes, así alimentaras a mi bisnieto.

La abuela piensa que estoy embarazada, es gracioso porque Chris, ha puesto un rostro de nerviosismo, sin embargo, un escalofrió recorre mi cuerpo como si estuviera anunciando que algo va a pasar.

–¿Bisnieto? Abuela no estoy embarazada. – comenté mientras me llevaba un pastelillo directo a mi boca. Demasiado sabroso.

–¡Qué! ¿Chris, como que ella no está embarazada? – refutó con ira –. Eso es resultado de no hacer bien tu trabajo. ¡Yo quiero un hijo de ustedes!

–Abuela, yo siempre hago bien mi trabajo –suspiró y sus comisuras se elevaron como si lo que acababa de decir fuera la gran cosa –. Te prometo que lo tendrás, pero por ahora Emma, no ha presentado síntomas. Además, no estamos casados.

<<Escusa barata>>

Pasa por mi cabeza.

–No están en mi era donde esperábamos a casarnos para tener hijos. Vamos Chris, ¿qué pasa contigo estamos en pleno siglo XXI y me sales con esa escusa barata? ¡Yo quiero ver a su hijo o hija!

Definitivamente la abuela tiene una gran energía. Cualquiera que la viera dijera que su energía se ha terminado hace mucho tiempo. Y ¿por qué no? Si luce como una persona que jamás rompería un solo baso.

–Por favor, tranquilízate abuela. No quiero que te enfermes de nuevo.

–Vamos a su habitación – anunció con voz firme.

<<¡Qué! ¿Quiere que lo hagamos ahora, en estos momentos?>>

<<¡Dios mío!>>

Nos dirigimos a la antigua habitación de Chris, es cómoda y espaciosa. Los colores que predominan las paredes incluso en el edredón son blancos y grises. Es una combinación bonita. Hay cuadros colgados en una sola pared y en uno de ellos esta Chris, con el atuendo de esgrima, es el más alto del grupo.

–Me trae recuerdos esta habitación. – musitó la abuela con un tono nostálgico –. Recuerdo que Chris, me rogaba que no apague la luz hasta que se durmiera. Era un pequeño miedoso.

Matrimonio PredestinadoWhere stories live. Discover now