❂ CAPÍTULO XXIII ❂ El nacimiento de una hermandad

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Las voces que escuchaba a lo lejos, no las distinguía con claridad, probablemente se debía a que sus tímpanos habían explotado con la constante descarga eléctrica. Aunque percibía a las personas a su alrededor, cada vez oía menos y sentía que caía en un profundo abismo. Su regeneración de células, actuaba con lentitud. «¿Moriré por la pérdida de sangre?», antes era consciente de lo que ocurría, los pasos de las personas, la cercanía de los que quizás se estaban esforzando por mantenerla viva. Todo estaba oscuro. «¿Tal vez esto es morir?», el vacío, la nada... de pronto una luz cegadora, la envolvió.

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—¡Darkmolet! ¡Despierta! —la voz de su padre se escuchó al otro lado de la puerta de su habitación.

Abrió los ojos encontrándose con las paredes en la que el agua fluía hacia la fuente iluminada con una lámpara azul, se trataba de su habitación. Se frotó los ojos para desperezarse y el rey ingresó a través de las puertas gemelas de color ébano ornamentada con tonos dorados. Darkerd era bastante robusto y alto, su cabello castaño oscuro que podía confundirse con negro, caía a nivel de sus hombros. En cambio el de Darkmolet era tan negro como el azabache, debido a sus facciones su padre siempre le decía que era el vivo retrato de su madre.

Él se acercó con paso ligero hasta sentarse a orillas de la cama, la pequeña Darkmolet de seis años de edad, aún trataba de espabilarse y Darkerd le acarició la cabeza con mucho cariño. Cuando sus ojos púrpuras se adaptaron a la oscuridad, supo que seguía siendo de noche.

—Prometiste ir conmigo a Absalón Station ¿lo recuerdas? —preguntó su padre con voz suave.

—Sí... —respondió con un poco de pereza—. Pero papá... ¿por qué mis hermanos no irán? —preguntó expectante, observando a su padre.

—Porque eres la única que debe ir a ese lugar conmigo, ellos realizaran otra tarea. Entonces... ¿acompañarás a tu padre? —preguntó él con una sonrisa.

—Está bien —respondió Darkmolet con una sonrisa.

Cuando su padre se levantó de la cama para marcharse, dejándola con la Yorx más joven de la corte, que se encargaría de prepararla para el viaje, Darkmolet se dirigió a la ducha para tomar un baño y desperezarse.

La cortesana pertenecía a la facción de Darkmolet, la joven se encargó de preparar el uniforme para princesa, el cual estaba hecho a su medida con los colores que identificaban a Mystic Night (negro con detalles dorados). Con mucha delicadeza colocó las dos medallas de la élite al nivel del pecho izquierdo, la primera como mejor estudiante de tecnología y la otra como estratega de guerra. Sus hermanos también las obtuvieron, Kasch en su cuarto intento y Dagnar en el segundo. A diferencia de ellos, Darkmolet las obtuvo en tan solo su primer intento, con una puntuación perfecta.

Para la joven cortesana que siempre se encargaba de ella, era un motivo para estar orgullosa, debido a que el rey tomaba en cuenta a la princesa al igual que a sus hermanos, como posible heredera al trono. Darkerd era muy equitativo con todos sus hijos, a todos los trataba por igual; pero se rumoraba que había más inclinación hacia el príncipe Dagnar y la princesa Darkmolet. Sin embargo, eso había traído ciertos problemas, porque el hecho de que una mujer fuera elegible como heredera, generaba controversias... suponía grandes cambios en el sistema político de la alianza Absalón.

En el momento en que Darkmolet salió del cuarto de baño con su ropa interior, la cortesana se encargó de ayudarla a vestirse, no era como si no supiera hacerlo, pero por más que insistiera en que podía sola con esas tareas tan triviales, entonces la joven Yorx podría ser despedida.

La Caída De Absalón Station ©Where stories live. Discover now